6. La huida

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-Tenemos que hablar de Pablo y no me voy a ir hasta que lo hagamos- respondió Ana totalmente seria.

Pedri tuvo que aceptar tener esa conversación a regañadientes al ver en su cara que no se iría de su casa -Muy bien. Dime-

-Se que posiblemente no me creas, pero es verdad cuando te digo que Pablo y yo nunca hemos sido novios y nunca lo seremos.- empezó a decir la joven.

Pero el canario no pudo evitar saltar interrumpiéndola de golpe empezando a enfadarse -Bueno mira, ya me jode que Pablo me haya mentido en mi cara, pero que encima vengas tú, de su parte, a mentirme también, ya es el colmo.-

Ana al ver el tono acusatorio del canario levantó también la voz para afirmarse en su posición -Mira, puedes pensar lo que te dé la gana, pero lo que te he dicho es la verdad. Puedo decirte también que Pablo lo está pasando muy mal y su único alivio es ir a entrenar para verte ya que no le quieres ver ni en pintura. Y como se que él no va a dar el paso por la culpabilidad que siente, te agradecería que le perdonaras y volvierais a ser amigos.-

-Y yo te agradecería que te fueras de mi casa. No tengo nada más que hablar contigo.- respondió el tinerfeño en el mismo tono que ella para después darse la vuelta y dirigirse de nuevo a su habitación.

-Lo siento Ana, pero aún está muy dolido.- añadió Fer al ver la situación incomoda que se había formado en tan poco tiempo

-¿Al menos tú me crees?- preguntó la chica.

-Si quieres que te diga la verdad, no lo sé todavía. No dejan de salir rumores entre vosotros y eso hace daño a mi hermano- respondió el hermano mayor.

-Y yo lo siento por él, pero esos rumores es lo que necesita Pablo para seguir adelante. Pero son solo rumores. Y yo no puedo decir más porque no es algo que me concierna a mi explicar y por eso le he pedido a tu hermano que hable con él- explicó Ana antes de caminar hacia la puerta soltando un -Adiós-.

-Adiós Ana. Y lo siento por como te habló mi hermano.- replicó Fer.

 -No debes sentirlo ni tú ni yo. Esto es un problema entre Pedri y Pablo y espero que lo resuelvan en algún momento- explicó la sevillana.

-Créeme cuando te digo que yo también lo espero- dijo finalmente el canario antes de cerrar la puerta detrás de la chica.

Sin embargo, un mes después aún no se habían vuelto a hablar más de lo necesario y aunque Ana ya se había vuelto a Sevilla venía de vez en cuando a ver algún partido y los rumores seguían saliendo a la luz.

Gavi lo estaba pasando mal al no tener ya el apoyo de Ana porque se había vuelto a Sevilla, y tampoco se había atrevido a contarle a su hermana que lo de su noviazgo era una farsa para complacer a sus padres. Pero aún así, podía relajarse al ver desde lejos a Pedri en los entrenamientos y los partidos. Le encantaba ver como disfrutaba jugando al fútbol aunque no hablarán casi nada y fue un mes después de año nuevo, a principios de febrero, cuando Pedri no apareció en un entrenamiento, así que le preguntó al entrenador donde estaba.

-Perdona míster, ¿sabes dónde esta Pedri?- preguntó Gavi un tanto nervioso.

-Si, me pidió una semana de descanso para irse a Tenerife a desconectar. Estaba bastante agobiado. Aunque no me dijo por qué- respondió Xavi.

-Joder, tengo que hablar con él. ¿Puedo ir a los vestuarios a llamarle?- volvió a preguntar el sevillano. Sabia que se había ido por su culpa y necesitaba hablar con él para aclarar las cosas.

Nankurunaisa (Gavi x Pedri)Where stories live. Discover now