Capitulo 13 ( Electrochoque)

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— No —solté en un grito desgarrador que hizo que mis rodillas azotaran el suelo y Amber, Brus y Steven despertaran.

— Tarde?, no, no, no ya estoy aquí lleveme con el por favor —. Sofi no dejaba de llorar y su voz temblaba. Es una niña de ocho años por Dios aveces me pregunto en qué momento creció tanto, de donde saca tantas palabras. Cuando Sofi nació Jay se la pasaba en casa jugando con ella, viendo como mamá la atendía y esas cosas. El a estado presente toda su vida.

— Lo siento es tarde —. El doctor no parecía convencido de lo que decía, es como si quisiera intentar algo más.

— Tarde los cojones míos. Amber y Mía vengan —. Nos ordenó Axel. Mientras me levantaba del suelo destrozada Axel le pedía al doctor que nos llevara a donde tenían a Jay. Apenas y me quedaban fuerzas para no cerrar los ojos.
El doctor sabía que no nos rendiríamos así que nos guió. Los chicos nos siguieron y se quedaron en la gigante ventana de cristal que daba paso a la vista de un Jay entubado, moribundo, demasiado blanco, con un color de pelo rojo muy claro. Cuando entramos le estaban dando electrochoque.

— Déjenlo y salgan —. Ordenó el doctor a los enfermeros que trataban de revivir a Jay con mil intentos fallidos. Podíamos ver todas las expresiones de dolor de los chicos pegados al cristal.

— Amber trata de revivirlo con tus poderes por favor yo te ayudaré. Mientras, Mía háblale tu eres su mejor amiga, él te ama y te escuchará —. Axel definitivamente estaba roto también y haría lo que fuera por tener a Jay devuelta. Amber asintió y se colocó a un extremo de la camilla mientras Axel se colocaba al otro extremo. Los dos extendieron sus manos hacia el pecho de Jay y Axel asintió mirándome. Una vez más mire al cristal, todos estaban llorando incluyendo a Brus, Kenai tenía una nariz de payaso puesta y recordé cuando fueron vestidos de payaso para hacerme feliz. Miller y Nickolas estaban juntos como dos buenos hermanos.
Nickolas estaba muriendo con el también, el era el más destrozado. Steven abrazaba a Catalina al igual que Ryan y Derek cargaba a Sofi que estaba en un mar de lágrimas junto a sus hermanos y Jay?, Jay estaba muerto en una camilla.

— Jay, soy yo Mía estoy junto a los chicos aquí en el laboratorio, vinimos a visitarte porque eres importante para nosotros. Sofi también esta aquí dice que no quiere que mueras ella te ama igual que todos nosotros y si tu te vas nos crearías un vació en el corazón y en nuestras vidas, escucha bien si tu te vas yo me muero Jay yo no lo soportaría. Estar de nuevo lejos de ti sería una tortura —. Mis ojos ya habían estallado en un mar de lágrimas, inundaría el laboratorio y tendríamos que salir nadando de allí. Axel y Amber aún tenían las manos extendidas hacia Jay y de ellas salía una luz brillante muy hermosa. Es la primera vez que Axel usaba sus nuevos poderes de hechicero. La maquina hizo un ruido y pasó una linea.

— Esta resultando Mía sigue hablándole —dijo Amber sonriendo. Mire de nuevo al cristal y la cara de los chicos había cambiado y ahora radiaban esperanza. Me acerqué y tomé una de las manos de Jay.

— Jay recuerdas las veces que prometiste estar ahí para no dejarme caer al suelo?, ahora mismo estoy en el suelo y necesito de ti todos necesitamos de ti. Necesitamos un Jay que nos regañe, que nos mime, que nos haga reír, que nos acompañe de tiendas, que nos lea un cuento en las noches —. Cuando dije esto último Sofi comenzó a llorar más fuerte, tan fuerte que se escuchaba dentro de la habitación en la que estaba Jay. — Jay formas parte de nuestras vidas vuelve por favor tu eres nuestra familia —. La maquina comenzó a chillar dándonos la noticia de que Jay estaba vivo y sentí como apretaba mi mano aunque no abrió los ojos. Afuera de la habitación todos comenzaron a gritar de emoción. Axel corrió hacia mi y me abrazo provocando que mis pies no tocaran el suelo. Después de una hora más o menos estabamos en la cafetería menos Catalina que al final el sueño la venció y tuvo que irse a la habitación. Sofi estaba en proceso de laboratorios, le harían unos exámenes para que fuera seguro transmitirle su sangre a Jay.

— Aquí tienes princesa —. Mi mirada se encontró con unos hermosos ojos color verde, esperaba que unas hermosas pecas me sorprendieran pero no había ni una sola. Ryan extendió una taza de café como a mi me gustaba.

— Ryan —. Lo miré mientras se sentaba frente a mi en la mesa redonda de la cafetería. Los chicos tomaban otras dos mesas a nuestro lado.

— Si, dime —. Desde que Ryan volvió me encanta pasar tiempo de calidad con el, hacer cosas sencillas como correr en el bosque, venir por un café a la cafetería, caminar en el parque o simplemente hablar de cosas tontas.

— Tus pecas, no están —señale su cara y el rio. Aahhh suspire mentalmente porque desde que le conozco me gusta cuando rie o sonríe, muestra lo transparente y misterioso que puede llegar a ser. Bueno me gusta de todas las maneras posibles.

— Si aveces desaparecen no se por que —. El volvió a reír dando un sorbo a su café.

— Interesante —. Tomé de mi café y como pensé tenía un rico sabor particular, tal vez café con un poco de sangre de venado?, no se aveces Ryan podía sorprenderme.

— Deberías ir a descansar igual que Catalina, tienes que dormir un poco te vez aamm como decirlo, pues te vez cansada joder no me gusta verte así —. Aveces Ryan también se las da de protector pero más bien de exagerado.

— Estoy bien, tranquilo, no te preocupes tanto ya tendré tiempo de descansar. Ademas no tengo sueño —.

— Ok como digas pero promete que descansaras —. Ryan dejó su taza en la mesa y acunó mis manos en las suyas.

— Lo prometo —dije mirando sus ojos verdes, tan verdes que hipnotizaban a cualquiera.-
— Te he dicho antes que me encantan tus ojos? —. Ryan sonrió y juro que vi que sus mejillas se pusieron rositas y fue tan tierno.

— Te he dicho antes que me encantas tu completa? —.

Dios! la voz de Ryan era tan sexy que me daban ganas de besarlo.

— No, no me lo habías dicho —sonreí inclinando el cuerpo hacia la mesa y el clavo sus ojos en mis labios.

— Ah no?. Pues me encantas todita, tus ojos, tu nariz, tu cabello, tus labios, tu cuerpo y toda tu —. Esta vez Ryan me miraba serio con una mirada seductora. Nickolas apareció en la entrada para darnos información. Se notaba que había llorado, tenía sus ojos hinchados y su nariz roja.

— Hola chicos —. Su voz sonaba suave y dulce como siempre. — Las visitas están suspendidas hasta nuevo aviso. No queremos arriesgarnos a que pase algo. Jay está estable no hay ningún peligro, su cuerpo aceptó la sangre de Sofi y respondió muy bien a ella.

— Y Sofi? —preguntó Miller con miedo en su voz. Miller se levantó de su silla de inmediato y miró con el entre cejo fruncido a Nicko.

— Ella está super bien. No corre peligro, quizas este en el laboratorio hasta mañana —. Nickolas se sentó en la mesa de Derek. Vi como Nickolas sonreía mirando a Derek. — Vamos pregunta, se lo que estas pensando —. Derek sonrió y agitó la cabeza.

— Puedo verla? —preguntó mirando hacia la mesa.

— Si, si puedes —. Nicko sonrió y Miller se acercó.

— Yo voy contigo, nos vemos luego —. Miller se despidió y Nickolas se cambió de mesa para la mesa en la que estaba con Ryan.

— Ve más tarde no creo que te dejen entrar ahora Mía —. Nickolas tomó mis manos y las besó.

— Eres el mejor hermano que la vida pudo darme —el sonrió.

— Tu, Sofi y Miller son lo mejor que me a pasado, son mi vida —. Probablemente en otro momento hubiera llorado pero esta vez solo me alegre, mi corazón se sentía feliz. Nickolas miró por encima de mi hombro y su cara se arrugó y bajó su cabeza.

— No puede ser —. Me giré y vi a Catalina muy contenta caminando hacia nosotros.

— Acabo de estar en el laboratorio Jay esta muy bien —dijo feliz. Sus ojos estaban muy grandes y su cabello amarrado en una coleta.

— Catalina por que traes a Cookie a la cafetería? —.

La chica vestida de negro {2}Where stories live. Discover now