22: YO ESTOY ENAM...

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No, no, no, no.... no podía decírselo.

Si, Jane se abrió con ella, le contó todo lo que había sufrido en el pasado, pero era diferente con Ellen, no era el pasado lo que la atormentaba, sino el presente.
¿Cómo revelar algo tan delicado? Algo que sin duda cambiaría radicalmente la imagen que tenía de ella. Sin contar que recién se acordó que Jane era un proyecto para convertirla en un ejemplo a seguir, seguramente si se enterase Jane pensaría que solo la estaba utilizando y eso era mentira... ¿cierto?

—  Ellen, ¿otra vez estás pensando de más? —preguntó Danna mientras la ayudaba a probarse un vestido en una tienda — este día es bastante importante, concéntrate.

— Un simple vestido no hará la diferencia — opinó con desgano.

Le cerró la cremallera del vestido.

— No, no lo hará, pero algo me dice que quieres que Jane te vea deslumbrante.

Ellen se giró mirando perpleja a su amiga.

— Es broma —completó de la manera más seria posible — solo... quiero que vayamos juntas donde Droker, y no es una pregunta.

Ellen se quedó callada, no tenía ganas de pelear en ese momento, por lo que siguió probándose más vestidos junto a su amiga hasta dar con el indicado.

Ese día era importante para HopeEdge, después de mucho tiempo los trabajadores organizaron un evento, pequeño en comparación de los anteriores, sin embargo lo importante era la recaudación que se haría, muchos proyectos y propuestas estaban sobre la mesa, esperando inversionistas y/o donativos para que se llevaran a cabo.

Las horas pasaban y gracias a un mensaje supo que el evento ya estaba por comenzar. Danna estaba orgullosa de Ellen, se veía realmente preciosa con ese vestido y el maquillaje, y no era para menos, debía deslumbrarlos.

Subió a su coche y comenzó la marcha, al llegar un gran tumulto de gente la estaba esperando, con cámaras, micrófonos y demás cosas que solo traian los periodistas que trataban de acercarse a ella a como fuera lugar.

— ¿Tiene algún proyecto en mente? —alcanzó a preguntar uno de ellos.

— Tratamos de expandirnos por el momento, pero si surge algo, nos pondremos manos a la obra.

Los guardias del lugar ayudaron bastante a que nadie se le acercase hasta poder entrar al edificio el cual era enorme, con paredes blancas. Y columnas que hacían del lugar un precioso establecimiento.

— Ahi está Ellen Weisz — exclamó Rigs acercándose con una copa — me preocupaba que ya no llegaras.

— Señor Rigs — lo saludó de vuelta — se ve muy bien con ese traje.

— No tanto como usted — le tomó la mano y le dio un beso — está bellísima, tanto que podría conquistar a quien sea esta noche.

Ellen soltó una sonrisa, más por gracioso que sonaba eso dentro de su cabeza, no quería conquistar a cualquiera, solo quería ver a Jane.

— No es esa mi meta esta noche, tengo otros planes.

— Entonces será como de costumbre, dará unas palabras y se retirará.

— El trabajo de alguien que está al mando nunca termina.

— Me lo imagino... —tomó un poco de su bebida— por eso mismo tuvo mi voto al principio.

Luego de despedirse, Ellen siguió caminando por todas partes esperando toparse con Jane y mientras tanto cruzar unas cuantas palabras con algunos invitados muy importantes en la industria.

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