Capítulo 28

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- Lo que echo de menos es que tengas la espalda descubierta.

- Lando, te estás pasando de los límites - dije y levanté la ceja.

- ¿Qué límites? - dijo mirándome.

Aunque Lando no sea de mis prototipos de chicos, tenía que reconocer que tiene una sonrisa y unos ojos muy bonitos. Además, de que era amables pero creo que o de amable era por lo que era.

- Deberíamos hacer un contrato poniendo límites entre nosotros - dije.

Miré lo miré y la verdad, es que me hacía muchas gracias las muecas que hacía pero tenía que intentar ponerme seria.

- ¿Y qué deberíamos poner? - preguntó Lando.

- Holi Lando - dijo Val dándole un abrazo a este.

- Te ha quedado genial todo - dijo abrazando a mi hermana.

- Tengo que reconocer que Bella ha ayudado bastante, lo que tiene cuando es la próxima incorporación de la empresa - dijo Val. Lando me miró y yo le sonreí y comencé a mirar a los alrededores.

Había tenido la suerte de que mi hermana y mi madre me pidieran ayuda para la fiesta y estaba muy feliz de poder hacer cosas relacionadas con mi futuro trabajo y la verdad es que me había gustado bastante. A lo lejos vi a Charles, venía junto a un chico rubio que me llamo bastante la atención porque tenía una sonrisa preciosa.

- ¿A quién miras? - preguntó mi hermana interrumpiendo la conversación que estaba teniendo con Lando.

- A llegado Charles, un piloto de fórmula 1 que he invitado - dije y miré.

- Ha venido con su hermano - dijo Lando detrás de mi.

- Lando, porque sé que lo vuestro no es real y porque también sé que no eres nada el prototipo de mi hermana - dijo Val mirando a la misma dirección que yo.

- ¿Por? - preguntó Lando.

- Porque otra cosa no, pero esta niña le encantan los rubios - dijo Val y Land0 no dijo nada más. - Se me había olvidado, mamá quiere hablar con las dos. Ya luego lo saludas.

Dejamos a Landó allí y este fui directo a Charles para saludarlo mientras que yo me iba metiendo entre la gente. Mi madre nos felicitó a las dos por lo bien que había quedado la fiesta y la gran cantidad de gente que se había acercado a la inauguración. Estuvimos hablando de algunos pequeños detalles que teníamos que dejar listo para la próxima fiesta.

Salí a la terraza a tomar algo de aire, me apoyé en las barandillas que daban hacia el paisaje de la playa.

- Todo lo de Mónaco es bonito - dijeron detrás de mí.

- Bueno, no está nada mal - dije y me di la vuelta.

Al darme la vuelta estaba la sonrisa que había visto con Charles, y tenía que reconocer que de cerca era mucho más guapo de lo que me estaba, sin hablar de la sonrisa que tenía que me estaba dejando sin palabras.

- ¿Nada mal? - preguntó poniéndose a mi lado.

- A ver, soy de Inglaterra y vivo enamorada de ella - dije y lo miré.

- No está mal - dijo y sonrió -. Perdón, soy Arthur.

- Bella, encantada - dije.

- Lo mismo digo. La novia de Lando, ¿Verdad? -. En ese momento volví a la realidad.

- La misma - dije y sonreí.

- Bella - dijo Charles apareciendo con Lando.

- Hola Charles - dije y le di dos beso.

Lando se puso a mi lado poniendo la mano en la cintura. Yo sin quererlo volví a arquear la espalda mientras manteníamos una conversación los cuatros. Ellos fueron en buscar de algo de beber y Lando y yo nos quedamos solos.

Al estar por el lado que no estaba cubierto, cuando Arthur giró la cabeza para vernos, Landó aprovechó el momento para besar mi hombro. Noté los labios de Lando mientras que acariciaba mi brazo en busca de mi mano para luego entrelazarla con la mía. Había sido un beso suave y pero se notaba que también había algo de deseo por la forma en la que buscaba mi mano. ¿Celoso? ¿Por qué debería estarlo? No éramos nada.

Tenemos un pacto / Lando NorrisOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz