CAPÍTULO XVIII

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STOTTEL

Masry me dejó una carta antes de marcharse que decía :

Querido Stottel,

Si supieras realmente en cuantos aspectos me rompí cuando murió Lucie.....

Estoy bien. Me ves bien.

Pero hay cosas en mi que siempre estarán irremediablemente rotas.

Y aprenderé a convivir con ello lejos de Tinner Town.

Porque ahora mismo, esa ciudad contiene los recuerdos que conseguirán romperme aún más.

No te preocupes, sé que volveré.

No sé cuándo, ni cómo, ni donde.

Pero volveré.

No me busques, estaré bien.

Estaré viviendo como me pidió Lucie.

Y aunque nuestros caminos se separen nunca olvidaré nuestro efímero recorrido.

Nunca supe exactamente que fue lo que te pasó.

O quien te dio esos golpes de los que aún no te recuperas.

Nunca me dijiste qué guardabas bajo la armadura, si el corazón o la herida.

Pero no te caigas.

Porque dolería saber que te caes y no hay nadie para levantarte.

Me dolería saber que no te podría levantar.

El futuro casi nunca sale como lo planeamos, así que no hagas planes, deja que la vida te sorprenda.

Ya tienes un pequeño lugar en mi corazón que es más tuyo que mío.

No te preguntes si algún día te olvidaré.

Porque yo jamás olvido a la primera persona que me trajo el sol cuando mi mundo se oscureció.

Gracias, Stottel.

Por quedarte.

Por ser.

Por mi.

Volveré a por ti.

Volveré a ti, no te olvides.

Te quiere, Masry.

Cuando terminé de leer la carta, la doblé con cuidado y decidí vivir.

Sin padres encerrados en despachos.

Sin madres preocupadas por un futuro que me ahogaria.

Sin un techo que se me caía encima.

Quería tanto a Masry, que la dejé ir libre porque, si ella era feliz así, yo sería feliz así.

Algo pequeño, como un interruptor, cambió dentro de mi aquel día.

Eché raíces.

Desplegue alas.

Eché a volar.

✅Aquella versión que nunca te contaron  Where stories live. Discover now