Capítulo 4.

641 49 4
                                    

Elisse no supo que hacer, su corazón latió con tanta fuerza que podía sentir como en cualquier momento perdería el conocimiento, pero no, tomó las fuerzas que le quedaban y se puso de pie, sin importarle el contenido en el piso o más bien, sin prestarle atención a Joe. Pero nunca supo ni pensó que este correría detrás de ella, nadie se había percatado de lo sucedido entre ambos, por lo cual fue más fácil huir, para Joe era una nueva oportunidad. No podía creer que después de tres años podría hablar con el amor de su vida.

Ella se dirigió hasta la salida del establecimiento aturdida por el impacto y con el corazón latiendo a mil por hora, apenas podía creer lo que estaba sucediendo. Hasta que una mano la tomo del brazo para jalarla y acorralarla en un pequeño rincón del local. La mirada de Joe se elevó hacia ella, y en ese instante, sus ojos se encontraron en un reconocimiento mutuo.

- ¡Espera! - Exclamó Joe, su agarre impidiendo que Elisse se alejara.

Elisse se volvió hacia él, aún que renegó por estar en ese lugar con él, pero no podía dejar de pensar en que lo tenía tan cerca, podría lanzarse a besarlo, podía hacer todo lo que soñó durante años. Pero no.

- Joe, déjame ir.- Suplicó.

- No hasta que me digas por qué te fuiste.- Dijo Joe manteniéndose firme en el agarre hacía ella.

- Me fui porque necesitaba rehacer mi vida, Joe. Tú también tenías que hacerlo.- dijo Elisse con voz temblorosa.

Joe se había sentido realmente herido por sus palabras. ¿Cómo podía rehacer su vida si la recordaba tan bien? 

- ¿Rehacer mi vida? ¿Cómo esperabas que hiciera eso? Eras mi vida, Elisse. Dejé todo por ti, hubiera dejado el fútbol si eso me hubieras pedido, hubiese dejado todo por ti. ¿Y aún crees que tres años borraron todo lo que teníamos?

Elisse tenía un nudo en su garganta, en su voz se notaba que estaba a punto de quebrarse.

- No fue fácil para mí, Joe. ¿Crees que no me duele cada día que no estuve a tu lado? Pero teníamos que seguir adelante. No podíamos quedarnos atrapados en lo que éramos.

- Ya veo, ¿seguir adelante? - Respondió Joe incrédulo.- No he seguido adelante, Elisse. He estado viviendo con el fantasma de lo que teníamos. ¿No merecía saber por qué te fuiste? ¿por qué lo elegiste a él?

Ella notaba el dolor en la mirada de Joe, lo conocía mejor que nadie y sabía que estaba sufriendo, pero no podía darle alas, no podía dejarse llevar por eso. Apartó la mirada se sentía atrapada por Joe.

- Lo siento. No quería lastimarte, pero pensé que era lo mejor para ambos.

Joe soltó un suspiro pesado antes de hablar.

- ¿Lo mejor para ambos? No entiendes, Elisse. No sabes lo difícil que ha sido para mí vivir sin ti. He intentado seguir adelante, pero siempre vuelvo a ti. ¿Por qué no pudiste haberme dicho la verdad?

Ella tomó un respiro, sus lágrimas comenzaron a brotar y la desesperación en su voz se hizo presente.

- ¡Porque sabía que no podrías seguir adelante si supieras! Pensé que sería más fácil para todos así. ¡Agradece que pensé en nosotros! Merecías la oportunidad de encontrar a alguien que pudiera darte lo que yo no podía.

Las últimas palabras hirieron a Joe, un cuchillo se clavó en su pecho, es más, se sentía peor que ser apuñalado o disparado, incluso él sabía que se sentía aún peor que una lesión. Que perder un campeonato, como todos lo tenían o pensaban.

- ¡No te pedí que tomaras esa decisión por mí! ¿Acaso no merecía la oportunidad de decidir por mí mismo? - Le gritó.

- Tenía miedo, Joe. Miedo de arrastrarte a una vida que no querías. Miedo de que, si te quedabas, nunca alcanzaríamos nuestras verdaderas felicidades.

- ¿Y quién decide cuál es mi felicidad, Elisse? ¿Tú? - Respondió él de inmediato.

Ella se quedó cabizbaja, no supo que decir ni que hacer, no podía tomar una salida fácil como hace años.

- Lo mejor será que te alejes, estaremos mejor lejos.

Joe mantuvo tensa la mandíbula, sin pensarlo le respondió en seguida.

- No voy a alejarme. Porque no quiero a otra chica; quiero a la mujer que está de pie frente a mí. Necesito respuestas, pero más que eso, necesito que estés en mi vida. No estoy dispuesto a perderte de nuevo.

Y en ese momento, Elisse se derritió, supo que su corazón jamás dejaría de amar a Joe y ella menos, esos sentimientos estaban ahí, seguían por él y jamás iban a morir. No podía dejar de pensar en que él era todo lo que quería, pero no podía olvidar dos grandes detalles, su esposo, su hijo, no podía dejarlos de lado y mucho menos dejarse llevar por simples palabras que podría llevarse el viento. Ella no podía caer de nuevo en los encantos de Joe Burrow, no tenía permitido hacerlo. 

Maroon. | Joe Burrow. (L2)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora