9. ¿Celos de Ferrán?

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En una de esas noches que decidían pasar juntos, el despertador sonó temprano a las 8 de la mañana, recordándoles que tenían que levantarse para su sesión de entrenamiento. Como casi siempre, Pedri fue el primero en despertarse, teniendo que mover ligeramente a Pablo para que abriese los ojos.

-Pablo, venga, que tenemos que bajar a desayunar para ir a entrenar- dijo mientras agitaba el cuerpo del sevillano.

-Mhmg- gimoteó el menor.

-Si no te levantas, te tiro de la cama- amenazó Pedri.

-Que ya voy, pesao. No sé porque me sigo quedando a dormir si me tratas así- dijo quejándose mientras abría los ojos y veía la sonrisa de su amigo.

-Ya sabes que si prefieres puedes quedarte en la habitación de invitados o en tu casa eh. Yo no te obligo a quedarte a dormir en mi cama- dijo riendo.

-No voy a ocupar otra cama pudiendo dormir aquí y ya duermo bastante en casa de mis padres- comentó aún medio dormido.

-No mientas. Deberías admitir que te gusta dormir sintiéndome a mi lado- replicó el canario.

-Me gusta dormir al lado de alguien. No te creas importante- respondió el sevillano.

-Pues a ver cuando te echas novia y me dejas la cama para mi solo. Que por la noche te despatarras como si fueras una estrella de mar y me arrinconas en el borde.-

-Sabes que seguiría viniendo a dormir varios días aquí contigo. No te escaquearas fácilmente. Además si me abro de piernas es porque te separas mucho y no te siento cerca- explicó el menor mientras se incorporaba.

-Joder, porque es verano, hace un calor terrible y tú eres una estufa con patas- protestó el tinerfeño. -Además, acabas de admitir sin darte cuenta que te gusta dormir conmigo tanto que seguirías viniendo aún con novia- dijo levantándose de la cama y dirigiéndose al armario para coger ropa limpia y la equipación.

-Que sí, joder. Me gusta dormir con mi mejor amigo. Me gusta cuando me abrazas y te siento cerca.- admitió el menor aun sentado en el borde de la cama. -¿Me puedes dejar unos slips? Es que me resultan mas cómodos para jugar- dijo mirándole con una sonrisa tímida -Y bueno, si me dejas también una equipación y ropa para cambiarme y así no tener que pasar por mi casa...- añadió rascándose la nuca en señal de vergüenza.

-Deberías traerte una pequeña maleta aquí para no tener que ir a tu casa cada mañana y así poder levantarnos un poco mas tarde- añadió el mayor mientras buscaba unos slips en el cajón, una equipación suya y ropa de recambio para lanzársela toda junta al pequeño  -Ahí tienes. La mochila te la haces tú- dijo sin mirarle porque sabía que se estaba poniendo rojo al imaginar a su amigo con su nombre a la espalda. Pero realmente, era una muestra más de la confianza y el apoyo que se brindaban mutuamente.

-Gracias bebé.-

Ambos se prepararon rápidamente, vistiendo la ropa adecuada y alistándose para el entrenamiento. Aunque el madrugón y el cansancio se hacían notar, Pedri y Gavi se dirigieron juntos hacia el campo de entrenamiento, dispuestos a dar lo mejor de sí mismos y disfrutar de su pasión por el fútbol. Al llegar al majestuoso Camp Nou, decidieron detenerse por un momento en la entrada para complacer a algunos de sus apasionados seguidores que esperaban ansiosos, posando para fotos, firmando camisetas y compartiendo sonrisas.

Una vez en el interior, el ambiente del lugar los envolvió como siempre. Se notaba que era su sueño jugar al fútbol, porque cada vez que entraban, lo hacían con la ilusión del primer día. Ese día se encontraron con Ferrán y Eric en el parking, quienes extrañamente también habían llegado juntos en coche a pesar de tener carnet de conducir ambos.

Nankurunaisa (Gavi x Pedri)Where stories live. Discover now