Capítulo 42

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Salimos al pasillo y mis padres estaban derrumbado mientras que Val estaba pegada como una lapa a Harry.

- Voy a preguntar lo que hay que hacer ahora - dijo Lando y mi padre lo miró.

- No te preocupes Lando - dijo mi padre.

- Tranquilo, no me importa. Es para que no tengáis que pasar esto ustedes solos - dijo Lando.

- Espera, yo te acompaño - dije.

- ¿Segura? Iba a ir yo - dijo Harry.

- Sí, yo voy - dije y Lando me dio la mano para acompañarlo.

Las enfermeras nos explicaron todo el proceso y tuvimos que esperar a la funeraria. Lando seguía con la mano agarrada a cada cosa que hacíamos, no me dejaba sola en ningún momento.

- Señorita Dennis, vamos a una sala - dijo apareciendo el chico de la funeraria.

Lando entró conmigo, nos sentamos en una mesa y me tocó escoger todo. Mi hermano siempre había dicho que si algún día le pasaba algo quería ser incinerado y que lo dejáramos cerca de fábrica donde él había sido muy feliz. Y tenía que cumplir todo lo que me había pedido.

Elegí las flores, urna y mil cosas más y Lando me ayudaba con todas las decisiones, sabiendo que nadie de mi familia podría estar fuerte para ese momento.

- Trasladaremos a su hermano a la capilla, dentro de una hora o dos horas más o menos - dijo el chico de la funeraria.

- Gracias - dijo Lando y salimos de la sala.

- Lo siento muchísimo.

Llegamos de nuevo a la sala, estaban todos sentados y yo fui directa a sentarme junto a mi padre.

- Lo llevarán al pueblo y Bella ya se ha encargado de todo - dijo Lando mientras que le daba la mano a mi madre.

- Muchas gracias Lando - dijo mi padre.

- Por Jake... - dijo Lando. - Deberíamos irnos a cambiar, y nos vemos allí.

- ¿Me puedes llevar a casa? - pregunté.

- Sí, claro - dijo Lando.

Val se fue junto con Harry y mis padres, Lando y yo caminamos juntos hacia la salida. En un silencio que ninguno era capaz de romper .

Nos subimos al coche, Lando condujo hasta casa mientras que me cogía la mano.

- ¿Tienes ropa? - pregunté a Lando.

- Me tienes que prestar alguna sudadera - dijo Lando.

- Tienes suerte de que siempre me las cojo grandes - dije y lo miré.

- ¿Estás bien? - preguntó Lando cuando aparcó el coche.

- Creo que estoy entiendo lo que está pasando - dije y Lando me atrajo hacia él para abrazarme.

Subimos hasta casa y me fui directa a la ducha porque aún tenía el pelo mojado de la lluvia.

En la privacidad de la ducha, el agua caliente cae sobre mi cuerpo, creando un velo que oculta las lágrimas que caen sin cesar. Cada gota se mezcla con la tristeza que tengo en el corazón, formando un torrente de emociones abrumadoras. El sonido del agua que golpea contra el suelo proporciona un suave consuelo, amortiguando los sollozos y los susurros de dolor que escapan sin control. Con la cabeza inclinada hacia abajo, las manos buscan desesperadamente algún apoyo en las paredes frías, mientras el corazón se siente pesado, como si estuviera cargando el peso de un universo de pérdida y ausencia. En ese momento íntimo y vulnerable, el dolor se convierte en un torrente incontrolable que se libera en un mar de lágrimas, esperando encontrar un poco de alivio en el refugio solitario de la ducha.

Noté como las manos de Lando abrazaba mi cuerpo. Al darme la vuelta estaba allí metido conmigo mientras que el agua también recorría su cuerpo. Me aferré a él mientras que lloraba u soltaba todo lo que había pasado en tan pocas horas. Lando simplemente me abrazaba, mientras que agua seguía cayendo sobre nosotros. En ese momento sentí que Jake había puesto a Lando en mi camino por alguna razón y ahora entendía el porqué.

Lando no se separaba de mi, dejó que lograse desconsoladamente mientras que me acariciaba.

- Gracias - dije aún con lágrimas en los ojos.

- Cuenta conmigo para lo que quieras - dijo Lando.

- Te has portado muy bien conmigo durante todo este tiempo - dije mientras que acariaba su espalda que era bastante suave y notaba como el agua parecía que también lo abrazaba.

- Jake me tenía medio amenazado - dijo riéndose.

- Siempre fui su preferida - dije y reí mientras que miraba los ojos de Lando.

- Pues sí, eras su favorita - dijo Lando mirándome.

Salimos de la ducha y nos vestimos y salimos hacia el funeral. Al llegar estaba Zak que se le veía bastante destrozado al igual que mucho de los miembros del equipo.

- Lo siento muchísimo - dijo Adam al verme.

- Muchas gracias Adam y por todo loq ue habéis hecho durante estos meses - dije.

- Sabes que tienes una segunda familia aquí. Te agradecemos cada cosa que has hecho por Lando.

- Lo mismo que ha hecho Lando por mí- dije y me volvió a abrazar.

- Querida mía - dijo Zak cuando se acercó a mí.

- Ya no vas a tener a tu mano derecha - dije y comenzaron a salir algunas lágrimas que iba recorriendo las mejillas de Zak.

Jake era la mano derecha de Zak, siempre iban juntos y Jake ayudaba muchísimo a Zak con muchas de las decisiones que habían que tomar para el equipo. Mi hermano tenía muchísimas responsabilidades dentro del equipo pero siempre esstaba codo con codo con Zak.

- Siempre diré que eres un clon de tu hermano, parecían hasta gemelos. Hay muchas cosas de Jake en ti - dijo Zak antes de volverme a abrazar.

Tenemos un pacto / Lando NorrisWhere stories live. Discover now