32. Como en los viejos tiempos

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CAPÍTULO 32:

32. Como en los viejos tiempos

El viernes había llegado y Dylan se había preparado para lo que venía planeando hace unos días. Sabía que tenía que tener mucho cuidado ya que no sabía cómo se podría encontrar aquel lugar en estos momentos. De todas formas, no tenía nada que perder, podía ser como cualquier persona que vaya a ese bar.

Dylan y Luke estuvieron bastantes desconectados después del encuentro en el hospital. Parecía como si habría que empezar todo de cero con él nuevamente, no le dirigió la palabra, ni siquiera un mensaje hasta este mismo día en el que decía que iba a pasar por su casa antes de medianoche. El comportamiento de Hemmings era bastante extraño, ella nunca había lidiado con personas como él y tenía que encontrar la forma de cómo tratar con él sin tener que hacerlo enojar o incluso incomodarlo.

Dylan no le había dicho nada de lo que había pasado los últimos días a Calum, pensaba mantenerlo todo en secreto. Además, ya habían llegado a un acuerdo con Luke y no iba a dejar que se le escapara ni una sola palabra. El día en el que volvió del hospital, le dijo a Calum que se había quedado dormida. Había ocultado de él la pequeña marca que había dejado la aguja y prefirió no decirle nada al respecto de la donación de sangre, tendría que explicar muchas cosas que no tenía sentido decirlas.

A todo esto, Dylan se había puesto al día con los deberes del colegio y Calum le dio una mano. Se acercaba un examen y ahora era eso a lo que se tendría que dedicar, quería sacar buenas calificaciones para terminar bien el colegio y también para no perder el tacto con los estudios para hacer el examen de ingreso en la universidad.

Dylan buscó en su ropa exactamente lo que tenía pensado en ponerse. No debía lucir ni muy femenina, ni muy masculina, un término intermedio era lo ideal. Se puso unos jeans amplios desgastados corte bajo, un top rojo que dejaba ver su ombligo, las zapatillas DC que tanto le gustan y agarró su chaqueta gris para ponerse encima. Puede que afuera tenga un poco de frío pero una vez que estás ahí dentro la temperatura sube demasiado.

Apenas sonó el timbre, Dylan fue a atender la puerta. Luke estaba parado con ambas manos en los bolsillos vestido de negro como de costumbre. Ella le hizo una seña para que pasara y él entró sin decir nada. Dylan cerró la puerta detrás de él, le siguió los pasos hasta la cocina que fue allí donde se quedó parado y la miró.

—¿Se supone que tienes que mostrar los bóxers? —Luke dice algo extrañado.

—Se supone que se usan así. —ella se encogió de hombros— Además no voy a mostrar algo que no quiero que se vea, genio.

Luke rodó los ojos con una media sonrisa y finalmente la miró a los ojos.

—¿Tienes la ropa para mí lista? —él preguntó cambiando de tema.

—Sí, acompáñame. —Dylan dio la vuelta y se dirigió hacia su habitación. Luke la siguió y una vez que estaban adentro, ella le señaló la ropa que estaba sobre su cama— Ahí lo tienes, si esos pantalones no te quedan voy a buscarte otros.

—Está bien, gracias. —Dylan hizo una sonrisa forzada y salió del cuarto y cerró la puerta para darle privacidad.

Dylan se quedó pensando un poco en lo que había pasado los últimos días. Todavía no entendía ni los propósitos ni las razones de Luke, mucho menos su extraño comportamiento. Pensó en cómo debería sentirse con respecto a su madre, si el aparecía y desaparecía siempre a los mismos horarios yendo al mismo lugar, significaba que estuvo junto a su madre en el hospital todo este tiempo. No escuchó nada de su padre entonces, Luke tampoco lo nombró excepto la vez que le dijo a Dylan que, además de ella, sus padres eran los que sabían e su adicción.

Addicted [l.r.h.] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora