Capítulo 8.

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No supo cuanto tiempo habíamos estado pegados el uno del otro, sólo sabía que después de todos los años se sentía como la primera vez que lo besé, que tuvimos nuestra primera vez. No podía creer que después de tres largos años volvía a besar al hombre que tanto amaba, al padre de mi hijo y a quién siempre le pertenecería mi corazón. Lo amaba, realmente lo amaba y sentía por él cosas que jamás haría por alguien más, si no tuviéramos tantas cosas por aclarar, ocultas, podría haber aceptado el hecho de intentarlo. Podía haberme aferrado más a él, pero no iba a dejar que Joshua sufriera por nuestra culpa.

Pensé en tantas cosas, desde decirle como algo casual hasta como alejarme, pero no quería hacerlo. Quería permanecer con él por el resto de nuestras vidas y quería que Dios fuera testigo de que lo amaría a pesar de todos los problemas que habíamos tenido. Aún seguía enamorada por ese chico de los Bengals que al principio parecía ser prohibido para mí.

Algo seguía presente en mi cabeza, y era el hecho de que no podíamos permanecer de esta manera por siempre, teníamos que volver a nuestra cruda y tormentosa realidad, esa realidad dónde besarnos y amarnos estaba prohibido como si fuera un delito. Algo ilegal entre ambos. 

Nos miramos a los ojos, ninguno fue capaz de hablar o de romper ese hielo, el agarre de Joe sobre mí cintura seguía firme, atándome a estar con él. Sus manos fuertes en mi cuerpo se sentía exactamente igual, no lo había olvidado en tanto tiempo, aún permanecía aferrándose con uñas y dientes a la posibilidad de nunca separarnos. Estuvo a punto de besarme otra vez, pero me negué haciendo mi cabeza hacía un lado, alejándome de él lo más que pude.

- No.. no puedo hacerle eso a Mac. Él no lo merece.- Dije empujándolo suavemente. Él frunció el ceño confundido. - Estoy bien con él, no voy a hacerle esto.

- Elisse.. - Respondió Joe.- No puedes negar lo que aún sentimos. Podemos superar cualquier cosa juntos.

Me aparte de él, porque sabía que la proximidad física iba a empeorar la situación. 

- No es tan fácil, Joe. A él lo quiero, ha dado todo por mí, en el pasado él fue quién me apoyó desde el primer momento.

Joe se acercó de vuelta, parecía no querer ceder a mis suplicas y alejamientos.

- Elisse, no estoy pidiendo que ignoremos el pasado. Estoy pidiendo que enfrentemos el presente y construyamos un futuro juntos.

Tenía un nudo en la garganta, estaba presente al igual que las lágrimas y la infinidad de dolor que sentía por él.

- No lo entiendes, Joe. Hay más en juego aquí que solo nosotros dos. Hay vidas que afectamos, responsabilidades que no podemos ignorar.

Él no se daba por vencido, tomo mis manos y trato de reavivar esa conexión que insistía cada vez más pero yo trataba de poder negar.

-Elisse, sé que hay complicaciones, pero si no intentamos resolverlas, siempre nos perseguirán. ¿Vas a dejar que el miedo gobierne nuestras vidas?

Me liberé de su agarre, dando un paso atrás. 

- No es solo miedo, Joe. Es la realidad. No podemos borrar todo y empezar de nuevo.

- Entonces, ¿vas a rendirte? ¿Vas a renunciar a lo que podríamos tener? - Suplicó insistente él.

Asentí, me dolía en mi alma aceptarlo.

- No puedo aceptar que lo nuestro termine así. Hay algo entre nosotros que va más allá de las complicaciones.

Las lágrimas me estaban amenazando, no pude controlar mis instintos y me acerqué a él poniendo mis manos en sus mejillas. 

- Podemos tratar de salvarlo y de esforzarnos, pero eso no nos va a funcionar, Joe. Es hora de asumir que lo nuestro ya termino, no puedo destruirte así. 

Mis manos temblaban, no paso mucho tiempo para que las lágrimas tomarán el suficiente control que me quedaba y entonces, comenzará a ser evidente el dolor. Intenté contenerme, pero la presión en mis hombros del mundo que solía ser mi refugio, estaba matándome lentamente.

- Joe, aún te amo, pero no podemos seguir así. 

- ¿Y porque sí me amas, no dejas todo de lado y empezamos de nuevo? - Soltó él. - No puedo simplemente alejarme. Por favor, no me hagas eso.

Las lágrimas finalmente cedieron, deslizándose por mis mejillas rojizas. 

- Joe, te extraño tanto, pero no sé si podemos arreglar esto. No sé si hay una solución.

Joe también sintió la humedad en sus ojos, lo conocía tan bien que podía apostar que estaba luchando contra el dolor que amenazaba con desbordarse. 

- Elisse, me haces falta. Cada día, cada hora. No puedo soportar la idea de perderte de nuevo.

Las lágrimas caían desesperadas por parte de ambos, tanto mía como de Joe.

- Joe, no puedes entender lo difícil que es para mí esto.- Mi voz se quebró, no era fuerte, no podía fingirlo frente alguien que me conocía perfecto.- Lo nuestro ya no existe.

Las lágrimas resplandecían en los ojos de Joe, me rompió tanto verlo de esa forma.

- Elisse, ¿Mac es la razón por la que no quieres estar conmigo?  - Levanté la mirada hacía él, sabía a dónde iba. - Sé sincera, si lo amas.. me alejaré.

Las palabras de Joe hicieron eco en mi cabeza, golpearon mi corazón y sabía que cualquier respuesta podía alejarme de él o ganarme su odio, no tenía nada que perder más, las palabras que salieran de mi boca podían liberarme a mí y a mi hijo. Podía volver a mi vida. Estaba tan harta de engañarlo, de engañarme a mi. 

- Tengo un hijo, Joe. Un hijo con Mac.

Maroon. | Joe Burrow. (L2)Where stories live. Discover now