Recesivo [Sanwoo/ Woosan]

26

—¡Adivina qué día es hoy! ¡Adivina!— un sonriente Wooyoung revoloteaba por la habitación, gritando y tropezando con todo objeto a su paso.

Yeosang le observaba trastabillear con sus propias pantuflas desde la comodidad de su cama. No ocultó su risa, si quiera cuando Wooyoung le miró con reproche. Aún no había contestado a la pregunta y ahora se estaba burlando de él.

—¿El día en que por fin abandonas el grupo?— comentó burlón, con una sonrisa de medio lado. Se dejó caer en el colchón apoyando en él sus antebrazos.

—Te gustaría.— rodó los ojos con pesadez, deteniendo su excitado deambular para volver a retomarlo poco después.— ¡Es mi cumpleaños!

—Yuju...— fingió excitación. Wooyoung volvió a detenerse para dedicarle otra mala mirada. Yeosang río y frenó sus burlas hacia el chico tierno que, aún en pijama, saltaba sobre la cama.— Es broma... Felicidades Wooyo.

—¡Gracias Yeyo!— saltó de la cama directo al suelo y se abalanzó contra el rubio, acabando los dos tumbados en el colchón, con Wooyoung aplastando al mayor, robandole la respiración.

—Vale vale, mucho amor por hoy.— Yeosang apartó los brazos que, por inercia, habían envuelto al menor para protegerlo de la caída.

—Eres un arisco.— se separó levemente de su cuerpo para mirarlo desde arriba. Casi era graciosa la forma en la que la posición acentuaba la papada de ambos.

—Y tu un exagerado.

—Touché.— fingió hastío por ultima vez antes de retomar su sonrisa.

Antes de poder apartarse de encima del mayor, picaron a la puerta. Sin esperar respuesta, se abrió levemente, dejando ver la cabellera de Jongho y parte de su cara.

—Wow.— dijo abriendo la puerta por completo ante la sorpresa, quedando estático en el umbral.— ¿Interrumpo algo?— bromeó.

—Sí, mis ganas de vivir.— respondió cortante Yeosang, apartando con fuerza nula el cuerpo de Wooyoung.

—Ah, ¿que tenías?— contraatacó el alfa.

Wooyoung río pero se obligó a callar con la mirada seria que ambos le dedicaron.

—Vaaale...— restó importancia al ambiente tenso que se formó entre aquellos dos.

Algo tramaban desde hacía tiempo, pero no sabría decir el qué. Las visitas de Jongho a su habitación eran extrañamente recurrentes, aunque aún más las de Yeosang a la habitación del alfa.

—¿Que haces aquí Jongho?— preguntó Wooyoung recolcándose en el colchón al lado de Yeosang.

—Yo, em...— por cada segundo de titubeo la sonrisa de Yeosang se ensanchaba y Jongho era consciente. No estaba ayudando a su estado de por sí nervioso. No tenía excusa, aunque Wooyoung tampoco parecía querer oírla cuando sonrió en grande y cambió el tema.

Más bien Wooyoung sabía que no sacaría nada de ninguno de los dos, así que prefirió dejar los secretos en lo que eran, secretos.

—¿Sabes que día es hoy?— comentó en su lugar, volviendo al brillo que exudaba apenas segundos antes.— ¡Adivina!

—Eeh, ¿Tu cumpleaños?

—¡Bingo!— chasqueó sus dedos y se levantó corriendo del colchón para abalanzarse sobre Jongho.

—Felicidades Wooyo.— El alfa abrió los brazos en grande, permitiendo que el omega saltará sobre él en un abrazo que casi los tira a ambos.

—¡Gracias Hoho!— de enterró en su cuello. El alfa desprendía un extraño olor amargo del que no pudo identificar el motivo.