- Hubo una vez, una familia. Se conformaba por cuatro personas: los papás y sus dos hijas. Una se llamaba Anna y la otra Ally.- Tome un poco de aire.- Ally y Anna eran felices. Siempre se divertían en un buen día, incluso si llovía y era tétrico el ambiente; ambas eran felices. Un día Ally descubrió que tenía un don... Un hermoso pero a la vez peligroso don. Su hermana, Anna, no le importaba si fuera peligrosa su hermana, ella la quería y la aceptaba como era. Ally por miedo a herir a su hermana y a su familia, se alejó de ellos.- Ryan observo a otro lado, con una mirada un poco decaída.- Ally se fue a vivir a otro lugar, lejos de ellos. Lo que nunca supo fue que dejo a su familia con un corazón roto. Jamás la volvieron a ver.- Relamí mis labios, sentía un nudo en la garganta.- Lo siento, Ryan. La historia es un poco deprimente.-

- No importa.- Contesto Ryan.- Ally... ¿Es feliz ahora?.- Pregunto.

- Lo era... con su familia.- Baje la mirada y mordí mis labios, no lloraría. No ahora. Ryan soltó un suspiro y cerro sus ojos. Me erguí y lo deje reposar sobre el suelo.

- Quiero imaginarme que Ally encontró a personas geniales que la ayudaron a superar su miedo y a volver con su familia. Ese sería su final feliz.- Soltó él de repente con una tierna sonrisa para después caer en un sueño. Al parecer aún tenía efecto la "pócima" que le dieron, ya que otra vez estaba inconsciente pero tenía una sonrisa tallada en su rostro. Una sonrisa infantil y tierna.

Sonreí levemente.

Pero esa sonrisa se interrumpió al escuchar un a voz un poco grave.

- Pero miren quien despertó. La chica fría.- Después se escucharon unas carcajadas. Mérida se levantó rápidamente del suelo y se alejó de los barrotes. Estaba pálida del terror.

- ¿No que nos ibas a matar, Mérida?.- Contesto con sarcasmo otra voz, muy conocida para mí.

"Mamá Olga"

Dos siluetas de vislumbraron de la espesa oscuridad. Sentí que alguién tomaba mi mano. Vire mi vista y era Jack.

- Quedate atrás de mí ¿Sí? No dejaré que nada te pase.- Susurro él, mientras sus ojos azules me observaban. Asentí, sintiendome protegida.

Las dos siluetas se dejaron ver. Eran mamá Olga y la otra bruja. ¿Cómo me dijo Rapunzel que se llamaba? Creo que Gothel.

Mamá Olga vestía de un sencillo vestido color crema. Estaba algo desgastado y su mirada era fría y muy tétrica. Sus ojos grisaceos lograron contacto con los mios y eso provoco un escalofrío sacudir mis huesos. Me escondí atrás de Jack, sin apartar nuestro agarre.

Gothel tenía la misma capa color magenta. Ella observaba a todos con sinismo en sus ojos.

- ¿Qué quieren de nosotros?.- Preguntó firmemente Eugene.

- Oh querido, es mejor no saber nada.- Contestó con burla Gothel. Eugene tragó saliva.

- ¡Maldita, bruja!.- Nuestra atención se centro en Carl. Sus manos estaban formadas en puños. - Nos quieren para sus pócimas raras ¿Cierto?.- Escupió él. Mamá Olga soltó una leve carcajada.

- No me sorprende esa actitud tuya, Carl. No sabía que te iba a afectar la tanto la muerte de tu pequeña hermana. Esa pequeña niña, con su inocente sonrisa que sólo me provocaba naúseas. ¿Pero sabes algo? La sangre de ella me sirvio de mucho.-

Con esto último que salió de los labios de Mamá Olga, mis sospechas crecieron.

Carl, con sus nudillos apretados, estaba apunto de contestar pero lo interrumpí:

- Eres Madeleine.- "Mamá Olga" me observo un poco furiosa.

- ¡Cierra tu boca, niña estúpida!.- Aprete la mano de Jack.

- Ahora ¿Qué?.- Comentó Carl con sequedad.- ¿Tienes problemas de doble personalidad? O ¿Qué? No tenemos tiempo para tus estúpideces.- La señalo.- Tú eres Madeleine.- Dicho esto, todos nosotros no podiamos creerlo. Teníamos asombro en nuestras miradas. Al parecer mis sospechas eras ciertas.

"Mamá Olga" mordió su labio inferior, al parecer estaba aguantando la furia.

- Madeleine esta en el pasado.- Contestó seca.- Yo me llamo Olga, y comportate bien jovencito por que no sabes de lo que soy capaz de hacer.- Carl sólo rodó los ojos.
El ambiente se puso tenso. No se escuchaba nada, ni si quiera un respiro. Mis nervios iban aumentando que hasta podrían ser audibles los latidos de mi corazón.
Todos estos años he estado viviendo con una bruja que desde hace siglos utiliza a niños en sus experimentos y sólo al pensar en eso siento naúseas. Ahora esas brujas nos iban a utilizar.
Jack debió notar mi nerviosismo ya que tomo más fuerte de mi mano.

- Elsa, no va a pasar nada. Vamos a poder escapar de aquí.- Susurró en mi oido.

Esta vez no le creí.

- Tanto fantasma me estorba, Olga.- Comentó Gothel.- Has que una de estas almas descansen en paz.-

La sonrisa de Mamá Olga era muy oscura, unas largas arrugas surcaban en sus descoloridas mejillas haciendo compañia a la macabra sonrisa. Con sus largas y maltratadas manos tomo el candado que nos dejaba sin libertad.

- Con gusto, Gothel. Y creo que ya elegí al primer participante.- Contestó dejando ver sus dientes amarillentos al descubierto. El sonido a metal óxidado chocando entre sí se hizo presente: la puerta había sido abierta.

- Vaya, vaya... ¡Que obedientes son!.- Rió Olga. - Pensaba que se iban a escapar.-

- No somos estúpidos, bruja. Es obvio que ustedes nos atraparían ya que no sabemos donde está la salida del templo.- Contestó Carl.

- Que inteligente, Carl. Pero veo que tu inteligencia no pudo salvar a tu hermanita.- Olga sonrió con burla. Ella se burlaba de Carl. Utilizaba su horrible pasado en su contra.

Carl no contesto ya que la bruja se empezó a acercar a él. Y lo tomó de la muñeca, se escucho un sollozo pero no provenía de Carl. Era Mérida.

- No llores, DunBroch. Yo estaba empezando a creer que eras alguién valiente. Pero veo que sólo eres una débil, como los demás.- Dijo Gothel. Hiccup se acercó hacía Mérida para tratar de apaciguar su llanto.

Olga aún tenía a Carl.

- Ahora mismo deberías sentirte afortunado.- Dijo ella llevandose a Carl a la salida de la celda. Él hacía esfuerzo en no ser llevado - Ya que muy pronto verás a tu hermana. Vas a ser el primero en descansar, Carl.- Dijo ella sonriendo, en sus pupilas se podía ver el cinismo. Se podía sentir en el ambiente sus malas intenciones. Oculte mi rostro en el hombro de Jack.

"Pobre Carl"

Los pasos se Olga eran audibles y también los pasos desesperados de Carl. Por un momento se dejaron de escuchar, los leves llantos de Mérida eran los únicos que resonaban.

Despegué mi rostro del hombro de Jack y ví que Olga estaba afuera de la celda con Carl pero él estaba inconsciente. "¿Pero qué....? ¿Cómo se habrá desmayado?"

Olga dejó a Carl en el suelo y cerró otra vez la celda. Su vista se poso en todos nosotros, era como un animal observando a sus presas. Mérida ceso su llanto.

- Después seguirá Frank, y con Ryan no batallaré.- Su mirada se centro en Jack, provocandome temor. - Y no creas que me he olvidado de ti, Jackson.-

......-.-.-

Yeeyy :3 jaja al fin soy libre!

Gracias por esperar :'v No aguantaba ya sin subir TnT además salí a vacaciones antes de lo previsto Yey :3 y es gracias a que no quede en extraordinarios uwu bendito sea Jesús /º-º/

.. Madeleine es Olga! Dx o Dioh mio... pero ¿Por qué no lo quiere aceptar? 7-7

> ¿Creen qué puedan escapar del templo?

>¿Qué pasará?

Ahora empezaré a publicar sin falta uwu

16/07/15 ♥










Sombras de Luciérnagas    ✭☽ Jelsa ☾✭ (Cancelada)Where stories live. Discover now