Mamá y papá están gritando mucho más que otros días en la cocina.
La puerta de mi habitación está cerrada, pero aún así escucho como papá grita y mamá solo responde con monosílabos con esa voz que solo se le produce cuando está llorando.
Normalmente, suelo ponerme música e inventarme coreografías pero hoy apenas tengo ganas.
Papá me ha gritado en el desayuno porque se me ha caído el plato de la mesa mientras él y mamá discutían.
El plato se hizo trozos en el suelo y me obligó a recogerlos con las manos.
Tengo los dedos llenos de cortes y tiritas de Hello Kitty que Mamá me ha puesto mientras sonreía.
Aunque también estaba llorando, a pesar de que me lo trató de ocultar.
Cuando veía a Mamá llorar, sentía ganas de abrazarla muy fuerte y decirle que no pasaba nada. Pero la última vez que lo intenté papá se enfadó mucho más y me pegó, haciendo que tuviese sangre en el labio.
No me gusta la sangre, la veo demasiado oscura.
A mi me gustan los tonos pastel.
Como el azul del cielo. O el verde de la hierba. O el rosa del algodón de azúcar.
Estoy tumbada sobre la cama escribiéndote con mi boli preferido, el que me regaló Masry.
Masry es mi mejor amiga aunque creo que eso ya lo habré escrito unas mil veces aquí.
Masry no sabe que mis padres están gritando en la cocina.
Tampoco sabe de qué son las heridas ni las tiritas de mis manos.
Le he dicho que me he caído y me he peleado con un gato. Se ha reído pero no creo que me haya creído.
No creo que sea capaz de decirle cómo están en mi casa.
Sé que algún día todo pasará y volveremos a ser la familia feliz que éramos.
Mamá me dijo que las parejas sufrían inestabilidades durante las relaciones.
Pero no me gustan las cosas inestables.
No me gusta que me hagan daño.
Estoy escuchando a papá subir las escaleras hacia aquí.
Tengo que dejar de escribir, porque seguro se enfadará si ve que escribo intimidades en papel.
Ya está aquí.
Hasta mañana, querido diario.
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✅Aquella versión que nunca te contaron
浪漫Quizás nunca conociste a Stottel. Quizás nunca conociste a Masry. Quizás nunca conociste a Lucie. Quizás nunca supiste exactamente qué les pasó. Quizás nunca te quisieron contar la verdad. Tres personas. Tres tormentas. Tres nudos atados que trataro...
