SOMOS INSTANTES

33: INTERESES COMUNES

En esos días hubo cambios significativos en la vida de Ellen, lo primero fue que todos notaron cómo su sonrisa cambió, estaba más enérgica en el trabajo e incluso le hizo más fácil el trabajo a Danna.

Nunca dijeron que eran novias, pero era más que claro para ambas que lo eran. El momento en que Ellen le dijo que los medios no debían enterararse, Jane la apoyó ya que si salía a la luz empezarían a perseguir a Jane para sacarle información y obviamente Jane odiaba las cámaras.

Por otro lado, la rutina de Jane también cambio drásticamente, sus amigos lo notaron, llegaba muy felíz a HopeEdge y casi nunca se iba con ellos, sino que esperaba a Ellen para marcharse. Aunque ya les había contado sobre su relación con Ellen, no le contó a Melissa por consideración, Jane solo quería que su mejor amiga se recuperara sin ninguna distracción o asuntos que no eran tan importantes para ella.

Sus amigos se encontraban bien en lo que cabía, Joseph se preparaba para su viaje de estudio, Kail hablaba constantemente de su pequeña hija que juraba se parecía a su madre, Alex sobresalió mucho en su voluntariado, constantemente visitaba a sus amigos y les contaba todos los privilegios que tenía su grupo dentro de HopeEdge, además el apoyo emocional que recibía de sus amigos lo motivavan a seguir son su trabajo y estudio.

Melissa fue dada de alta con las indicaciones que no haga trabajos duros y solo descanse, claro que pensó pasar el tiempo completando ciertos trabajos de pintura que había dejado hace tiempo. Había avisado a sus amigos quienes quedaron en visitarla lo más seguido posible.
Sin embargo no todo era tranquilidad, Verónica había conseguido su número y empezó a enviarle mensajes hostigantes hacia ella y amenazas contra Jane, Melissa lo único que podía hacer por el momento era ignorarlos, pero eso no serviría siempre.

No todo marchaba bien para todos, aunque Ellen se mostraba más alegre y más llena de vida junto a Jane, Danna empezaba a sentir que su relación con Verónica no marchaba bien, discusiones sobre su relación a escondidas complicaban más el asunto, hasta el punto de la violencia. Uno de esos días bastante pesados para ambas y tras la discusión de siempre en casa de Danna, Verónica le lanzó una cachetada con lágrimas en los ojos gritando lo infeliz que era seguir a escondidas para posteriormente irse totalmente enojada.

Ese fue casi el límite que Danna pudo aguantar, al día siguiente se paró frente a Ellen con algo importante que decirle, Ellen la miró atenta a lo que tenía que revelar.

Las manos lenempezaron a sudar y las piernas a temblar, pero todo lo hacía por el bien de su relación, porque en verdad amaba con todo su corazón a Verónica y sabía de cierta manera que todo lo ocurrido era su culpa.

— Estoy en una relación con alguien.

Ellen se levantó alegre y la abrazó fuertemente sorprendiendo a Danna, sabía perfectamente que esa no sería la reacción de Ellen si se enterara de quién se trataba, pero por el momento no iba a decirle todo.

— Me alegro mucho... — se alejó sonriente — ¿quien es? ¿la conozco?

— No, bueno si... pero... — la vergüenza era evidente.

Viendo esto Ellen la tomó de ambos hombros y la miró a los ojos mostrando su apoyo incondicional.

— No importa quien sea o de donde venga, lo único que importa es que te haga feliz...

Danna la miró tambien y esbozó una sonrisa ya más tranquila.

— ¿Así como tu con Jane?

Inmediatamente Ellen se alejó apenada, cada vez que pensaba en ella o se la menvionaban el rubor en sus mejillas era evidente y una sonrisa dibujada en su rostro.

— P-pues... tal vez, creo que sí — tartamudeó.

Ni bien terminó de hablar, las puertas se abrieron dejando entrar a Jane con una sola rosa roja.