Capítulo 23: Un salto al pasado

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Una llamada interrumpió el duelo de miradas entre Kolem y Seren, el hombre tomó su celular y contestó de inmediato al ver de quién se trataba.

—Señor... —respondió la llamada, esperando la siguiente orden de su jefe.

—Kolem, ¿dónde está Seren? —preguntó una imponente voz del otro lado de la línea telefónica.

—Ella está aquí, no ha dejado que el equipo médico entre a la habitación del joven Andry para que pueda ser atendido como se debe —habló con tono serio, una fuerte risa se escuchó en la llamada.

—Realmente tiene agallas, parece que no es tan inútil después de todo, dado que fue la única que se dio cuenta del abuso hacia Andry, a quien se supone que ustedes debían proteger. Cuando sea el momento pagarán por su incompetencia, ahora la salud de él es lo que más importa. Estoy al tanto de la situación, por ahora solo tú y ella serán los únicos que tendrán acceso a la habitación, nadie más.

—Entiendo lo delicado del asunto Señor, sin embargo, no creo que sea conveniente que sólo nosotros cuidemos al joven Andry, en su estado debería ser atendido por alguien más calificado que... —Fue interrumpido por su jefe antes de poder seguir con la idea.

—Kolem, ¿estás cuestionando mis órdenes otra vez? ¿Tengo que recordarte quién es el jefe? Me estoy hartando de tus malditas insolencias, escúchame bien porque no pienso repetirlo de nuevo, lo que ordene, por más estúpido o fuera de lugar que suene, se hace sin discutir nada, para eso soy el jefe. No quiero más cuestionamientos, ahora pon el altavoz, quiero que Seren escuche lo que voy a decir —habló Keyreck con calma.

El hombre inmediatamente hizo lo que le fue ordenado, odiaba ser regañado por su jefe pero, más le molestaba que fuera frente a una empleada como Seren.

—Puede hablar ya señor, ella está escuchando junto a mí —respondió cortante.

Seren se acercó para escuchar más de cerca a su jefe; sin embargo, tenía una expresión de incomodidad en su rostro.

—Bien, Kolem, Seren estará unas horas ocupada haciendo algo importante, cuida de Andry en su ausencia, solo confío en ti para hacerlo, no me falles. Llegaré ahí tan pronto como me sea posible. Seren mantenme informado de cualquier cambio en el estado de salud de Andry. —Fue la orden dada por el mafioso.

—Señor, ¿tengo vía libre con respecto a aquel asunto o debo contenerme? —preguntó la chica.

—Si tienes éxito con aquel asunto, me pensaré seriamente el cambiar tus obligaciones en la mansión por algo en lo que puedas ejercer tu profesión. Eso dependerá de tu desempeño, ah, casi lo olvidaba... Solo déjate llevar, no te contengas. —Una vez dicho esto, la llamada finalizó.

Seren se adentró a la habitación donde estaba él, cerró la puerta tras ella y se acercó a la cama, revisó que las heridas no estuvieran sépticas, la venda de la cabeza del chico estaba suelta. Con mucho cuidado la cambió por una nueva. Aquellos sedantes del hospital ya habían perdido su efecto, pero aún no despertaba, necesitaba recuperar energías por lo que era mejor dejarlo descansar. La chica se acercó a la puerta y la abrió, alejándose.

—Kolem, cuídalo hasta que regrese, no dejes que salga de la cama, sus heridas podrían abrirse si se esfuerza demasiado. Cuando termine lo que debo hacer, vendré a verlo, hasta entonces, no lo dejes hacer disparates. —Dio una última mirada al interior de la habitación antes de dirigirse a aquel lugar.

Ella tenía su objetivo claro, desvió su mirada hacia la herida de su pierna, recordando como Andry la había curado y tratado con tanto amor. Estaba consciente de que también era un mafioso como Khall, tenía la seguridad de que a más de una persona le habría quitado la vida, sin embargo, la cuidó y defendió, eso no lo olvidaría nunca.

Misterio De Ojos GrisesWhere stories live. Discover now