¿Qué se trae?

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Makoto

Al terminar la primera cátedra del día, el profesor Hamada me mandó un par de trabajos recuperativos, para no perder notas en el trimestre. Al recibir los proyectos, salí del salón y Haru me recibió con una mirada compungida. Señaló a Kisumi y al chico nuevo, quienes estaban muy acaramelados por el pasillo. No me preocupé, pues sabía que Kisumi podía cuidarse solo en torno a su vida amorosa

-Déjalos, se ven bien-le contesté con una sonrisa, pero el pelinegro de ojos azules me dedicó una cara de furia mal contenida

-¿¡Quieres que me tranquilice cuando ese idiota le puede hacer algo a Kisumi?!-siseó en voz baja mientras se aferraba más a mi brazo y me empujaba a uno de los baños de hombres. Al comprobar que no había nadie, nos encerramos en una caseta y pudimos alzar el volúmen de nuestras voces

-Makoto, ese tipo es de mi pasado, y no es la parte más feliz de este-espeta ahora con una de sus manos entre las mías-Tengo miedo de que algo malo pueda pasar

-¿Pero a que te refieres?-pregunté con la ceja arqueada. Un mohín preocupado se empezó a gestar en sus labios y un temblor notorio invadió estos, un suspiro escapó y me miró con incomodidad

-Verás...Sousuke, el tipo nuevo que estaba con Kisumi...es mi ex-novio-soltó con el temblor de la voz presente. Abrí los ojos de forma desmesurada y mi pude jurar que mi mandíbula casi caía al suelo

-¡¿ESE TIPO ES TU EX?!-exclamé por la sorpresa; me alcé de puntas y me percaté de que no había nadie mirándonos. Volví a mi posición y me concentré en Haru-Ok, me disgusta un poco que hayas tenido a otro hombre antes que a mí-mi ceja derecha empezó a temblar, pero me concentré en el tema por el que estamos aquí-Pero, ¿qué tiene que ver él con tu pasado?

-Es difícil de contar, pero trataré de ser lo más breve y conciso posible: Yo tenía 17 años cuando lo conocí; era estudiante de economía, así que pedí su ayuda en algunas materias. Nos enamoramos y en cuanto cumplí los 18, me mudé con él-suspiró el pelinegro. Acaricié sus cabellos; en verdad parecía una historia linda, sacada de una película de amor-Pero las cosas no siempre terminan bien...descubrí en él un lado posesivo y celoso que me asfixiaba. Me revisaba las llamadas, se la pasaba encima de mí y a menudo armaba escenas de celos innecesarias; e increíblemente, eso no era todo. Hubo una vez en la que discutimos, y terminó dándome una bofetada; se disculpó y dijo que nunca lo volvería a hacer, aunque se repetía constantemente-el temblor que invadió las comisuras de mis labios no se me relajó, y me dieron unas ganas irrefrenables de salir y darle una golpiza al tipo, pero frené en cuanto sentí un par de brazos aferrarse a mi pecho. Unas lágrimas cálidas mojaron mi camiseta y alcé la barbilla del pelinegro, para depositar un casto beso en su mejilla

-Haru...¿hay algo más que no me estás contando?...-pregunté limpiando sus lágrimas con el dedo índice

-¿Quieres saber el motivo por el cuál escapé de él?-pregunta, a lo que asiento con la cabeza-Una noche, él me forzó a tener sexo con él, tras pelear. Me amarró con el cinturón y me golpeó tambien. Quedé devastado y no pude aguantar más su actitud, así que tomé lo poco con lo que disponía y me mudé a Tokyo. Nagisa me abrió las puertas de su casa y le conté mi situación; él fue muy gentil al ayudarme y ahora que quiero reformar mi vida, él se vuelve a aparecer a estropearlo todo-las lágrimas volvían a nacer en sus ojos y lo miré con delicadeza.

Ahora que contaba con el beneficio de la duda, ese tipo me resultaba una plaga que debía desaparecer de la vida de Haru; Kisumi salía con él, así que podría convencerlo para que nos deje en paz. Ahora que lo meditaba, ese tal Sousuke tenía un aura extraña, un algo que captó mi atención no como persona, sino que como Ghoul

...¿Sería uno de mi especie?...


-No importa ahora, él está en el olvido. Y si quiere meterse de nuevo en mi vida, cuento contigo para que lo saquemos de ahí-me murmura con una sonrisa y me besa los labios de forma delicada.

Quise intensificar más ese beso, pues la compactación del lugar en el que estábamos y el aumento de la temperatura me estaban aumentando el deseo. Lo arrollé contra la puerta del baño y lo besé ahí, firme y fuerte, pero sin lastimarlo. Mis manos hacían recorridos en sus hombros y las suyas se perdían en mi espalda, aferrando los músculos de esta. Nos separamos y un hilo de saliva conectaba nuestras bocas

-Te quiero-murmuro contra sus labios, a lo que este jadea suavemente y me abraza

-Y yo a tí-me responde con el mismo sonido escapando de su boca y me besa de nueva cuenta, aunque de forma casta-Deberíamos salir, la clase de Filosofía va a empezar-espeta el pelinegro, mientras se arregla el sweater que llevaba puesto-¿No vienes?-estrecha mi mano con la suya y salimos del baño, siendo saludados por Kisumi, en compañía de alto chico pelinegro de ojos turquesas, ese tal Sousuke

-¡Wow, no esperaba encontrarlos aquí!-silba el pelirrosado con una maliciosa expresión en sus labios. El tal Sousuke sonríe pedante, y el deseo de tirarle los dientes es tentador

-Ya íbamos saliendo, tenemos Filosofía ahora-Haru me toma de la mano y me arrastra del baño. Sousuke choca su hombro conmigo y me sigue dedicando aquella expresión pretenciosa que lleva consigo


Sousuke

El tal Makoto es tal como lo describía Kisumi, era el tipo de hombre por el que Haru moría: Alto, fornido, de ojos claros y mirada sincera, las mismas patrañas con las que lo enamoré. Kisumi me mira con el ceño fruncido y sus brazos a la altura de su pecho

-No me gustó la forma en que miraste a mi amigo-me reprende mi compañero de revolcón

-No pude evitarlo-esquivé su mirada-¿Cómo se supone que me arregle con Haru si ese perro guardián está con él todo el día?-espeto y lanzo un escupitajo al suelo

-Tranquilo-sus manos se posan en mi rostro y me besa los labios de forma tierna-Si quieres que las cosas funcionen bien, tienes que apegarte al plan inicial-me dice de forma seria. Saca su celular y lo mira, asombrado-Vamos tarde a Ética, tenemos que irnos

-Claro-sonrío de medio lado y enrosco un brazo alrededor de su cintura, para salir de ahí-¿Donde queda el salón de clases?

-Yo te guío-el pelirrosado me besó la mejilla y nos perdimos en el pasillo. Mi mirada se perdió en el pequeño pelinegro y en su acompañante, mientras una expresión ladina nació en mi semblante. El tipo alto me miró de forma curiosa y entró a un salón con el pelinegro a su lado-Sou-chan, tenemos que irnos-espeta Kisumi, mientras me arrastra con la fuerza de sus manos y perdernos en el salón de clases


*Nota de autora*

¡¡HOLA!!

Miren, sorry por no publicar ayer como prometí, pero es que hoy empieza la Copa América y ayer salí a hacer compras de última hora para el partido inaugural, en el que la selección de mi país empieza. Y además de eso, me surgieron un par de compromisos de última hora, así que tiempo para publicar no disponía de mucho

Espero les guste el capítulo de hoy, besos y abrazos para todos

PINGU-CHAN DICE BYE-BYE <3



Solo una mordidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora