Secretos

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*Nota de autora*

¡Me siento como George R.R Martin, el mayor asesino literario de la historia! (atrasito de Shakespeare)

Sé que muchas de ustedes no se esperaban el final feliz (en esta historia sería muy irreal), y tampoco mataré a todos (para que no me maten a mí). Pero es oficial, alguien tendrá que morir en esta historia, y ese alguien seguirá en suspenso hasta que esta historia avance. Ya le quedan pocos caps para terminar, así que junten agua y muerdanse las uñas de las manos y los pies, que ya les traigo un capi nuevo :9


Haru

Esta mañana desperté con una sensación de bienestar que no creí sentir en bastante tiempo. Makoto seguía a mi lado en la cama, roncando suavemente y con su nariz en mis cabellos. Su expresión serena y relajada me embargaba, me traía una paz que no creí merecer en años pasados. Dulce regocijo era permanecer en sus brazos, su corazón latiendo fuerte y claro, con la cabeza apoyada en su pecho. Un suave gruñidito interrumpió la quietud de un nuevo amanecer, y me topé con la sonrisa suave del Ghoul pelicastaño...Pero había algo en su sonrisa que me confundía; no era la mueca alegre y amable que siempre me dedicaba. Sus labios estaban tensos, y sus ojos no tenían ese brillo especial, parecía una expresión forzada y cargada de algo que no supe descifrar...¿Será angustia?

-Buenos días-saludó el ojiverde, con voz suave y serena, cuyo toque melancólico se hizo notar a grandes rasgos. Lo miré extrañado,con una mano deslizando por las mejillas

-¿Estás bien?-pregunté en voz baja, arrullando sus movimientos con las caricias que le daba a su rostro y a sus cabellos. Me abrazó fuertemente contra su pecho,escuchando el acelerado latir de su corazón de Ghoul

-Haru...prométeme que si algo me sucede...te cuidarás y nunca me olvidarás...prométemelo...-murmuró, con las lágrimas enjugando sus ojos. ¿Por qué sus palabras sonaban como una amarga despedida?

-Me estás asustando-gemí quedamente, sintiendo sus manos enredarse en mis cabellos y atrayendo mi rostro al suyo, besando mis labios con pasión y desesperación. Sus ojos de Ghoul hicieron aparición, quienes mantenían aquel brillo desesperanzado en la mirada 

-¡Solo promételo!-exclamó el pelicastaño, enterrando sus manos en mis cabellos, haciéndome saltar del asombro

-Te lo prometo-respondí extrañado, a lo que Makoto enterró su cabeza en mi cuello y mordió suavemente mi cuello, sacando algo de sangre. Bebió hasta saciarse, quedándose dormido en mis brazos-Makoto, necesito levantarme...Tengo que ir a clases...-gimoteé quedamente, a lo que el agarre del pelicastaño aflojó, dejándome en libertad al fín. Me levanté de la cama lo más rápido que mi cuerpo permitió y contemplé el cielo, donde unos nubarrones grises cubrían y oscurecían la atmósfera


Llegué a la facultad de Psicología, y grande fue mi sorpresa al enterarme que estaría solo. Kisumi nunca se apareció, al igual que Sousuke, lo que me daba una inexplicable sensación de pánico corriendo por mi piel. No tuve mayores motivos para socializar; saqué un libro que me prestó Makoto y permanecí leyendo gran parte del día. No presté mucha atención al contenido del libro, era una excusa para inmiscuirme en lo que pasaba en mi interior 

...Tenía un mal presentimiento...Algo en mi corazón me decía que un gran nudo se formaría, que un estallido de emociones conflictivas saldría de mi fuero interno. Repasé suavemente la nueva marca que el Ghoul me dejó en el cuello, suave y sin mayores cicatrices que lamentar; nunca antes Makoto estuvo así de desesperado por alimentarse

...¿Me estará ocultando algo?...

...¿Tendrá algo que ver con Kisumi?...

...¿Qué tanto estará involucrado Sousuke?...

Solo una mordidaWhere stories live. Discover now