35: "¿SOY MALA PERSONA?"

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Melissa se levantó tambaleando, estaba casi exhausta y adolorida por la posición en que se quedó dormida en el suelo de la sala. No tenía ganas ni de vivir, así que tomó asiento en su único sofá y se quedó mirando a la nada durante una hora aproximadamente.
Sobrepensaba demasiado, después de todo no tenía nada que hacer, su trabajo había sido destruido por ella misma y no tenía el valor ni las ganas de rehacerlo. Por otro lado la culpa no la dejaba en paz, Jane le había confiado un secreto y a la primera oportunidad se lo contó a Verónica, no se perdonaba esa traición y no lo haría hasta compensarlo por lo menos.

Junto a todos esos pensamientos le acompañaban sensaciones bastante dolorosas, su corazón le dolía tanto como la primera vez que vio esaa fotos de Jane y Ellen juntas.
Pero a pesar de todo no las culpaba, entendía a Ellen del por qué se enamoró de Jane, y entendía a Jane porque nadie elije a quién amar. Sin embargo le dolía y ese mismo dolor e ira hicieron que cometiera un error que no sabía cómo reparar.

Se levantó con la intención de hacerse un café muy cargado, como le gustaba a Jane, pero antes que pueda llegar el timbre de su casa sonó.
Pensó que era algun vendedor o algo así, pero nunca se imaginó que detrás de la puerta estaba todo su grupo de amigos.

— ¡Sorpresa! — gritaron todos al unísono.

La chica se quedó boquiabierta, no supo cómo reaccionaria o qué decir al verlos.

— Se nos ocurrió que podíamos visitarte juntos.

Su mirada viajó entre cada uno de ellos hasta detenerse en Jane quien la veía con una sonrisa amplia y emocionada. De repente todos esos sentimientos comprimieron su corazón, dejó salir un suspiro largo y pesado para luego desviar la vista haciéndose a un lado para que pu dan entrar.

— Trajimos algo para cocinar — anunció Joseph con unas bolsas en la mano.

— Yo quise ordenar comida a domicilio, pero Joseph puede ser muy persuasivo — bromeó Alex.

Jane quiso acercarse a Melissa, pero la chica rápidamente empezó a hablar con Kail, nerviosa y claramente evitandola.

Un rato después todos se encontraban haciendo uso de la cocina de Melissa, una cocina que tuvieron que limpiar antes ya que no fue usada durante algún tiempo.

Así pasó un buen rato más, en dónde Joseph le enseñaba a cocinar a Alex con gritos y risas, Melissa no se despegaba de Kail con quien seguía hablando de lo primero que se viniera a su mente y por último Jane estaba sentada en una silla mirando de reojo a Melissa, preguntandose el por qué de su actitud.

Cuando la comida estaba ya casi lista, Melissa fue al baño a lavarse las manos, Jane aprovechó eso para poder hablar a solas con ella.

La puerta se abrió y los nervios de Melissa estallaron al ver de reojo quien era.

— Hola — saludó con una sonrisa forzada.

Jane se acercó a ella con una mirada profunda y el ceño fruncido, analisando las expresiones de Melissa, queriendo descubrir algo en ella.

— ¿Ocurre algo?

La chica retrocedió un paso encontrandose con la pared en su espalda, no tenía escapatoria.

— No.

Claro que si, le pasaba de todo con Jane, pero no iba a confesarle lo que siente, nunca lo haría, al menos hasta solucionar todos sus problemas, comenzando con ella misma, con Jane.

— ¿Qué podría pasarme? Estoy bien.

No era una experta actuando, pero esta vez lo hizo tan bien, fue tan convincente que Jane no tuvo otra elección que creerle y pensar que lo que pasó era parte de su imaginación.

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