Capítulo 116: El corazón dulce del hermano sádico (35)

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Después de que Lin Yichi y Duan Lihong se marcharon después de mostrar su preocupación por Tang Guo, Dong Mei cerró rápidamente la puerta de la habitación del hospital.

"¿Le gusta a Guo Guo Lin Yichi?", preguntó Dong Mei con nerviosismo, con las palmas de las manos sudorosas. "¿Es un poco, mucho, o incluso demasiado?"

Tang Guo se sorprendió por un momento y luego comprendió de inmediato por qué Dong Mei estaba tan nerviosa.

Cuando Dong Mei vio que su hija no respondía, su corazón se hundió. ¿Acaso le gustaba mucho?

"Mamá, ¿de qué estás hablando?", Dong Mei volvió en sí, acariciando la frente de su hija con ternura en sus ojos. "Si es alguien que te gusta, mamá te ayudará a evaluarlo y ver si es digno de ti".

Tang Guo: "..."

"Si no es lo suficientemente bueno, y tú aún así quieres estar con él, papá y yo encontraremos la manera de hacerlo lo suficientemente bueno para ti. No te preocupes por nada de esto, solo necesitas aceptar a un hombre excepcional en el futuro", continuó Dong Mei.

Tang Guo tomó la mano de Dong Mei y le sonrió dulcemente, "Mamá, no es necesario".

"No tienes que ayudar a otros a educar a sus hijos por mí", dijo Tang Guo.

Al escuchar esto, Dong Mei se quedó atónita y miró a su hija frente a ella. "Guo Guo, ¿no te gusta Lin Yichi?"

Tang Guo se levantó y se acercó al oído de Dong Mei. "Mamá, ¿crees que me gustaría Lin Yichi?"

El anfitrión no era tonto; siempre había sido una persona inteligente, y los padres Tang tampoco creían que su hija fuera una tonta. Simplemente tenía poca exposición al mundo exterior y, como máximo, era un poco ingenua.

"Mamá, siempre has sabido a quién me gusta, ¿verdad?", dijo Tang Guo.

Al escuchar esto, Dong Mei recordó algo y sus ojos se llenaron de lágrimas. Suspiró y acarició la cabeza de su hija. "Es solo que ese niño, Tang Zheng..."

"Mamá, no fuerces a hermano", dijo Tang Guo con voz baja, "No quiero verlo triste. Déjalo ser feliz, no importa si le gusto o no".

Sí, los padres de la persona original sabían que ella estaba interesada en Tang Zheng.

Ella había invertido mucho esfuerzo, persuadiendo a los dos padres para que ayudaran en secreto a Tang Zheng cuando estaba iniciando su negocio. ¿Cómo no iban a entender sus sentimientos?

Ella era solo una chica tonta por amor, sacrificándose en silencio detrás de escena.

Al final, la persona que protegió, la cortó en pedazos.

"¿Y qué pasa con Lin Yichi?", Dong Mei dudó, entendiendo los sentimientos de Tang Guo. Ella nunca había considerado a Lin Yichi.

Tang Guo abrazó a Dong Mei y susurró en voz baja, "Mamá, él es solo un hombre codicioso e inútil. La familia Lin no son buenas personas, así que solo tienes que estar atenta a lo que quieren hacer. No te preocupes, no saldré herida".

"Haré que sepan que la princesa de la familia Tang no es alguien a quien puedan calcular fácilmente".

Las palabras orgullosas de su hija hicieron que Dong Mei se riera y le tocó la frente. "Tienes una mente traviesa".

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