Capitulo 24 ( Fuera del espejo )

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Narra Nickolas

La llevaba de la mano. Y confieso que nunca me había gustado tanto llevar a una chica de la mano como a Catalina. No tenía una buena reputación en el instituto desde que todo se fue a la mierda con Catalina tiempo atrás. Me la pasaba con chicas para todos lados cuando no estaba con mi hermana. Las chicas me buscaban y daban todo por al menos hablar conmigo, las porristas morían por mi. Pero que pasaba?, yo moría por otra chica.

Catalina.

No me siento orgulloso de lastimar a chicas en el pasado. Lo primero que tenía en claro era no relación seria. No compromiso de llevar a una chica al cine, no compromiso de visitarla los fines de semana, no compromiso de solo besar sus labios, no compromiso de presentárselas a mis padres y menos a Mía. Aquella vez que vi a Mía en el recreo sentada junta a Catalina fue mi oportunidad de volverla a ver sonreír. De hablarle y pedirle perdón, cosa que nunca hice.
Así que hoy me di cuenta que ella es la ideal y podrá ser lo muy loca pero no sabría que hacer si se vuelve a ir. Organice una cita solo para ella y para mi. Velas, rosas y muchas palabras cursis como a ella le gustaban. Hablé con Ryan para que me ayudara ya que el por esa vía a conquistado a mi hermana. No, aún no estoy de acuerdo con esa relación del todo, ella era menor aún y juntos son un peligro. El me dio algunas ideas y me mostró un lugar cerca para llevarla a cenar. Ahí estaba mi hermana junto a ella. Tan hermosas como siempre.

— Nos vamos? —pregunté haciendo que se girara hacia mi. Traía unos pantalones hasta los tobillos y una camisa que la hacia lucir muy atractiva.

— Café? —. Escuché preguntar a Jay quién andaba con Miller. Jay asintió en forma de saludo y Miller levanto su mano libre. Mi relación con el es llevadera, hasta ahora a sido buen hermano aunque se la pase peleando con Mía. Ellos eran iguales. Mía me sonrió y con eso me dijo diviértete. La conozco tan bien. Caminamos por un camino en cemento adornado con flores de muchos colores. Era majestuoso y a Catalina le encantaba. Me acerqué a una flor color rosa y la arranqué.

—Sabes, te pareces mucho a esta rosa—. Catalina comenzó a reír. Y mi corazón iba al ritmo de su risa. Jamas me había puesto tan nervioso por una chica, yo no era así.

— Ah si? —. La tomé de la mano y la llevé a tres cuadras del bosque. Una habitación solo para ella y para mi. Su cara de asombro al ver la cuidad del espejo era igual a la de una pequeña niña inocente. Cierto reflejo de ella misma.

— Esto es maravilloso como es que?—. La interrumpí, sabía lo que pensaba.

— Si, lo es al igual que tu. No se como pero creo que no lo sabes todo de este lugar. Las cosas maravillosas guardan grandes secretos —. De inmediato su sonrisa se borró. Esa tierna niña de hace un rato desapareció.  Incluso la alegría ya no se sentía. —Catalina estas bien? —pregunté al ver su mirada perdida.

— Si, lo estoy —. Ella sonrió luego de contestar lo que yo creía era una mentira. Es sumamente difícil mentirle a un vampiro, ellos sienten el ambiente y el de ahora era pesado. Delicadamente tomé su mano y la dirigí al centro de la habitación. Aplaudí y enseguida las luces de las velas se encendieron y con ellas mi corazón. En el suelo habían dos par de cojines en los que nos íbamos a sentar. Cata se sentó primero y yo luego de ella.

— Luces hermosa—. Sus ojos dieron una señal con el destello de una luz especial. —Perdóname —.

— Por que?—. Rió mirando mis labios.

— No fui lo suficiente para ti. Ese día—. Tomé una pausa y noté que ella se puso nerviosa. — Ese día tenia algo especial y no te deje explicar. Tal vez tus padres no te dejaron salir, o te dieron más tareas. Yo —.

— Sshh —. Escuché de sus labios. Bajé la cabeza al no sentirme preparado para mirarla a los ojos. Vi a muchas chicas bajar la cabeza frente a mi para ocultar la pena en sus mejillas o el llanto a mi rechazo. No la miré pero a mi oído llego el amargo sonido de una gruesa lagrima caer de los ojos de mi novia. — Desde ese día fue un secreto que guarde en lo más profundo de mi y no había podido sacar, pero ese día llegó. Ese día es hoy —.

La chica vestida de negro {2}Where stories live. Discover now