24. Nuevas preocupaciones

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CAPÍTULO 24:

24. Nuevas preocupaciones

Los ojos de Dylan buscaban a su amigo por todos lados. Definitivamente no iba a contarle lo ocurrido horas antes esa misma mañana, eso implicaba tener que contarle el verdadero motivo del encuentro y ella seguía manteniendo la misma postura con respecto al tema.

Al cruzar por los pasillos, ella pecheó a un grupo de chicas que se habían metido en su camino. Sabía perfectamente quienes eran y no le importó que no les gustara su actitud. Nunca, ninguna de ellas le decía nada y le parecía bien que sea así. Dylan no tenía por qué cruzar palabras con alguna de ellas, mucho menos con una de esas chicas en particular aunque esta vez fue diferente. Se paró en seco cuando escuchó la voz de esa vieja amiga con la que pasó parte de su adolescencia.

—Ten más cuidado por dónde pasas. —Dylan volteó para ver que la rubia utilizaba un tono autoritario que la hizo sonreír con ironía.

—Yo paso por dónde quiero. —ella la enfrentó.

Hacía casi dos años que no intercambiaban palabras. Cuando Riley supo qué era lo que hacía Jordan y a qué lugares ella lo acompañaba, tuvo una fuerte discusión con Dylan diciéndole que estaba loca por meterse con alguien como él. Le dijo que se aleje antes de que sea tarde, incluso se refirió a Jordan como una rata y eso hizo enfurecer a Dylan. La chica de ojos grises le dijo que no pensaba alejarse de él y que no necesitaba más sus histerias.

Riley se alejó de ella y le dejó bien en claro que ya no quería seguir siendo amiga de una zorra que está caliente por un chico que no vale nada. En ese momento, Dylan sacó afuera todo lo que tenía para decirle. Pudo recordar que mientras le gritaba a su amiga se le caían las lágrimas por bronca y también por angustia. Riley había hecho un gran esfuerzo por no llorar y cuando Dylan finalizó su relato, ella se alejó por completo dejando unas palabras que terminaron con su relación para siempre: "No vales nada, nunca pensé que serías tan basura.".

—Tú eres la que sobra aquí. —Dylan seguía sorprendida ante su tono de voz y la forma en la que la encaró. Desde que Dylan siguió por su cuenta al lado de Jordan, Riley jamás le dedicó una palabra y se alejaba de ella lo más que podía. Cuando se enteró de lo del padre de Ashton y el enterarse de las sospechas de él, Riley empezó a tener miedo.

—Me parece que la que sobraba en todos lados siempre fuiste tú. —Dylan no se quedó atrás. Jamás olvido aquellas palabras y tampoco el vacío que había dejado en ese momento.

—Deja de molestarme —inquiere la rubia—, igual que molestas a todos.

—No me interesa, sigue con tus amiguitas haciendo las chorradas que haces y no vuelvas a hablarme —Dylan apretó sus puños—. Cuando te fuiste como un gato asustado y dejaste de hablarme, todo era mucho mejor.

—La verdad es que no sé qué hago hablándote. —Riley se alejó un poco de Dylan— No sé qué hago gastando mi tiempo en gente que no lo vale.

Riley se alejó con su grupo de amigas mientras Dylan observaba cómo se retiraban de ese lugar. Aparentemente las cosas en Wisconsin Heights habían cambiado demasiado. No pudo evitar volver a sentir aquel viejo resentimiento. Básicamente, Dylan se había olvidado de tener que lidiar con ella y ese encuentro hizo que el rencor hacia esa muchacha vuelva a surgir. Desde que se distanciaron, las dos actuaban como si una fuera una completa desconocida para la otra que, de todas formas, nunca dejaron de pensar en la otra, en lo que su vieja compañera había hecho.

—Hey. —una voz masculina hizo que Dylan volteara. Reconocía aquella voz y se alegró de escucharla. Todavía había gente que transitaba por esos mismos pasillos e incluso había gente que la seguía mirando después de presenciar la escena que había recreado con Riley.

Addicted [l.r.h.] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora