Capitulo 31 ( El collar de los Sivit )

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Sentí como Miller giraba su cabeza bruscamente hacia Brus. Saliva se escurría de su hocico, y sus dientes se hacían cada vez más presentes. Mi cuerpo retumbo en un movimiento alterado e involuntario, mis pies habían sido obligados a correr. Ryan apretaba mi mano mientras corríamos por el bosque.

— No espera, no podemos dejarlo allí —. Ryan dejó de correr y me miró fijamente como si quisiera regañarme.

— Recuerdas que los lobos no tienen familia en luna llena? —. Recuerdo que ya me lo habían mencionado uno de esos días de luna llena con Steven. Pero yo no pensaba como ellos.

— Llévalos al castillo —dije señalando detrás de
Ryan.

— Mía no te puedo dejar aquí, ellos son cuatro, es peligroso lo sabes —.

— Somos su familia —dije notando que los ojos de Ryan se tornaban grises y que sus pecas desaparecían misteriosamente.

— Los lobos en días de luna llena no tienen —lo interrumpí.

— Yo soy su familia, ellos son la mía —. Ryan se acercó a mi y besó mis labios para luego dejar un tierno beso en mi frente.

— Yo se que puedes —. Fue lo ultimo que dijo antes de darme la espalda y desaparecer. Respire hondo y caminé a pasos firmes por donde mismo había corrido con Ryan. Amber venía corriendo y se detuvo frente a mi un poco cansada.

— Toma, lo necesitaras —. Amber colocó sus manos frente a mi y de ellas broto una brillante luz cegándome por un momento.

— Mi arco —grite emocionada.

— No los lastimes mucho —. Ella sonrió y comenzó a correr. Bien, ahora solo faltaba encontrarlos en esta oscuridad. Caminé apuntando hacia todos lados, dispuesta a no disparar tan pronto los viera. Me sentía tranquila y confiada. Me detuve por un momento a contemplar la luna. Se veía tan grande que parecía estar demasiado cerca, tan cerca que te hacia pensar que casi podías tocarla. Escuché un aullido no muy lejos, luego escuché un gruñido a mis espaldas. No quería ser brusca así que me giré lentamente, para ver a un Steven asustado. Estaba claro que ninguno de ellos nos quería hacer daño.

— Steven —. El mostraba sus colmillos y como a
Brus hilos de saliva le caían de su hocico. Bajé mi arco para darle a el confianza. Steven solo gruñía y cada uno de mis movimientos tensaba su gran mandíbula. —Todos dicen que los lobos no tienen familia en luna llena puedes creerlo? —.

— Gggrrr —. Era lo único que recibía de su parte.

— No quiero hacerte daño así que pórtate bonito —. Yo parecía estar jugando pero la verdad que esto era mas serio de lo que yo podía imaginar. — Recuerdas cuando te fuiste?, me dio coraje, Jay se fue y luego tu. Ninguno se despidió, a ninguno le importe —. Su gran cabeza se ladeo, como si estuviera buscando en su memoria tal recuerdo, pero el no dejaba de gruñir.

— Gggrrr —gruñó más fuerte. Steven movió una de sus patas para avanzar a mi, así que levante mi arco apuntándolo asegurando que el no hiciera una tontería.

— No creo que sea buena idea que te muevas, recuerdas la vez que te disparé con una de mis flechas?, no creo que quieras que vuelva a suceder. Ademas esta vez no está Amber para curarte, solo estoy yo y tus amigos los lobos sin auto-control y problemas de conducta —. Escuché ruidos detrás así que me giré rápidamente y me encontré con un gran lobo negro. — Miller —dije aún con el arco en la misma posición. Sus colmillos mostraban lo enojado que estaba. Rabioso gruño por encima de mi y justo en el momento en el que Miller iba a brincar Steven se le adelantó. Mis rodillas tocaron el suelo y mi espalda casi igual. Desde este punto de vista Steven era mas grande de lo que mis propios ojos habían visto. Tiré del hilo y la pequeña flecha con la anestesia dio justo en su costado. — Te dije que no era buena idea, vez lo que pasa cuando no sigues instrucciones?, aun así espero que me perdones cuando vuelvas en si —.

Narra Amber

Pense que necesitaría su arco así que se lo di.
Adicional le di unas pequeñas flechas que contenían anestesia para que no pudieran hacer ningún tipo de movimientos pero cuya anestesia no duerme. Ella tiene el control y el poder solo que no se a dado cuenta lo poderosa que puede llegar a ser. Los chicos y yo nos reunimos hace un tiempo atrás y nos pusimos de acuerdo para no presionarla, todo caería en su lugar en cualquier momento.

— Donde esta Mía? —preguntó Nickolas mientras corría. Era sobre protector y realmente estancaba el proceso y crecimiento de Mía como vampiresa. No es que yo sepa de vampiresas porque no lo soy, vamos que soy una simple hechicera pero mi madre si lo es y que mejor que el vivo ejemplo de ella.

— Quiso quedarse, ella es muy terca —contestó
Ryan.

— Eso es ser una vampiresa —dije sin tartamudear.

— Para nada, hay que volver por ella, vamos — dijo Nickolas dándose la vuelta. Conozco a Nickolas hacen muchos años pero ella se a convertido en una gran amiga y yo estaba dispuesta a ayudarla a crecer. Estire mi mano en su dirección y simple tiré un hechizo.

— Allá no iras si yo estoy aquí, no moverás un pie si no quieres morir, inmóvil quedaras y mis palabras te han de llegar, irás con nosotros al castillo y allí te vas a quedar hasta su regresar —. Sus piernas dejaron de moverse y lento se giro. Estaba nerviosa de que no funcionara, nunca había hechizado a Nickolas. No había tenido motivos.

— Al castillo verdad? —dijo tranquilo. Mi corazón saltó de felicidad y sonreí orgullosa.

— Si, al castillo —dijo Kenai riéndose. Estábamos bastante lejos de Mía y los chicos así que no había necesidad de correr. Muchos pensaran que huimos, pero nosotros sabemos de esto, conocemos perfectamente bien estos días. Los días de luna llena son una tortura para ellos y para nosotros también. Solo el que a vivido la muerte de un familiar o un amigo entenderá lo que significa luna llena. No, no dejamos a Mía correr por su suerte, ella sabe lo que hace y es una gran oportunidad para hacer lo que nadie se a atrevido hasta ahora, incluyendo al chico
vestido de negro.

— Que hacen fuera del castillo? —preguntó Axel en la entrada del castillo subterráneo.

— Brus atacó a Catalina, así que fuimos a buscarlo pensando que era un lobo de los Vervat —contestó Ryan.

— Donde están? —preguntó refiriéndose a Steven, Brus, Benni y Miller. Este último era el único que sabía como controlarse en luna llena. Desde que Brus lo convirtió se a conectado con la luna, a vivido noches donde solo están la luna y el. Como practica de yoga a controlado su poder y su auto control es impecable.

— Se quedaron en el bosque con Mía —. Su cara de sorpresa fue épica. Axel es de los que piensa que a Mía le falta un poco para convertirse en lo que todos nosotros esperamos. Y un poco para el significa bastante.

— Con Mía?, se la comerán viva —dijo sin ganas. Eso no era cierto, nada de eso pasaría.   — Eso no pasará —. Axel me miró y luego miró a Nickolas. El es muy astuto así que de seguro ya se había dado cuenta.

— Y tu porque la dejaste en el bosque? —le preguntó a Nickolas. Si Axel seguía haciendo preguntas arruinaría mi hechizo.

— Hey chicos abrí el cofre —gritó Catalina desde adentro. Un poco más y despídete una semana de todo Amber. Entramos a toda prisa y allí estaba el cofre con su tapa arriba y su contenido aún adentro. Kenai se acercó y tomó el collar que estaba dentro del cofre.

— Es de los Sivit —mencionó Ryan. El era un Sivit así que el sabía lo que decía. Pero que significaba el collar, o de quien era?. En ese momento Kenai entró como en un trance, quedó inmóvil y sin habla.

— Kenai —. Comenzó a respirar normal y su vista ya no estaba en un solo punto.

— Que viste? —preguntó Axel.

— Un chico llevaba el collar en el cuello, es especial para el, tan especial que lo regalo —. Todos miramos a Ryan que tenía en su cuello el mismo collar.

— Solo siete personas tenían el collar incluyendo a mi padre. Mi madre, mi padre, Josh, Miller dos de mis hermanos y yo. Ese collar es especial porque tiene un poder especial, el poder de sentir —.

— De quien es el collar? —pregunté.

— El chico con el collar en mi visión era Miller —.

La chica vestida de negro {2}Where stories live. Discover now