Capitulo 39 ( Es tu hijo )

3 3 0
                                    

— Nickolas tu, tu puedes recordarme?, sabes quien soy?, me reconoces? —pregunté. Y pedía que de verdad me hubiera recordado.

— Si, claro que si como olvidaría a mi hermana? — Nickolas se acercó a nosotros. — No te olvidé verdad?, dime que no —. No podía creerlo. El me reconocía.

— Eso no es lo importante ahora, tenemos que buscar la tumba de Bleik —dije mirando los ojos marrones de Nickolas.

— Bleik?, quién es Bleik? — preguntó.

— El fantasma que está robando tu memoria —contesté. Quería hacer algo más que ayudar a mi hermano, quería ayudar al fantasma. — Quiero ayudar a Bleik. Quiero que sepa cómo murió o porqué —. Jay me miró extrañado. A fin de cuenta es lo que hacemos no?, ayudar.

— No tenemos mucho tiempo, en cualquier momento volverá a perder la memoria sabes que si lo hace —interrumpí a Steven.

— Solo necesito media hora. Podemos obtener información rápido — dije mirandolo. El asintió.
Entramos a la biblioteca a buscar los anuarios. Si el fantasma buscó la memoria de alguien del instituto significaba que había estudiado aquí. Estuvimos quizás quince minutos buscando, cuando al fin lo encontramos Kenai tuvo una visión.

— El chico era de sangre pura, un demonio entró a el en forma de veneno —dijo Kenai con los ojos cerrados. — El demonio quería su poder, Bleik no resistió — terminó diciendo.

— El mismo veneno que entró en tu cuerpo — comentó Nickolas mirándome. Aún recordaba y era perfecto.

— Tenemos que convocar al espíritu —sugirió Amber.

— No, si lo hacemos no querrá que quememos su cadáver — dije tranquila. Ya tenía un plan, ya sabía que hacer. Llegamos al cementerio. Habían personas alrededor no podías sacar una caja de muerto y quemar un cadáver allí. Miller comenzó a vomitar pero esta vez la sangre era más oscura y mencionaba nombres acompañados de edades. No pude evitar llorar. Eran niños no más de quince años. Los Sivit mataban sin piedad a niños inocentes. Miller estaba arrodillado con las manos en el césped y vomitaba casi sin pausa.

— Arrepiéntete — dije arrodillándome a su lado.

— Eso no cambiará nada — dijo con su boca y sus dientes llenos de sangre.

— Hazlo para yo poder estar en paz —.

— Me arrepiento. Me arrepiento de haber quitado vidas de niños inocentes. No estoy orgulloso de lo que hice, y eso me seguirá el resto de mi vida, día y noche —. El vomito cesó y Miller respiraba mejor. Lo abracé sin importar toda la sangre que tuviera encima.

— Todo estará bien — declaré. La noche estaba llegando y Nickolas aún tenía su memoria intacta. Cuando ya el día estaba oscuro nos acercamos a las tumbas de los recientes fallecidos.

— Thiara, Jou, Ceras, Bleik, aquí esta la encontré — grité. Nos tardamos unos seis minutos en sacar el ataúd. Contando que quienes lo sacaron no eran naturales. Lo abrimos y encontramos un cuerpo intacto pero sin color. Un chico de cabello rojizo como el de Catalina, pecas en su rostro como las de Ryan, unos labios gruesos como los de Axel. Fue un chico muy guapo.

— Ábrela Kenai — dijo Jay señalando la caja.

— Por qué no la abres tu? — preguntó dando un paso hacia atras.

— Porqué eres tan miedoso? — preguntó Jay bromeando. Kenai hizo una mueca de burla y Amber se acercó.

— Yo lo hago —. Amber señaló la caja y levantó su mano haciendo que la tapa se abriera. Metí mi mano derecha en mi bolsillo y saqué un pequeño papel, el cuál coloqué entre las manos de Bleik.

La chica vestida de negro {2}Where stories live. Discover now