— No creo que sea buena idea entrar ahí Brus vuelve aquí ahora —gritó Ryan señalando al suelo. Amber bajó de la espalda de Steven y se colocó al lado de Ryan. Sus ojos estaban casi negros y eso no era bueno, los de Ryan comenzaban a tornarse rojos y eso era peor.
— Ryan tiene razón —. Amber dio un paso hacia al frente.
— No pasara nada —. Fue lo último que dijo Brus antes de desaparecer por la entrada del castillo. Benni agitaba la cabeza de lado a lado sabiendo el error que había cometido su hermano. Brus no entro por que si ni por que no. Brus entro para desafiarnos como siempre hacía, era un chico curioso y travieso al que le gustaba el peligro. Nadie tenía que decirme que corría riesgo porque los ojos de Amber y Ryan lo decían todo.
— Váyanse yo iré a buscarlo —Benni comenzó a caminar hacia la entrada pero Ryan lo detuvo.
— Yo iré váyanse ustedes. Si te dejo entrar solo nunca saldrán ni tu ni el —. Ryan era un buen líder, buenísimo.
— Tu tampoco saldrás si entras, es mejor que vaya yo —. Seguía debatiendo Benni.
— Soy el dueño de todo lo que vez aquí, crees que ese castillo me atraparía? —. Era cierto al Ryan Mathew convertirse en el Jefe de los cazadores se convertía en dueño de lo que había dentro del espejo. Todo era de él. Él conocía toda rama, hoja, piedra, montaña, castillos, árboles y cazadores. Todo lo que había dentro del espejo le pertenecía y se lo conocía como la palma de su mano.
— Bien iremos todos —dije avanzando hacia el castillo. Seguida por Jay.
— Esa es mi chica —lo escuché decir. Y estaba más que segura que si decidía tirarme de un puente el saltaría conmigo y si decidía morir el no lo dudaría y eso me daba miedo.
— No dejaras de consentirla eh?. — escuché decir a Nickolas. La oscuridad invadía el lugar y no se escuchaba absolutamente nada. Aun así seguíamos caminando a pasos cortos y no parecía haber nada en el suelo que impidiera el paso.
— No, no otra vez por favor, no lo hagan. Que quieren? —gritaba Catalina al borde de las lágrimas y su voz entrecortada.
— Que pasa Catalina? —preguntó Nickolas desesperado.
— Aléjense por favor no me hagan daño —. Ella gritaba cuando estalló en llanto. Se escuchaba su agitada respiración por todo el lugar.
— Catalina que pasa? —. Esta vez preguntó Kenai.
— Nickolas!!! Ayuda por favor —gritó varias veces el nombre de mi hermano y se retorcía en el suelo tapando su cuerpo, como si quisieran quitarle la ropa y ella no quisiera. Quedó callada y dejó escuchar solo sus sollozos. No se volvió a mover simplemente lloraba tendida en el suelo. Nickolas se arrodilló a su lado y le hablaba suave al oído.
— Aquí están!. Están vivos, miren chicos la manada —. Steven señaló hacia una de las esquinas del lugar. Y lo que me esperaba, estaba vacía. Me giré a mirar a todo el lugar y de mis ojos brotaron unas gruesas lágrimas que en segundos mojaron toda mi cara. Mi corazón dio un salto. Comencé a sentirme mal, estaba muy triste de repente. Mi cuerpo temblaba y mis manos sudaban frío. Sentía que tenía mi arco en la mano el cual por cierto no traje. Me sentía agitada y vi sus ojos. Todo se calmó, menos la desesperación de ir corriendo para abrazarlo.
— Mía —. Seguía igual de rubio como lo recordaba.
Flasback
— Hola preciosa estás bien?, extrañe a mi compañera de mesa —.
— Aamm me hablas a mi? —.
— Quién más es mi compañera de mesa? —.
— Me sorprende que me hables de esa manera Rex, te pico algo? —.
— Siempre lo hago pero me ignoras —.
Fin del flashback
— Rex? —. No sabía si sonreír o llorar más. El dolor iba y venía. Era como si por momentos abandonara mi cuerpo pero no del todo. Como si el sentimiento quisiera abandonar mi corazón pero la mente no lo dejara. El estaba ahí a diez pasos de mi. Ese mar en sus ojos era tan profundo y miraba fijamente a los míos. Se veía amor, ternura y ganas de vivir.
Ganas de vivir
— Rex, como es que estas vivo?. Perdóname —. Supliqué en un mar de lágrimas, mi pecho subía y bajaba a gran velocidad.
— Mía no. Rex no esta ahí. El murió —. Como pudo morir si yo lo estaba viendo?.
— El esta ahí Miller —. Señale hacia el. Hacia Rex, era el.
— También Oriana pero no es real —. Me tomó del brazo y me abrazó.
— No me digas eso —. Supliqué de nuevo.
— Jay has algo —gritó Miller.
— Eso intento, estoy tratando de reprimir su dolor pero no puedo —. Mis sollozos se escuchaban en la oscuridad y los ojos de Ryan se tornaron rojos. Apretó sus puños lo pude ver, hacia fuerza por que las venas de su cuello se estaban brotando. Poco a poco el dolor se fue y Rex desapareció. Aceptaré el dolor si así puedo verlo una vez más.
— Jay inténtalo una vez más —dijo Ryan mirándolo, sus colmillos estaban fuera. —Y salgan de aquí —.
Capitulo 22 ( En mis sueños de nuevo )
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