7. Todo por el apellido

55 4 13
                                    


Dos personas. Un chico y una chica, caminando por las autovías menos (y aún así concurridas) transitadas de la ciudad.

—Necesitamos un autobús o algo así. No podemos ir caminando. —dijo la chica.

— Pues vamos a tener que caminar, porque no pienso volver a pasar por lo mismo. —contestó él.

— ¿Llamamos a Argus? Por mensaje iris, digo.

— A mí no me quedan dracmas. Si a ti te quedan, lo hacemos.

Thalia resopló.

— De acuerdo, entonces, ¿Qué quieres que haga? Tengo que llevarte al lugar que dices que es tu campamento. Pero ¿cómo puedo saber que no eres un monstruo?

— Ya te lo he dicho. Soy un semidiós, hijo de Afrodita. — dijo el chico, sin embargo, daba la sensación de ocultar algo.

— Bien...entonces, ¿estás usando embrujahabla conmigo? Y ¿por qué no me has dicho tu nombre? 

— No estoy utilizando embrujahabla. No quiero hacerlo. — contestó él —Y aunque quisiera, me da demasiado miedo tu arco de cazadora como para intentarlo. Y mi nombre es Tristan, aunque no sé para qué quieres saberlo si pareces odiarme.

— No te odio... simplemente no quiero acompañar a un chico al campamento. Tengo cosas más importantes que hacer. —respondió ella.

— Yo podría haber avanzado solo... pero me encontré con vosotras y tú decidiste acompañarme. — Tristan resopló — Por cierto, ahora tú me tienes que decir tu nombre. Y también en qué siglo te hiciste cazadora de Artemisa.

— Llevo tan solo unos cuarenta años. Y mi nombre es Thalia.

— ¡Anda! Te llamas igual que mi hermana. — dijo él — ¿Sabes? Mi padre tiene una hermana que se llama así y es... — su voz se fue apagando a medida que sus ojos se iban abriendo más.

— ¿Qué pasa? — Thalia alzó una ceja.

— ¿Cómo te apellidas? — Tristan no hizo caso a la pregunta de la chica, y preguntó una cosa distinta.

Thalia lo pensó. Decidió que podía confiar en él.

— Grace. —dijeron al mismo tiempo.

— No soy hijo de Afrodita. Soy su nieto. Soy nieto de Zeus. Te presento a tu sobrino. — se señaló a sí mismo.

Thalia intentó asimilar toda la información que había entrado bruscamente en su cerebro.

Al final, lo único que hizo fue mirarle a los ojos.

— Entonces no necesitamos un autobús. Yo lo hacía por ti. Pero si tienes mi sangre, tienes que demostrarme que no eres tan flojo como aparentas ser. — dijo, y echó a correr.

Enseguida Tristan la siguió. En muy poco tiempo, sus dos siluetas se perdieron en el horizonte, donde había una colina, con un pino en su cima.





Qué poético el final 😂🤣😂.! Y el título no me sale original.

(Y sin haberlo deseado, me ha salido un pareado! Okno)


Bueno, mala noticia: creo que hoy solo publicaré un one-shot. Depende de cómo me encuentre. Estoy mala. 


Buena noticia: publiqué!!! Me salté el recreo para hacerlo. Pero me siento orgullosa.




Nox.

Después del final.Where stories live. Discover now