Capítulo 9.

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Joe sentía como si el aire en sus pulmones fuera arrebatada, las palabras de Elisse se le repetían y aparecían en su cabeza en cada segundo, como un martillazo que golpeaba su cabeza. Tenía la mirada perdida, estaba tratando de asimilar las palabras que recién había escuchado. ¿Cómo es que el amor de su vida había tenido un hijo con otra persona? ¿como había sido capaz de eso? Él no era perfecto, no era un príncipe y mucho menos era un santo, pero amaba con todo su corazón a Elisse y de sólo saber que ahora tenía que hacerse la idea de que ella no lo querría más le pesaba. Hace años había soñado con ser él padre de los hijos de Elisse, de formar una familia con ella, pero ahora, todos esos sueños habían sido arrebatados.

- Elisse, ¿cómo pudiste...? - Joe murmuró, su voz quebrándose bajo el peso de la traición que realmente, no debería ser considerada así. Pero considerando su amor, él lo sentía de esa forma.

Ella intentó acercarse a él, sus manos extendiéndose en un gesto de consuelo por su rostro. 

- Joe, por favor, entiende que esto no fue fácil para mí.

Pero Joe retrocedió, apartándose de sus intentos de consuelo y de ella.

- Un hijo... con él. ¿Por qué? ¿por qué no me elegiste a mí?

Elisse tenía sus ojos llenos de lágrimas, se esforzó por explicar. Pero las palabras no ayudaron.

- Joe, las cosas cambiaron. No podía arriesgarme a...

- ¿No podías arriesgarte a qué, Elisse? - interrumpió Joe con un dejo de amargura.- ¿A arriesgarte a amarme de nuevo?

Las palabras de Joe resonaban en el aire, hiriendo con seriedad a Elisse. Elisse buscó las palabras adecuadas, pero no eran capaces de salir de su boca ahora mismo.

- Joe, yo...- Elisse comenzó, pero su voz se apagó en un susurro.

- Creí en nosotros, en ti. Pero ahora...- Su voz estaba quebrada.

Las lágrimas de Elisse caían como lluvia en su rostro, no parecía cesar por parte de ambos.

- Joe, por favor, intenta entender. No quería lastimarte.

- Demasiado tarde, Elisse. Estoy herido de una manera que no puedo entender.- Dijo Joe molesto.- Pensé que teníamos algo real, algo que podría superar cualquier obstáculo. Algo que podía revivir. 

Elisse no dijo nada, se acercó nuevamente pero Joe la detuvo con un gesto firme alejándola con su mano.

- No, Elisse. Necesito tiempo para procesar esto.

Joe se dio la vuelta y se alejó, se fue y Elisse había quedado ahí destruida, lloró y grito en suplicos a Joe, que se devolviera para escucharla y que pudiera entenderla. Pero había perdido finalmente al amor de su vida, la oportunidad de que en algún momento retomarán la relación, de que Joe pudiera saber la verdad; se había esfumado, y ahora no quedaba nada. Elisse se dejó caer de rodillas en el jardín, realmente el dolor la estaba aniquilando de formas que nunca creyó que pasaría. 

La puerta del jardín se abrió, ella tenía ilusión pero se trataba de su papá. 

- Elisse, hija, ¿qué ha pasado?-  preguntó Zac con voz suave, acercándose con rapidez para tomarla y ayudarla a levantarse del suelo.

Elisse levantó la mirada, sus ojos hinchados por las lágrimas.

- Se lo dije, papá. Joe lo sabe.

Zac frunció el ceño.

- ¿Sabe qué, cariño?

- Le dije que Joshua era de Mac. Lo perdí. 

Ella se desmoronó, pero Zac la tomo en brazos y la abrazó fuertemente, estaba confundido y sorprendido por el hecho que su hija le contaba recién. La escucho llorar, tenía tanto dolor que no se atrevió a decir nada, no pudo hacer más que consolarla por eso. 

(...)

Por otro lado, Joe llegó a casa con la pesadez del mundo sobre sus hombros. La verdad lo estaba matando, no podía dejar de repetirse lo que Elisse le había dicho y sabía que no se lo sacaría de la cabeza por un buen de tiempo, no cuando aún la amaba a pesar de todo. Aún así necesitaba algo, cualquier cosa, para amortiguar el dolor que lo consumía.

Una botella de Whisky estaba en una de las vitrinas que tenían en casa, sin dudarlo Joe se dirigió hacia ella y sirvió un trago que pretendía ser el antídoto para su adolorida y recién herida alma. Mientras el líquido ardiente descendía por su garganta, Joe luchaba por mantener la compostura y no tratar de despertar a alguien, especialmente a su mamá.

Pero fue demasiado tarde, pues inmediatamente y sorpresivamente la sombra de alguien entró en la sala, en sus ojos pudo notar de inmediato el rastro de angustia en el rostro de su hijo. Era Robin.

- Joe, cariño, ¿qué está pasando? No te he visto así desde...

- Desde mamá.- Interrumpió Joe, él sabía bien a lo que ella le quería decir. Desde Elisse, otra vez.- Nunca pensé que volvería a sentirme así.

Robin se acercó poniendo su mano en el hombro de su hijo.

- Hijo, habla conmigo. ¿Qué está sucediendo?

Joe tomó otro trago antes de mirar a su madre. 

- Elisse, mamá. Todo está arruinado.

El corazón de Robin se apretó ante la mención del nombre de Elisse, tenía años sin escuchar de ella.

- ¿Qué ha pasado, Joe? ¿Por qué estás tan afectado, volvió a la ciudad? - Joe asintió.

- Está casada. - Hizo una pausa.- Y me confesó que tiene un hijo con esa persona. 

Robin abrió su boca sorprendida, jamás pensó que la próxima vez que supiera de Elisse fuera de esa forma.

- ¿Qué? ¿eso es verdad? - Joe asintió.- Joe, lo siento tanto. Pero no puedes dejarte caer por ella, no te merece en absoluto.

- Mamá, ¿por qué con él sí y conmigo no? ¿yo soy el problema? - Cuestionó Joe, haciendo añicos a su madre, quién negó de inmediato.

Joe comenzó a llorar en brazos de su madre, ella sabía que su hijo rara vez lloraba por amor, por algo, sin duda amaba tanto a Elisse y eso era una demostración de el amor que le tenía. Sin embargo, parecía que nada volvería a ser lo que era antes. Y que ellos eran ahora con más razón; extraños.

Maroon. | Joe Burrow. (L2)Where stories live. Discover now