35. Cena familiar

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Al despertarse de la siesta, ambos decidieron ducharse juntos para economizar el tiempo y así poder dedicarlo íntegramente a su sesión de compras. Mientras el agua caliente los envolvía, compartieron risas y algunos momentos de complicidad, disfrutando de la cercanía el uno del otro. Al salir del baño, Pablo optó por vestirse rápidamente con la primera camiseta y pantalón que encontró al abrir su maleta, mientras que Pedri se tomó un poco más de tiempo para elegir concienzudamente su ropa, buscando el menos que combinara. Menos mal que la mayoría de sus prendas eran negras blancas, grises o de colores terrosos, por lo que no le fue tan difícil elegir algo que combinara. Además, para asegurarse de no pasar frio ni calor, Pedri se aseguró de llevar una sudadera finita, mientras que Gavi optó por una sobrecamisa que ofreciera un equilibrio entre frescura y abrigo.

Una vez consideraron que estaban listos para salir, bajaron a comer, encontrándose con Ferrán y Eric en una mesa, y vestidos igual de guapos que ellos. Después de una comida animada y de compartir algunas anécdotas, tomaron la decisión de solicitar un taxi, aprovechando el momento justo antes de terminar su almuerzo para que el vehículo estuviera listo y esperándolos frente a la entrada de la universidad cuando acabasen con todo. Una vez recibieron la notificación de que su transporte estaba listo, se apresuraron a salir para no hacer esperar al conductor, corriendo hacia la puerta con la emoción palpable en el aire.

Decidieron dirigirse hacia el corazón del centro urbano, precisamente a la calle de las tiendas, ya que pensaron que ir a un centro comercial podría representar un riesgo mayor. Creyeron que en un espacio cerrado tendrían menos opciones para evadirse en caso de ser reconocidos, teniendo pocas salidas para escapar sin ser vistos, mientras que las concurridas calles del centro ofrecían múltiples rutas de escape. Y para no perder mucho el tiempo, recurrieron a Google Maps para encontrar tiendas de trajes con las mejores calificaciones, seleccionando la que destacaba por su puntuación, ya que las reseñas en otro idioma no las entendían nada.

Cuando llegaron, vieron que habían entrado en una elegante sastrería. A pesar de que Ferrán y Eric intentaban ayudarles a elegir, Gavi ya tenía claro lo que buscaba: un traje negro con una camisa blanca, básico y simple, pero que siempre funcionaba, decidiendo también no llevar nada en el cuello que pudiera resultar agobiante. El único consejo que fue escuchado fue él que el valenciano le hizo a su otro amigo, sugiriéndole que para evitar ir igual a su novio, cambiase el color de la camisa o del traje. Atendiendo a este consejo, Pedri optó por mantener el color negro del traje, variando únicamente el tono de la camisa. Sin embargo, dado que no solía usar colores llamativos, y mucho menos en un traje, decidió escoger una camisa también en negro, para que de esa manera pudiera volver a usar ambas partes por separado en otras ocasiones.

Como no tenían mucho tiempo como para poder encargar que el sastre les hiciera trajes a medida, eligieron unas prendas disponibles en la tienda y utilizando el traductor de Google para comunicarse, le pidieron al dueño que si podía ajustarlas a sus medidas para dentro de unas horas. El sastre asintió con la cabeza, aceptando la solicitud pero requiriendo un sobrecoste por tener que priorizar sus pedidos debido a la urgencia del pedido. Gavi y Pedri lo entendieron perfectamente, y conscientes de la situación, accedieron a cumplir con lo que le pedía el dueño de la tienda.

Después de haber sido conducidos por el modista a un probador, se desvistieron para probarse los trajes que habían elegido y que de esa manera, el sastre examinara cuidadosamente cada detalle de las americanas, camisas y pantalones para identificar los ajustes que creía necesarios para que les quedara perfecto. Una vez tomadas las medidas de sus cuerpos, les pidió tres o cuatro horas para que su equipo pudiera completar los ajustes, solicitando además una señal como garantía de que regresarían a por sus prendas más tarde. Después de abonar el importe correspondiente, decidieron hacer mas amena esa espera yendo a mirar ropa a otras tiendas más comerciales, cediendo al impulso de satisfacer sus deseos de comprar más ropa. En un gesto espontáneo y emocional, Pedri y Gavi se sorprendieron regalándose mutuamente unas sudaderas como muestra de afecto, revelando incluso la sincronización mental que tenían. Sin embargo, como el momento estuvo tan lleno de alegría, casi estuvieron a punto de darse un beso en la calle, pero Eric intervino rápidamente, abrazándolos con un brazo a cada uno mientras se metía en medio para separarlos sutilmente.

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⏰ Last updated: Apr 09 ⏰

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Nankurunaisa (Gavi x Pedri)Where stories live. Discover now