Sorpresa Nocturna

104 12 6
                                    

Narra Meredith

Addie aprovechó el día para descansar y acostumbrarse a la lactancia, mientras tanto, yo cuidaba a Zola. Ella estaba feliz de acompañar a su mami a todos lados, somos inseparables.

Mi novia me encargó algunas cosas que iba a necesitar para su recuperación, así que fuí por ellas mientras organizaba un presente que me emocionaba mucho.

Estuve a punto de perderla para siempre, la ví desvanecerse en mis brazos, ahora sólo quiero demostrarle todo mi amor. Los chicos del hospital me estaban ayudando a planear todo, sería algo sencillo, pero muy especial.

Narra Addison

Mer está actuando de forma un tanto extraña, se fué en busca de las cosas que le pedí y aún no regresa, ya pasaron unas dos horas. Les dí pecho a mis bebés, aún no controlo bien esa parte, pero iré agarrando el ritmo poco a poco. Me levanté para dejarlas en sus cunitas y aproveché para caminar un poco, necesitaba adaptarme y fortalecerme, será una larga recuperación.

- Holaaa ¿Me extrañaste? - saludó Meredith entrando con muchísimas bolsas de compras, ahora entiendo por qué se demoró tanto.

Incluso Zola tenía bolsas en sus bracitos.

- Hola, mi amor ¿Por qué compraste tantas cosas? - pregunté mirando todo lo que había traído mientras ella lo ponía delicadamente sobre los pies de mi cama.

- La mujer de la tienda me asesoró muy bien y me recomendó algunas cosas que no estaban en la lista - dijo sonriente para empezar a mostrarme todo lo que había traído, mientras Zozo y yo la observábamos.

- No conseguí la crema que querías para las estrías, peeero, encontré éste gel, además las tuyas son diminutas y se te ven hermosas así que no creo que lo necesites tanto - siempre consigue hacerme sonrojar con sus palabras, es demasiado buena para ser real, quiero comérmela a besos.

- También encontré una crema para la inflamación de tus pechos...yo puedo colocártela si quieres - me guiñó un ojo y me tentó a besar esos labios ocurrentes con mucha pasión.

- ¿Eso es un sí? - preguntó sobre mi boca sedienta.

- Tal vez - contesté para luego apartarme y seguir husmeando entre las compras, estoy consciente de que no podremos tener sexo por al menos una semana, debo controlarme.

- ¿Me compraste ropa? - pregunté viendo la marca de una tienda que me encanta en una de las bolsas.

- Sí, eso es porque quería consentirte - dijo mostrándome un lindo vestido negro ajustado que quedaba muy bien con mi estilo.

- Mer, me encanta, gracias - le dí varios besitos cariñosos, me gané la lotería con ésta mujer.

- También compré uno rojo con flores blancas porque amo cómo se te ve el rojo- agregó mostrándome otro vestido, ambos eran preciosos, creo que le estoy contagiando mi buen gusto.

También compró uno para Zola y se le vería muy adorable, ya quiero probárselo.

Se acostó conmigo y nos quedamos abrazadas por un rato dándonos besos y conversando sobre lo increíble que era haber formado una familia, Zola estaba en medio de las dos aportando palabras sueltas a nuestra charla, siempre hace que todo sea más divertido.

Cuando la conocí, ni siquiera pregunté su nombre, y ahora mis hijas llevan su apellido.

Sólo nos separamos para atender el llanto de nuestras bebés, Mer no quería que hiciera ningún esfuerzo, pero insistí en levantarme.

- Déjame cuidarte - me reclamó con un mini berrinche.

- Puedo cuidarme sola - contesté para molestarla con un gesto burlesco.

Elígeme, Ámame // MeddisonWhere stories live. Discover now