Ya las casetas montadas y nosotros colocados.
Miller, Brus y Ryan fueron a buscar leña para la noche ya que haríamos una fogata.
— Oye relajate quieres? —. Derek se sentó junto a mi que miraba al lago.
— Lo estoy —dije sin mirarlo.
— Se que no Mía. No me mientas —. Derek era muy dulce y de milagro no insistió en traerse a Sofi. La verdad era que si estaba mintiendo. No estaba relajada, se que este campamento de no se cuantos días me haría bien. Sería bueno para mi cuerpo y para mi mente.
— Crees que solo haya nieve aquí? —. Hablé rápido antes que siguiera con un discurso.
— Buena estrategia para cambiar de tema y no, no creo que todo sea nieve, estoy seguro de que no —. Eso solo fue una tonta y barata excusa para evitar una larga conversación de la que no me salvé. — Mía se que no debe ser fácil para ti que todos quieran tu sangre o de que todos quieran que mueras, tu no pediste esto, no es tu culpa. Tus amigos solo piden que por un tiempo olvides lo malo que te rodea, que vivas una bonita experiencia con ellos —.
— Lo se Derek, por eso no me concentro, por que mientras ellos quieren que yo me divierta, que me olvide de todo, que viva un tiempo como si nada pasara yo pienso en como protegerlos. Como protejo a mis hermanos?, como protejo a mis amigos? a la Rebelión?. Realmente en estos momentos protejo a los Sivit, a la manada al mundo —. Derek jugaba con la nieve mientras yo hablaba en tono bajito pero algo desesperada.
— Te entiendo pero míralo por el lado bueno, eres la más poderosa, ni todo su ejercito de dementes podrá contigo, vamos que has unido a los Sivit con la Rebelión, nadie lo había logrado en años y mira que tengo muchos. Yo e sido testigo de muchas cosas Mia. Ellos solo te piden tiempo, tiempo para ellos —. Ryan y Miller llegaron cargando unos troncos grandes mientras Brus traía unas pequeñas ramitas.
— Es enserio Brus? —preguntó Jay.
— Oye esto es lo más importante para hacer un fuego no me mires así chico con olor a sangre —. Brus colocó las ramitas al lado de los troncos y vaya que se notaba la diferencia.
— Eso no es un nombre bonito exactamente para mi, no para el chico que según tu huele a sangre, además Kenai hubiera hecho mejor trabajo y eso es mucho decir —. Habló Jay señalando a Kenai que movía sus brazos y sus piernas haciendo un muñeco de nieve.
— Oye que tienes conmigo —preguntó Kenai sentándose y riendo a la vez.
— Kenai mírate, que es eso que tienes en la cabeza? quítate eso —dijo Jay haciendo que Kenai de verdad se quitara la capucha. Así de intimidante era. Una bola de nieve volando inevitablemente hacia la cara de Miller y este con un rostro tan serio que daba miedo. Catalina y Amber se taparon la boca con las manos en forma de asombro. Eso había sido muy divertido. La cara de Miller tenía pequeños rastros de nieve y el se sacudía mirando como me reía. Cuando otra bola de nieve golpeo esta vez a Axel.
Oh no a Axel no.
— Quien fue? —preguntó Axel sin pizca de gracia. Derek inmediatamente señaló a Brus. Eso si no me extrañaría. Brus era inquieto, imprudente y alocado.
Preparando una bola de nieve se levantó Axel y le tiró a Steven, ahí comenzó la guerra de bolas de nieve. Miller se desquito con Nickolas al enterarse que fue el quien le tiro. Yo y las chicas nos escondíamos para no ser golpeadas por la nieve. Catalina levantó la cabeza para ver por un momento y una bola hizo que cayera hacia atrás.
— Esto si que no te lo perdono Jay —gritó Catalina saliendo de nuestro escondite en busca de Jay. Ya estaba oscureciendo así que pararon la guerra en la que Amber y yo no participamos. Era hora del baño y la verdad no había pensado en eso.
