No insultes a una mujer, Hank...

Abbie me busca con la mirada. Sus ojos chispean con algo que parece molestia, pero no puedo prestarle atención a eso cuando veo que ese sitio me dejaría frente a ella.

Sería una buena vista, y también puedo mantener a Carmel controlada teniéndola cerca.

Me encamino hasta allí y me siento en el espacio libre. Los padres de Carmel la observan con duda en sus ojos, hay algo que ellos no terminan de comprender y seguro se preguntan por qué su hija le hace lugar en la mesa al vacío. Otra forma de recordarme que nadie me ve, y que sin su pequeño gesto me habría quedado mirándolos comer desde un costado como un perro.

La molestia que empieza a picarme desaparece cuando veo su bonito ceño fruncido y sus labios moverse en una mueca que se me hace adorable.

Qué mujer...

No hay palabras para describir lo preciosa que se ve con ese vestido rojo, el cabello recogido que muestra la piel de su cuello y ese labial oscuro que incita a lo prohibido.

Si la tentación tuviera nombre, sería el de ella.

Suspiro sin poder evitarlo. Debo verme como un tonto observándola como si fuera un pastel, pero en este momento se me antojaría uno.

Dios mío, ¿qué me has hecho? Yo no era así.

Busco sus ojos noche moviendo mi cabeza para que entre en su campo visual, pero ella rehúye de mí con ganas. Por la forma en que se cruzó de brazos, lo marcada que está su mandíbula por morderse la mejilla y su ceño fruncido, supongo que está molesta. Pero, ¿por qué?

—Me alegra que todos estemos reunidos. Hoy tenemos el placer de celebrar que mi querida Carmel pudo encontrar el amor en un hombre increíble.

Más bien, el pobre hombre increíble ha caído en las sucias manos de su querida Carmel.

Pese a que Austin busca su contacto, ella lo ignora porque tiene toda la atención puesta en Abbie. Y eso no me gusta nada.

Aleja tus sucios ojos de ella.

—Estoy agradecido con ustedes por aceptarme en su familia. —Por el amor del universo, que forma más sutil de cavar su propia tumba.

¿Familia? Esas personas son capaces de borrarlo de la "familia" a la primera que haga algo mal.

Es un peligro que Austin esté con esa mujer. Y estoy seguro de que Carmel no es una joven de relaciones largas, así que algún plan debe tener entre manos.

¿Pero qué puedo hacer yo al respecto?

—No veo la hora de que ese amor lleve puesto un anillo.

Observo a Abbie al instante. Por lo que he tenido el gusto de conocerla, sé que la idea de su única familia contrayendo matrimonio con una persona así debe sentarle como una patada en el estómago. Su rostro se deforma y sus ojos se cristalizan.

Le doy un leve golpe en el pie que llama, al fin, su atención. Levanta la cabeza y respiro profundo para evitar sonreír, embobado.

He conocido cientos de mujeres, desde las más angelicales hasta las más exóticas. He visto muchachas de todo tipo de piel, cuerpos, nacionalidades y personalidades. Ninguna jamás pudo generarme el suficiente interés como para querer un segundo encuentro. Y sin embargo aquí me encuentro, doscientos años después suspirando maravillado por una castaña de ojos negros que se sonroja cuando nuestros ojos se encuentran.

Podría besarla toda la noche y estoy seguro de que no me sería suficiente.

Cuando traen la cena y la veo morderse el labio dudosa por qué cubierto escoger, caigo en cuenta de lo perdido que estoy, observando cada gesto de una mujer que ni en un millón de años podré tener.

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⏰ Huling update: May 21, 2024 ⏰

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