Elígeme, Ámame // Meddison

Regreso a la Maternidad

Narra Meredith

Era nuestro último día en Florida, desperté con mi linda pelirroja abrazándome mientras dormía profundamente. Es uno de esos momentos en los que no quiero ni respirar para no molestarla, se ve tan hermosa y pacífica, no quiero cortarle el sueño.

Me quedé un rato admirándola, pero me urgía ir al baño y no me quedaba más opción que moverme. La levanté cuidadosamente para poder escapar, pero se movía cada vez que yo lo hacía para no tener que soltarme.

- Amorcito, volveré en un minuto - susurré intentando quitarmela de encima.

Se quejó y volvió a pegarse a mí, fue una completa lucha para poder levantarme. Quise dar un paso fuera de la cama y tropecé con algo que se enredó en mi tobillo.

- ¡¡Estoy despierta!! - gritó Addie asustada al escuchar el golpe.

Había olvidado que anoche nos pusimos creativas, mi pie estaba atado a la cama por alguna razón, hubo mucho champagne de por medio y mis recuerdos son borrosos.

- ¿Estás bien? - preguntó con su carita de dormida intentando desatar el nudo.

- Sí, había olvidado que se nos ocurrió experimentar - dije liberando mi pie.

- Sí, me duele la cabeza y creo que no podré caminar por al menos una semana - se quejó volviendo a acostarse y envolviendose en las sábanas.

- Te puedo cargar si quieres, caminar está sobrevalorado - bromeé dándole un besito antes de correr al baño.

Narra Addison

Voy a extrañar nuestros días en Los Hamptons, pero ya extraño demasiado a mis bebés, tengo que sacarme leche todos los días y me duele demasiado tener que tirarla. Archer fué por unos días a Seattle para darle una mano a Amy, él y Zola se adoran, quiero abrazarlos ya.

- Amor ¿En dónde dejamos el regalo para Richard? - preguntó Mer mientras se aseguraba de tener todo empacado.

- Lo dejé en la sala, tenía miedo de que pudiera romperse - contesté mientras terminaba de vestirme.

El cumpleaños de Richard es mañana, nosotras llegaremos a casa antes ésta tarde del anochecer y mañana queremos aparecer en el hospital con su regalo especial. Nos pareció un lindo detalle, él es nuestra familia.

- Entonces ya tenemos todo, sólo falta una cosa - dijo acercándose a mí.

- ¿Qué es lo que falta? - pregunté leyendo sus intenciones.

- Despedirnos de ésta casa - respondió besándome lentamente mientras me acariciaba.

- Llegaremos tarde - dije sin despegar mis labios de su boca.

- Serán sólo unos besos - pidió intentando convencerme.

- Cariño, contigo nunca son sólo besos - contesté levantando mi ceja, sabe muy bien que tengo razón.

- Está bien, tú ganas, pero sólo porque amo esa carita - dijo apretando mis mejillas y dándome besos ruidosos por todo el rostro.

- Meeerrr - me quejé entre risas intentando huír de sus cariños torpes.

Nos dimos unos cuantos besitos fugaces antes de por fin ponernos en marcha para ir al aeropuerto. Me dirigí a hacer el check-in mientras Meredith hablaba por teléfono con Archer para decirle que estábamos a punto de abordar. También le contó que me quemé la nariz con el sol y que ahora parezco un payaso, sé que ambos se burlarán de eso cuando estemos en casa, a veces odio que se lleven tan bien.

- Todo listo, en casa ya están avisados y nuestras hijas nos están esperando - anunció ella volviendo a mi lado.

- Las extraño ¿Y si ahora prefieren el biberón antes que a mí? - pregunté preocupada.