Mist [Unlimit3d]

Capítulo 51: ¿Quién soy yo?

¿Qué podían sentir al ser observados por más de cien personas vivas?

... Estaba a la par de lo que habían sentido cuando se toparon por primera vez con un grupo de zombis.

Si ellos no se movían, esa gente tampoco se movía.

Con el sol abrasador encima, la temperatura era calurosa.

Estaban en las vías aéreas a cien metros por encima de un lago. La barandilla que se había roto por el impacto del tren se balanceaba precariamente. Un ligero viento soplaba entre sus ropas y las puntas de sus cabellos. Era como si, en cuanto no tuvieran cuidado, esta ráfaga de viento pudiera empujarles.

Los dos se enfrentaron a la gran multitud. Por un momento, el mundo quedó en completo silencio.

Ji Yushi movió ligeramente el pie hacia atrás.

Los pasajeros empezaron a moverse. Sin mediar palabra, empezaron a moverse hacia ellos.

La parte posterior de su cintura fue sostenida por la mano de alguien. Era Song Qinglan, que se había acercado. Habló con voz tenue: "Prepárate. Tenemos que correr".

Cuando Ji Yushi se detuvo, los pasajeros también se detuvieron.

Sólo había una corta distancia entre ellos. Sus ojos permanecían fijos en aquellas dos personas. Todo el pánico, la desesperación y el llanto de antes habían desaparecido y se quedaron en su sitio, completamente inexpresivos.

¿Huir?

Ji Yushi apretó el puño. Sí, con la situación actual, no tenían otra opción que correr.

"Intentémoslo primero. Corre en dirección contraria y baja cuando veas una barrera de construcción".

Como si le hubiera dado a Ji Yushi tiempo suficiente para prepararse, Song Qinglan bajó la voz y contó desde tres: "¡Vamos!".

Los dos se pusieron inmediatamente en marcha.

Las esposas entre ellos repiquetearon.

Con los pasos sonando tras ellos, más de cien personas les persiguieron.

En las estrechas vías aéreas no cabía tanta gente al mismo tiempo. Entre las carreras y los empujones, de vez en cuando se oían ruidos de algo que caía al agua. Los humanos caían de las vías como bolas de masa.

"¡Dame la mano!"

Song Qinglan gritó mientras miraba hacia atrás. Agarró la mano de Ji Yushi, sus dedos entrelazados. Sin tirar de las esposas, aceleraron rápidamente.

La multitud detrás de ellos continuó persiguiéndolos. Parecía que pronto podrían alcanzarlos.

Ji Yushi sintió que sus piernas ya no eran suyas. Las vías que el tren colgante acababa de recorrer a gran velocidad aún estaban calientes. Sudaban profusamente. Era como si estuvieran en un mar de fuego.

La potencia explosiva y la resistencia de Song Qinglan eran varias veces superiores a las de Ji Yushi. Mientras corrían, Ji Yushi era prácticamente arrastrado. Sólo podía intentar desesperadamente seguir el ritmo de Song Qinglan. La alta espalda de la otra parte estaba justo delante de él, y sus anchos hombros le daban una sensación de seguridad, como si mientras él estuviera allí, definitivamente serían capaces de abrirse paso.

Tenía las palmas de las manos pegajosas y sudorosas. Ji Yushi sólo podía sentir el sudor goteando de su cara.

Nunca había corrido tan rápido en su vida.

Pero la gente detrás de ellos no parecía sentirse cansada en absoluto. Eran sólo un par de cientos de metros, pero esa gente había conseguido tocar la parte trasera de la ropa de Ji Yushi varias veces.