Capítulo 26

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Advertencia: Esta historia NO ES MÍA, es una adaptación del libro "Allegiance of Honor" de NALINI SINGH, por lo tanto todos los derechos de la historia son para ella, al igual que los personajes de Masashi Kishimoto usados en esta adaptación, ahora si disfruten de su lectura.

Advertencia 2: A partir del libro 11 la traducción de la saga es realizada por fans, por lo que el trabajo de esta traducción es de; CarpeDreams.


–¿TUS COMPAÑEROS DE manada saben sobre los dos millones de dólares que transferiste a una cuenta extranjera en las Islas Caimán? –preguntó Sasuke–. Los mercenarios dijeron que la tarifa completa fue de cuatro millones. –Una cantidad irresistible–. El segundo pago habría acabado con los ahorros de tu manada.

El alfa ocelote frunció los labios, pero la sanadora habló antes que pudiera decir más insultos.

–¿Cómo pudiste? –Fue un susurro tembloroso. –Ese dinero era lo único que nos quedaba para darles a los cachorros. ¡Sus padres se han ido, sus abuelos se han ido, sus amigos se han ido! Al menos con ese dinero, podrían haber tenido una buena vida, ¡tener opciones!

–¡Cállate y lárgate de aquí! –dijo el alfa, mostrándole los dientes a la mujer de edad avanzada.

Él no pareció darse cuenta de la reacción de sus soldados, pero Sasuke lo hizo. Ambos miraban a su alfa no solo en estado de shock... sino también disgustados. La sanadora era sagrada en una manada estable. Nadie, nadie en la manada de Sasuke, se atrevería a insultar a Tsunade. Él a veces podría estar en desacuerdo con ella, incluso podría enojarse con ella en muy raras ocasiones, pero ni siquiera él jamás le hablaría en ese tono.

–¡No! –El cuerpo de la sanadora temblaba cuando se paró al lado de Sasuke–. Tú ya no me das órdenes. No sé quién eres, ¡pero no eres mi alfa!

Silbando y gruñendo, el alfa ocelote trató de levantarse con silla y todo. Sasuke lo tiró de vuelta al suelo pero no habló. Al contrario, dio a la sanadora la oportunidad de decir cualquier otra cosa que necesitara.

–¡Saquen a esta traidora de aquí! –gritó Monroe Halliston a los otros dos dominantes, ignorando a la sanadora. Estos no respondieron.

El una vez alfa, los había perdido.

Como si también se diera cuenta de eso al mismo tiempo, el hombre mayor empezó a gritar.

–¡Son unos tontos! ¿No ven lo que hizo? ¡Él abrió las compuertas y nosotros fuimos atrapados en la inundación! ¡Sus hermanos y hermanas y padres todavía estarían vivos sino fuera por él! Mi compañera estaría viva. ¡Mi hijo estaría vivo! –Otro gruñido gutural–. ¿Por qué él debería quedarse con su hija mestiza cuando mi hijo está muerto?

Sus garras se deslizaron hacia afuera, pero obligó a la enfurecida pantera a que fuera paciente. Existía más aquí de lo que se veía a simple vista. Monroe estaba demasiado inestable para lograr lo que parecía haber conseguido. En primer lugar, porque de acuerdo con la conversación que Sasuke mantuvo con Bastien antes de salir hacia Texas, Monroe no podría haber hecho la maniobra financiera.

"Él no tiene la habilidad necesaria", le dijo el hombre a cargo de los activos financieros de Sharingan. "¿Los pasos que tomó para mover ese dinero desde la cuenta en las Caimán sin dejar ningún tipo de rastro? Se requiere años de experiencia y un conocimiento profundo del sistema bancario."

Bastien había pasado una mano por el rojo oscuro de su cabello, sus ojos verdes agudamente inteligentes.

"Para decirlo de otro modo, tú no podrías hacerlo y tienes mucha más experiencia financiera que el alfa ocelote. La única persona en San Francisco que podría hacerlo está hablando ahora contigo."

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