Diario de Paul XXXV: ¿Y por qué estoy aquí?

3K 132 10
  • Opgedragen aan Rocio Ortega Sosa
                                    

Londres, 17 de Noviembre

Hoy en clase Delia y Aaron han estado haciendo el tonto toda la primera hora y en el descanso entre clase y clase. Ella se reía muy alto y, aunque era un poco molesto, eso es mucho mejor que cuando se pasaba toda la hora quejándose en su silla como si estuviese hecha de alfileres.

El mismo día que volví a Londres, recibí un mensaje de ella preguntándome qué tal lo había pasado en casa. No era un mensaje habitual, pero me había sonado sincero y, no sé por qué, me apeteció llamarle por teléfono. Estuvo haciéndome muchas preguntas sobre mi casa, sobre papá y mamá y mis amigos. Fue una conversación entretenida, como sólo Delia sabe hacer, plagada de apuntes que me hacían picarme durante unos segundos en los que le permitía reírse de mí. Después de exprimir, o al menos intentarlo, todo lo que dio de sí mi viaje a casa —no iba a contarle algunas cosas, como lo de Claire— le pregunté yo a ella qué había hecho en su fin de semana. Fue cuando, por fin, me confió que había estado echando de menos a Pia y Aaron y que los había llamado para hacer algo juntos, pero ellos tenían otros planes. Antes de que empezara con un rollo victimista y dramático le dije que se dejara de tonterías y hablara con ellos de una buena vez. Tuve que mediar un poco al día siguiente, pero parece que ya va todo como ruedas entre ellos.

He vuelto hoy a casa con un hambre voraz, la verdad, y no sé por qué. Mi tía cocina demasiado bien, había hecho pasta con una salsa de tomate que está de rechupete. ¡Me encanta! Si hay algo bueno de estar en Londres, son los menús de Franny. Después de comer me he tirado en la cama con el portátil. Había quedado con Dean para hacer un puto trabajo que ha mandado el de literatura, aunque no me apetecía nada de nada. Antes de prepararme para ir dónde el enano, miré el correo. Apenas tenía más que mensajes de spam. Ningún e-mail gracioso de algún colega. Pasan de mí. Sobre todo las chicas, que decidieron hacerme vacío porque no me despedí. La verdad es que no lo hice aposta. Bastante me costaba ya separarme de mi casa, como para haber vuelto a revivir escenas dramáticas que ya vivimos en agosto. ¡Ey, mira quién se ha conectado!

Stonem 9 dice:

*Tú, idiota, ¿qué pasa con tu vida?

T.McArthur 5 dice:

*bien, tío, aquí. A punto de liarme con la tarea...

Stonem 9 dice:

*mira que me extraña. ¿Qué tal estáis todos?

T.McArthur 5 dice:

*bien, normal... ya sabes. ¿Y tú?

Stonem 9 dice:

No me hablan las chicas por no despedirme. Sólo la rubia

T.McArthur 5 dice:

*¿Y qué te cuenta?

Stonem 9 dice:

*nada, que estáis todos bien y nada nuevo

T.McArthur 5 dice:

*amh

¡Qué raro estaba Thomas! Nunca suele ser tan serio hablándome por Messenger. Me ha contado que Rick se ha lesionado para mes y medio por lo menos. Es una pena porque Rick es de los mejores. Luego me ha preguntado por mi equipo y le he explicado que me gusta mucho jugar aquí y que cada vez me llevo mejor con los compañeros y con el míster.

T.McArthur 5 dice:

*Stonem, que te están cambiando los colores... Te haces inglés.

Stonem 9 dice:

*jajajaja Otro igual que la rubia!!!

T.McArthur 5 dice:

Parecemos Tontos...Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu