022 | Batalla De Corazones

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022 | Batalla De Corazones






El caos reinaba en el mundo mientras Tifón, la monstruosa criatura primordial, se abalanzaba sobre nosotros con furia.

Desde mi carro sobrevolé su cabeza disparando flechas a diestra y siniestra mientras esquivaba difícilmente sus brazos intentando capturarme: logré dar en el blanco cuando una de mis flechas se dirigió a su entrecejo causándole una profunda herida pero se necesitaría más que flechas llameantes para derrotar al hijo de Gaia.

El horrible temporal que debilitaba mi energía solo me impedía concentrar mi poder en una sola fuerza para al menos agotarlo hasta que se nos ocurriera otra forma de vencerlo. Los caballos tiraron de mi carro y tensé el arco una vez más para lanzar mi flecha que con suerte llegó a traspar el oído izquierdo de Tifón, su bramido de dolor creó una ventisca que me llevó a chocar con el carro de Atenea la cual luchaba codo a codo junto a Zeus.

— ¡Padre! —lo llamé viéndolo lanzar su rayo al pecho de Tifón sin éxito—. ¡Escúchame, por favor! ¡Tifón es solo una distracción! ¡Cronos y su ejército están preparando un ataque al Olimpo ahora!

Cuando Tifón logró lanzar a Hefesto al mundo mortal causando que mi viejo compañero creara un nuevo lago en Virginia Occidental con el impacto de su caída, las visiones llegaron a mi: Luke Castellán liderando todo un ejército de monstruosidades, con sus relucientes ojos dorados y su guadaña lista para atacar.

Y casi todo el Campamento Mestizo se encontraba en el Empire State Building.

Zeus se giró hacia mí con expresión de incredulidad y furia.

— ¡Si no detenemos a Tifón las consecuencias serán peores, hijo mío! ¡Céntrate en tu deber!

— Lo sé, padre, pero...

— ¡Basta! —tronó Zeus, negándose a escuchar más—. Mi atención está puesta en esta batalla y la tuya también. ¡No permitiré que te distraigas del enemigo!

Sentí una oleada de frustración ante la negativa de mi padre pero de cierta manera lo entendía, Cronos había sido una mierdecilla de vencer comparado con Tifón.

— ¡Atenea! —Mi hermana detuvo su ataque y me miró—. ¡Apóyame, joder! ¡Tú sabes que Cronos podría estar aprovechando esta distracción para atacar al Olimpo! ¡Los semidioses están allí listos para defenderlo!

Atenea observó seriamente através de su casco de guerra y casi pude ver millones de electrocircuitos dibujarse en sus ojos antes de asentir con determinación:

— Apolo tiene razón, padre. Si el Olimpo cae, nosotros también.

Zeus frunció el ceño y escuché el bramido de Ares atacando frente a frente a Tifón con Eros y sus flechas respaldándole.

— ¿Y qué propones? —mi padre gruñó apretando su rayo, por un momento creí que me lo lanzaría a mí para callarme y derribarme—. ¿Qué abandonemos la lucha? ¡¿Qué le cedamos la victoria?!

Negué frenéticamente. Apreté las cuerdas que unían mi carro a los caballos evitando que la enorme ventisca nos llevara y miré a Zeus con desesperación.

— Necesito ir al Olimpo para advertir a Percy Jackson. Ellos podrían ser nuestros últimos bastiones de defensa contra Cronos. Necesitan prepararse ahora que sabrán que están solos.

La expresión de Zeus se endureció aún más.

— ¡No, te necesito en aquí en el campo de batalla!

Apollo's Heart | Apolo ²Where stories live. Discover now