SOMOS INSTANTES

11: VISITA

Danna estaba muy contenta preparando el desayuno mientras escuchaba una canción en la radio, todo estaba listo, lo acomodó en una bandeja y con una gran sonrisa subió hasta su habitación llevando el desayuno para su amada, quien ya estaba despierta y vistiendose.

— Pensé que te quedarías.

— Yo también, pero tengo un examen importante.

Danna se acercó con la bandeja y la dejó en la cama.

— Te hice el desayuno —la abrazó por detrás—espero que te guste.

Verónica vio con algo de desagrado lo que había preparado, solo le dio un trago a su jugo. Danna inmediatamente se dio cuenta que a su novia no le gustaba los huevos revueltos, así que se disculpó queriendo ir a cocinar algo nuevo, pero Verónica no se lo permitió pues ya tenía que irse.

— Parece que estás muy distraída, ¿En qué estas pensando?

— Jane Reed... —Danna se tensó— esa chica nos meterá en serios problemas si abre la boca.

Veronica se le acercó dándole un beso que Danna correspondió con gusto.

— ¿Acaso no quieres que se enteren que soy tu novia? ¿Te avergüenzas de mi?

— N-no es eso —le tomó ambas manos— te amo, y me encantaría caminar por el edificio agarradas de las manos, pero aún no es el momento.

— Estoy cansada de este asunto —la alejó enojada— llevamos mucho tiempo juntas y todavía te da miedo de que se enteren. Ya soy mayor de edad, eso debería ser suficiente.

Danna quiso acercarse a ella, pero Verónica le dio la espalda notablemente molesta.

— A veces pienso que solo estas jugando conmigo.

— ¡No! —dijo firmemente y la encaró de nuevo— nunca pienses que eres un juego...

La menor no aguantó más y juntó sus labios en un beso que duró más de lo que esperaban.

— Deshazte de ella —susurró en sus labios— ¿Quieres más pruebas? Puedo conseguirlas.

— No quiero que vuelvas a arriesgarte así, ella es mi problema y te aseguro que lo solucionaré.

— Eso espero —dijo dando un último beso antes de salir de la habitación.

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A lo largo del día Danna fue llamada para revisar algunos documentos importantes ya que Ellen no estaba, revisarlos uno por uno le llevó la mayoría del día, en medio del trabajo llamó a su amiga para saber cómo iban las cosas y solo recibió una palabra como respuesta antes de colgar "bien".
El trabajo era demasiado para terminarlo en un día, pero por otro lado eso le ayudaba a distraerse de lo que estaba pasando en su vida.

Para cuando estaba terminando recibió un mensaje de Verónica:
"Te espero en la misma oficina, no tardes ;)"
Danna sabía lo que significaba, así que dejó todo de lado para ir donde su novia.

Cómo la amaba, Danna estaba segura que Verónica era el amor de su vida. La había conocido hace dos años cuando la jovencita entró como voluntaria, para Danna ella resaltaba entre los demas jovenes por su amabilidad, su sonrisa hacia cualquiera que le dirija la palabra y sobretodo por ser la primera en ofrecerse para cualquier actividad que surgía. Hace año y medio fue que la misma Verónica le confesó sus sentimientos.

En ese momento Danna ya se encontraba perdidamente enamorada de esa chica, pero eso era inaceptable, ella tenía 17 años y la vicepresidenta le llevaba muchos más, era un delito.
Sin embargo con un poco de esfuerzo y algunos roces entre ambas, Danna por fin le declaró su amor e inmediatamente se convirtieron en pareja, pero nadie debía saberlo, al menos no hasta que sea mayor de edad, cosa que pasó hace unos meses.
En el mismo cumpleaños, Verónica le suplicó que ya dejen el secreto y le revelen a todos lo de su relación, pero Danna insistió en que debían esperar un poco más para que no haya sospechas, así hasta ese día, en donde Danna fue a la oficina en donde la esperaba y se encontró con su novia.