ESTO ES UN DIARIO

16 10 5
                                    

Mañana es mi cumpleaños.

Cumplo dieciséis y me siento toda una chica mayor ya.

Lo celebraremos en el acantilado porque en mi casa nadie se acordará que es mi cumpleaños.

Papá estará fuera hasta la madrugada, como siempre.

Y mamá últimamente no sale de su habitación.

Come allí. Vive allí.

Se enrosca bajo las sábanas y llora a pesar de que trata de no hacer ruido porque sabe que, sino, me preocupo.

Hace dos días entré a su habitación para avisar que iba a salir con Masry y me encontré un cuerpo temblando bajo las mantas.

Su voz sonó rota cuando me dijo :

" Vale, cariño. Te quiero"

A veces lloro por las noches enterrando la cara en la almohada porque sé que en pocas horas papá volverá y destrozara lo poco que nos queda a mamá y a mi.

A veces, me pregunto que dirá la gente de nosotros si viviesen desde dentro.

Seguro que preguntarán :

¿Y por qué no hacen nada?

¿Por qué dejan que ese hombre las destruya?

Porque ese hombre es mi padre.

Y a pesar de todo el daño y el odio que me tengo a mi misma por sentirlo, sigue siendo mi padre.

Masry me ha preguntado dos veces en una semana cosas sobre mis padres.

Yo me he quedado callada las dos veces por que no sabía  qué responder.

A veces he tenido que aguantar las lágrimas delante de ella porque su familia es preciosa, porque, a pesar de que sus padres se separaran, seguían manteniendo una relación demasiado sana entre ellos.

¿Qué soy yo comparada con Masry?

¿Qué soy yo en su mundo?

No le aporto nada.

No le sumo.

No soy nadie.

Tan solo una adolescente más a la que le ha tocado ser destrozada.

A algunos les dan alas para volar y a otros nos las cortan.

Apenas sé si nací con alas.

Cuando me miro al espejo y veo las cicatrices en mi espalda y piernas, no veo mis alas.

Cuando lloro por las noches porque mi madre se está muriendo por dentro, no veo mis alas.

Cuando escucho a papá subiendo las escaleras, no veo mis alas.

Cuando me encuentro en medio de una ciudad que para mi parece que está ardiendo, no encuentro las alas para salvarme.

Se me enfría el corazón, querido diario.

Se me enfría y me congelo.

Solo una persona hace que arda.

Y ese incendio es Masry.

Pero no me hace arder como debería.

Me hace arder de dolor por su fuego que ni siquiera se da cuenta que desprende.

Me hace arder con todas sus sonrisas y miradas que no van dirigidas al corazón que está enamorado de ella, sino al corazón de la pequeña Lucie que ella conoció hace diez años atrás.

Buenas noches, querido diario.

Ojalá que no te hagan arder como yo me ahogo en el fuego.



✅Aquella versión que nunca te contaron  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora