El miedo es absurdo.

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Desde aquella extraña y triste escena en el baño del hotel, no había parado de abrazar a Gerard. No era sobreprotección sino, que intentaba darle la mayor seguridad con palabras que... bueno, en realidad no eran palabras sino, algo así como insultos motivacionales mezclados con algún que otro beso.

"Esta vez manejo yo", había dicho Gerard una vez que subieron al auto que raramente estaba demasiado frío para el calor que tenían ambos. Y quizá era eso, seguían algo calientes y todo estaba demasiado helado para ellos.

-Hombre en serio, tus amigos me dan un poco de miedo. - balbuceó Gerard cuando Marian y Sean agitaron las manos, saludándolos desde la puerta del lugar. Frank los miró ahí parados y posteriormente a Gerard con sus ojos entrecerrados.

-Puede ser.. pero son las mejores personas que conocí. - habló saludando y tirando besos con las palmas de su mano a su gente, porque mierda, volvería a Jersey en algún momento no lejano. La misma sensación de desamparo de cuando se fue con Bob, le golpeó las bolas cuando Gerard dobló en la calle siguiente para ya tomar la avenida principal hacia el túnel que unía las dos ciudades.
Pero en cuanto el pelirrojo habló, todo se fue, ya no había desamparo o maldita incertidumbre. - Te voy a mostrar algo.

Frank asintió entusiasmado y con una sonrisa que fue cortada bruscamente por un repentino ataque de tos que le hizo sacudirse. Al parecer su cara no era atractiva, porque el semblante de Gerard cambió rotundamente, por suerte el semáforo quedó en rojo y ya había alguien frotando su espalda -¿Te duele algo? - había preguntado, y Frank casi le patea la cara por preguntar eso. Carajo, que era lo que no le dolía. Toda adrenalina de la jodida semana y media, estaba bajando de su cuerpo haciendo realmente ser consciente de su estado físico.

Y ahora, solo pensaba en estar con Gerard en una cama solamente siendo una.. ¿pareja? normal. Su seño se frunció cuando intentaba calmar el dolor en sus costillas acariciándose el estómago como lo hacía su madre cada vez que algo le caía mal.

-Me siento como el culo. - había dicho cuando el auto arrancó de nuevo, algo ausente por sus recientes pensamientos. Es que.. le asustaba pensar en algo formal. Gerard sabía (al igual que toda su jodida familia) lo que había pasado la última vez. Steve lo había hecho mierda y él mismo había hecho mierda a Jamia, lo que le hacía sentir más como el culo todavía. Sin contar su exalcoholismo.

Gerard miró a Frank que tenía la vista perdida en la avenida y en vez de seguir hacia el túnel que se veía a lo lejos siguió de largo doblando en otra avenida y eso, captó rápidamente la atención del castaño - ¿Querés moras?

Gerard vio como los ojos avellana de Frank se iluminaban, teniendo la ilusión de un niño al que le regalan un maldito cachorro.

-¿Dónde..?

-Una vez me dijiste que robabas moras de una casa en la avenida principal.. - Frank lo miraba expectante, intercalando mirada entre él y el recorrido que el auto estaba haciendo. - Bueno, resulta.. que esa era mi casa.

El rostro de Frank se coloreó de rojo, aún así habló. - Mentira, lo hubiese sabido, además era blanca, en una esquina y tenía un so...

-Mi casa es la única en Newark que tiene un árbol de moras - interrumpió Gerard sonriendo ante la mirada de Frank que decía "me tenés que estar jodiendo" y apuntando hacia afuera del coche. - Investigué. Y la casa, era como esa.

El rapado siguió la dirección en donde el fino dedo apuntaba y se quedó malditamente perplejo. Era esa misma casa, podría reconocerla a kilómetros de distancia. Era grande de dos pisos, una puerta negra y a su izquierda unas escaleras con barandal negro que daban a lo que Frank suponía, era el sótano. Y detrás de todo eso, podía ver la copa verde y majestuosa alzándose por sobre la casa. Sus ojos volvieron a iluminarse.

-¿Querés ir?

Frank dudó.. - Sarah nos debe estar esperando. - murmuró recordando que no había tenido las bolas como para llamarla y los gritos los había amortiguado Sean. Bendito sea.

-Podemos volver después.. - dijo Gerard comprendiendo un poco la situación. Vio a Frank morder sus labios y dudar entonces habló de nuevo pasando por su casa y tomando la avenida de nuevo para ir hacia Brooklyn - En serio, volvemos después.

Sin ningún tipo de pelea en medio del jodido túnel habían llegado otra vez a esa jodida ciudad del caos.

Y Frank sintió un espantoso déja vú, otra vez estaba parado frente al edificio gigante, siendo rodeado de personas que le miraban como si realmente hubiese salido en las noticias que todos los idiotas miraban. Tragó como pudo y buscó entre la negra chaqueta de Gerard que tenía puesta por los cigarros, sin éxito miró al pelirrojo en busca de ayuda pero vio que pálido miraba hacia arriba, la puta verdad es que ese departamento imponía respeto. Frank no contó con que los primeros pasos los hubiese dado el de ojos verdes, y sin más pidió al jodido dios y maría santisima que le ayuden, por lo menos para no recibir una fea cachetada de Sarah.

-Estoy nervioso. - comentó Gerard frente al espejo del ascensor, Frank lo miró por el reflejo y tomó su mano en un gentil gesto de apoyo. Porque mierda, Gerard no tenía nada que ver en sus jodidos miedos de mierda.

-No hiciste nada malo Gerard, - habló en respuesta e hizo que el pelirrojo voltease su rostro solo para dejarle un beso pequeño en los labios. - Nada de nada. - negó y justo cuando su libido estaba llenando su corazón, la puerta del ascensor se abrió dejándoles ver la fea pared de flores y al fondo del pasillo la puerta que Frank rápidamente reconoció.

-Me van a castrar. - la saliva bajó por la garganta de Frank haciendo un espantoso ruido que asustó a Gerard. No sabía si el tipo tatuado estaba por ahogarse en su propia mierda o qué carajo pasaba. Solo estaba ahí, apretando su mano, casi estrangulándola.

Todavía estaban a mitad del pasillo, Frank había clavado sus malditos pies al suelo y parecía no querer moverse de ahí. Gerard lo miró llamando su atención, y pronto lo acorraló contra la pared, susurrando en sus labios, manos contra sus costados apretando las golondrinas tapadas por la campera de cuero. - El miedo es sólo la exigencia de no permitirse errar. Es la frustración. Es el temor a no ser suficiente. El miedo Frank, el miedo es algo creado por uno mismo; es el único freno que nos imponemos. El miedo es un absurdo.

Y Frank solamente pegó los labios contra los de Gerard, abriendo su boca y tomando las frías mejillas del hombre que realmente era un maldito artista. Su lengua recorrió todo lo que pudo dentro de la boca del pelirrojo y cuando se sintió a sí mismo comenzar a excitarse, inhumanamente se separó un poco, divirtiéndose con el enojo de Gerard. - Hijo de...

-No, no, con mi mamá no. - dijo Frank plantándole un último beso y tomando su mano de nuevo solo para acercarse hacia la puerta. Gerard le ganó tocando con su puño rítmicamente, el departamento estaba silencioso.

Justo cuando Frank iba a desistir de esperar, la puerta se abrió y sintió que un frágil cuerpo le abrazaba con fuerza. Sarah le apretaba entre sus pequeños brazos, el rapado jamás estuvo tan convencido de que el miedo, era realmente un absurdo.

-¿Vos quién sos? - la escuchó preguntar aún mientras lo abrazaba.

-Sarah, necesitamos hablar. - habló calmado e intentando recuperarse del abrazo, pero todo pasaba demasiado rápido para su gusto.

-Y vos, necesitás comer.

Justo como hizo con Gerard, Sarah no le dejó siquiera procesar que estaba de nuevo en su hogar y tomó de su mano llevándolo dentro del departamento, Frank volteó amorfamente su cuello para ver al pelirrojo aún parado en la puerta mirando hacia dentro con indecisión.

-¿Gerard? - y entonces todas las miradas viajaron a la puerta de la cocina, hacia la melena preferida de Frank.

-Me estás jodiendo... ¿Toro? - la voz de Gerard denotaba genuino asombro. ¿Qué mierda estaba pasando frente a su nariz?

Frank era el más confundido de todos al ver que Gerard y Ray estaban abrazándose muy animadamente. Ahora sí, habían muchísimas cosas para hablar.



Ahora sí estoy intentando no tardar tanto. No puedo creer que cada vez que escribo esto se alarga más.
Yo sé que es re de hincha bolas pero comentarios bienvenidos. Nos leemos en una semana.

El Arte del Modelo Vivo |Frerard|Where stories live. Discover now