Mi estómago empezó a reclamar por alimento. No había comido nada desde la noche anterior, por que Olga nos había atrapado al amanecer.

- Tengo hambre.- Exclamó Mérida.

- Siempre tienes hambre.- Contestó Rapunzel con una risa.

- No la culpo.- Respondí.- Yo me estoy muriendo de hambre.-

- Tengo suerte de no sentir hambre.- Comentó orgullosamente Jack.

- Que suertudos; Jack, Carl y Frank.- Bufó Mérida.- O tal vez no. La comida es lo más hermoso del mundo.- Sus ojos se iluminaron.

- Si veo un plato de avena de Mamá Olga. Juró que sí me lo acabaría.- Hiccup soltó una carcajada. Pero se detuvo inmediatamente.

- Seguiré insistiendo.- Comentó él, dejandonos confusos.- Mérida, perdóname. Por favor. Perdóname.- La tocaba del hombro varias veces, la pelirroja ya tenía una mueca de fastidio y de aburrición.

- ¡Esta bien! ¡Esta bien! Te perdono, Haddock.- La sonrisa de Hiccup se ensancho por todo su rostro. Él tomó la delantera, por donde iba Mérida, y la envolvió en sus brazos.

- Gracias.- Murmuró hundiendo su rostro en los rizos de la chica.

El tono de piel de Mérida se estaba tornando al color de su cabello. Era un poco cómica la escena. Ella, al sentir nuestras miradas, se aparto de Hiccup.

- T-tranquilo. Sólo te perdone.- Suspiró Mérida, para después reiniciar su caminata.

- Al fin se separan.- Exclamo Eugene.- No hay tiempo para sus escenitas de novios.- Carcajeo.

- Lo dice el chico que va tomado de la mano de Rapunzel.- Canturrea Hiccup. Rapunzel volteo a otro lado, avergonzada.

Eugene en cambió rió un poco.

- Mucho amor aquí.- Contestó Don Carlos riendo. Nos hizo una seña de que prosiguieramos.

- ¿Segura que ya no tienes frío?.- Me pregunto Jack.

Asentí sonriendo.

- Muy segura. Gracias por preocuparte, Jack.-

Él rodeo mi cuello con su brazo. Me ruboricé por tal acción, pero me sentía protegida. Toda esa tensión que llevaba acumulada había desaparecido.

Suspiré y sonreí.

- Ya llegamos, chicos.- Don Carlos nos había guiado a su cabaña. Las ramas de los árboles chocaban en las paredes de madera de la cabaña.

Don Carlos saco de su bolsillo una llave y abrió la puerta, dejandonos el paso.

Sentí un leve mareo seguido de una imagen:

"Era Anna. Ella estaba en un patio de escuela. Ella estaba riendo, tenía a un chico alto y robusto a su lado. Con cabello rubio y ojos marrones. Ellos hablaban animadamente, pero no se escuchaba ningún audio."

Otra imagen paso:

"Anna estaba corriendo en un pasillo. Al parecer estaba escapando de algo. Una chica la alcanzo y la tomo de una de sus trenzas. Anna cayó bruscamente al suelo, rápidamente a su alrededor se formo un círculo de estudiantes; pero al parecer no pretendían ayudarla.
Una chica rubia pateo por repetidas veces el estómago de Anna. En el rostro de mi hermana, las lágrimas resbalaban por sus mejillas. Su nariz estaba roja por el llanto. En un momento, ella empezó a toser sangre"

Me tropece y casí me caigo. Pero Jack me sujeta de la cintura.

- ¡Elsa! ¿Qué pasa?.- Pregunta preocupado.

Sombras de Luciérnagas    ✭☽ Jelsa ☾✭ (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora