Capitulo 4 ( Intermitencia)

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Amber se levantó de la mesa llorando. Posiblemente pensando que había creído no volverlo a ver más, por otro lado yo pensaba todo el tiempo en esa vez que volvería a verlo. Al igual que la partida de Jay la de Steven me dolió y tocó una fibra en mi. La esperanza de volver a ver a Jay creció, sin embargo no era la misma historia, puesto a que Jay se había ido porque había terminado su misión y es decir su tiempo aquí.

— Oh por Dios —dijo Amber y realmente se notaba muy emocionada. Todos los chicos se levantaron alegres de sus asientos excepto yo. Entre abrazos y besos se encontraban en la cafetería, todos. Menos yo. Aún viendo el menú para saber que pedir todos me quedaron viendo.

— Bien, hasta que vuelves —dije sin despegar la vista del menu. — Pensé que te olvidarías de nosotros —.

— No es así —dijo Steven. Se escuchaba culpable pero sin saber de que tenía culpa.

— Bien, entiendo —. No podia evitarlo pero mis ojos se estaban aguando. Steven era especial para mi. Y esa vez ni siquiera se despidió. Acaso no pensó en nosotros?. No le dio miedo que tanto tiempo se agotaría el espacio de el aquí con nosotros?.

— Cuando te volviste tan dura? —preguntó. Sentía como se colocaba de cuclillas a mi lado. Su respiración chocaba con mi hombro. Le miré y sus ojos hacían que sintiera no extrañarlo más, de todos modos ya estaba aquí. Su mirada era una cuna para mi, una cuna que necesite varias veces mientras el no estuvo.

— Aún no lo e hecho —. El me sonrió y me enrolló en sus brazos, mi cabeza en su hombro me hacía sentir como unas bebé. Ya llegaba la época de nieve y estaba muy entusiasmada por saber como se pasaba aquí en el instituto. Si antes hacía frío ya se notaba más. Para esta época los vampiros atacaban más, les gusta la sangre en estos tiempo. Pero aun así me propuse disfrutar de la época como una chica normal aunque ya no lo era. No había abandonado el caso de Derek y me esforzaría aún más.

— Hey ! encontré esto, tal vez te ayude —. La voz de Miller sonaba un poco angustiada. Y es que me había advertido muchas veces que tuviera cuidado, incluso me sugirió que pidiera ayuda a la Rebelión, cosa que no estaba en mi planes.

— Gracias Miller y tranquilo no pasara nada —. El frunció el entre cejo y me miro serio.

— Supongo que será así —. Sus ojos hicieron una intermitencia color amarilla y se levantó de la silla de la biblioteca y se fue. Bien. Eso habia sido un poco raro. Tan siquiera se hubiera despedido, un adiós hubiera bastado. Al poco tiempo de Miller marcharse apareció Nickolas, no muy contento por cierto. Cosa que me hacía pensar que eran igual de raros.

— Mía necesito un favor —dijo Nickolas en voz baja.

— En que puedo ayudarte? —pregunté. Nickolas se veía algo nervioso cosa que noté al instante.

— Es que —. Nicko quedó en silencio. El solo alargaba un poco las cosas. No entendía porque pero era algo que odiaba de las personas.
Acaso no pueden ir a decir lo que sea y ya?. Tienen que dar mil vueltas a el asunto. Además con solo mirar los ojos de Nickolas sabía que venía por nada, quizás cualquier estupides. O tal vez a decirme que seré tía?.

— Oye cálmate, no iré a la farmacia por una prueba de embarazo, eso no me concierne a mi —. Supe que no era eso por la cara de asombro que puso Nickolas la cual luego se volvió seria.

— Jamas! —dijo mirándome fijamente. — Tan tonto me crees?, la amo pero hasta ahí —. Bueno al menos dijo que la amaba y era la primera vez que lo oía decirlo.

— Bien, que te atormenta? —pregunté.

— Catalina —dijo en voz baja haciendo que yo frunciera el entre cejo.

La chica vestida de negro {2}Where stories live. Discover now