Recesivo [Sanwoo/ Woosan]

8

Por fin llegó el día tan esperado y, a la vez, desdichado para Wooyoung. Sus ultimas horas en Los Angeles.

El avión de vuelta saldría a altas horas de la noche así que tenían toda la mañana y gran parte de la tarde para disfrutar del parque temático al que todos morían por ir.

Los recurdos del día anterior martirizaron a Wooyoung recién levantado.

Cada que las cosas parecían irle bien, el karma le demostraba por milésima vez que eso no estaba hecho para él.

"Podrán reprocharte mil cosas y debes ser el que duerma con la consciencia tranquila." Recordó las palabras de Hyuna.

Podía culparse hasta morir por su comportamiento pero, está vez, sería diferente. ¡Si quiera había sido su maldita culpa, sino la de San! Su error fue depositar un atisbo de confianza en él, que se vió rota a pedazos después de casi inducirle al celo.

Cuanto más confiaba en la gente, más lograban decepcionarle.

Le avergonzaba su actitud de omega en celo, era una faceta que no esperó que el resto descubriera tan pronto, un Wooyoung delirante y caprichoso, rogando porque alguien le atendiera.

No volvería a pasar, por eso afrontó el día alejándose de San todo lo que pudo. El alfa hizo por acercarse, incluso le pido disculpas tantas veces que perdió la cuenta. Nada de eso servía para recuperar su confianza.

En contra parte estaba Yunho, al cual le robó una sudadera friki con la que ir a Universal Studios y no despuntar entre el resto.

Tuvo el gesto de cuidarlo cuando podría haberse aprovechado de su estado vulnerable. Aseguró su comodiad y no titubeó ni un poco frente a su petición desesperada de compañía. Se mantuvo estoico y no le tocó ni con un palo. Yunho sí se merecía su amabilidad, no San.

Disfrutó de la tarde junto a Yunho y Mingi, el último resultó ser tan amable como su mejor amigo. Ambos se encargaron de entretenerle conformando la mejor dupla jamás vista.

Eran un par de adeptos a Harry Potter y no faltaron sus bromas mágicas. Tampoco se cortaron un pelo al llamarlo "mugle". Wooyoung no supo decir si debía ofenderse, pero la forma casi retorica en la que se burlaban bajaba cualquier guardia que su mente paranoica quisiera interponer.

San, por otro lado, tenía los ánimos por los suelos. El supuesto mejor día se vio arruinado por su ineptitud. Se torturó todo el viaje. Incluso Hongjoong hizo un esfuerzo por dejar su orgullo de lado y animarle, pero nada lo conseguía realmente.

Se disculpó ante Wooyoung durante horas, hasta que entiendío que no funcionaría y solo lo estaba empeorando. Hasta que Yunho apareció para calmar las aguas y fue él quien debió calmar a su alfa para no saltar a su yugular.

Estaba perdido si creía poder controlarlo. Cuando se trataba de Wooyoung, era más fuerte que él. Por eso se alejó todo lo que la distibucion social de sus compañeros en común le permitió.

La situación no mejoró al volver a corea. Se ignoraban mutuamente y las cenas en conjunto finalizaron.

San pasó un mes estudiando sobre los sub géneros. De poco le servía si, a la práctica, debía rezar un milagro para no matar a Yunho.

Hongjoong se veía contento con su avance y más recíproco a permitirle volver junto a Wooyoung. Pero las cosas habían cambiado.

Wooyoung ya no cenaba en la soledad de su habitación, ahora lo hacía acompañado de Yunho y Mingi, junto a todos en la mesa principal. Incluso ayudaba a Seonghwa a veces. Se estaba integrando de maravilla y no era gracias a él.