Capítulo 12: Nostalgia

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Las palabras que habían salido de la boca de Krisher hacían eco en la cabeza de Alyanne. Él no tenía derecho a revelar esa información de ella como si fuera una cosa normal y sin consecuencias, para la chica era como firmar su sentencia de muerte. Si en la U sabían su identidad, entonces... ¿Qué le aseguraba que sus enemigos no lo supieran ya? Y si tenían infiltrados entre las filas de esa organización gubernamental estarían a un paso de liquidarla para siempre.  

A Colton eso no parecía importarle en lo absoluto. Por otro lado, Cameron analizó la situación. Si Alyanne era de apellido Khall, solo había dos opciones, una sería que la chica fuera familiar del mafioso, pero eso no explicaba la negativa tan inmediata de ella.

La segunda opción era la que más se adecuaba, si fuera su esposa, ella se habría entregado a él en ese almacén cuando fue a buscarla, eso lo hacía pensar que, la joven sufría viviendo con ese hombre. La pregunta era, ¿por qué querían ponerla en riesgo de esa forma infiltrándola en su mafia? La respuesta era obvia, ni a Krisher, ni a la U les importaba la vida de la chica, solo les preocupaba lograr su objetivo de acabar con Keyreck, sin importar el costo de vidas de por medio.

—Sí Cameron. Tus sospechas son ciertas, ella es la esposa legítima de Keyreck Khall, y esta niña que ves en esa foto es la hija de ambos —dijo Krisher con una sonrisa torcida.

Aquello a Alyanne le cayó como una patada en el estómago, solo las personas cercanas a Keyreck y a ella sabían de la existencia de su hija. La niña de tres años de edad que la joven protegía a toda costa era su mayor debilidad y la estaban usando en su contra. 

Al verse acorralada, no tuvo más opción que aceptar el chantaje e infiltrarse en la mafia de su esposo.

—Aunque lo que me sorprende es que, siendo la esposa de un mafioso de semejante categoría, hayas caído en una comisaría siendo acusada de asesinato, además atrapada infraganti, y que él lo haya dejado pasar así nada más —dijo el detective analizando todo lo que sabía hasta ahora. 

Alyanne giró la cabeza para no verlo y habló con enojo.

—¡Ese no es asunto tuyo, no diré nada más! —demandó la chica con seguridad—. Solamente acepto con la condición de que ella esté a salvo y totalmente protegida de cualquier peligroso —dijo ella, suspirando.

Keyreck no era alguien fácil de convencer, él no la aceptaría solo porque sí, debía idear un plan para convencerlo, uno infalible que la dejara regresar, de lo contrario sí volvería, pero con un tiro en medio de la frente y enterrada en el jardín de la casa grande. 

—¿Vas a arriesgarte a volver a ese lugar? Pude ver tu cara de miedo en el almacén, no tienes que volver ahí, podemos encontrar otra solución y... — Cameron fue interrumpido por Krisher.

—No hay otra forma de llegar a Khall, ella es la única opción que tenemos y te guste o no, ella va a regresar con él —espetó con molestia Colton, mirando a Cameron. Alyanne suspiró con pesadez y miró a ambos.

—Ya tomé mi decisión y no hay vuelta atrás, pero vayan buscando la forma de que él me acepte de vuelta sin matarme; o todo habría sido en vano —dijo con mirada fría. Colton al ver la seguridad en sus ojos, asintió.

—Ya tenemos un plan para eso, pero no creo que te agrade. —La miró mientras desactivaba las esposas láseres que la aprisionaban.

La chica de mirada grisácea posó su vista en él, en espera de escucharlo contar su plan y así ver si estaba o no, de acuerdo con llevarlo a cabo. 

Cameron se mantenía en completo silencio, con su expresión de molestia dejaba en claro que estaba en total desacuerdo con todo eso. Lucas lo miró, tratando de descifrar lo que transmitía la mirada de su amigo; sin embargo, no lo consiguió.

Krisher le contó su plan, ella frunció su ceño al entender y Reece se enfureció al escuchar todo.

—¿Planeas dejarla moribunda para que tu puto plan funcione?, ¡¿Qué mierda tienes en la cabeza Colton?! —espetó con austeridad y furia, no era por defender a la chica, pero, era algo extremo e inhumano, lo que le sorprendió fue la respuesta que dio ella.

—Hagámoslo, de todas formas ya estoy acostumbrada —respondió como si nada, mirando hacia otro lado. 

Cameron la miró atónito ante su declaración. ¿Por qué una chica como ella, tan joven, hermosa y llena de vida, hablaba de esa forma? Él realmente no lo entendía, pero sentía ganas de protegerla, era como si la conociera de antes, solo que no recordaba de dónde exactamente. 

Lo único que sabía, era que tenía un sentimiento encontrado, cada vez que la miraba, no era amor ni nada por el estilo, sino un sentimiento de nostalgia, como si llevaran años sin verse o algo así, era muy extraño para él pero reconfortante a la vez. 

Creyó que durante el tiempo que durara el juicio, podría saber con exactitud qué le pasaba, pero con todo lo que había sucedido, sus planes cambiaron, ahora que la enviarían lejos, se le haría mucho más difícil averiguar lo que deseaba saber. No dijo nada más y se quedó pensativo, tanto que no se percató de que lo habían liberado.

Alyanne y Colton se fueron a otro sitio, una chica vestida con ropa combativa los esperaba. 

—¿Esta es la princesita fresa que debo moler a golpes? Se ve demasiado frágil, esto será pan comido. —Se burló la chica. Eso molestó a Alyanne y le dio un fuerte golpe girando su cara del impacto.

—¡Princesita mis huevos! —bufó la de ojos grises con molestia.

La otra joven tenía el labio roto por el golpe que Alyanne le había propinado. Con enojo se abalanzó encima de Russell tirándola al suelo y se subió encima de la de ojos grises para golpearla hasta dejarla casi inconsciente y sangrando. 

Cameron, quien se había quedado pensativo durante varios minutos, volvió en sí, notando que Alyanne ya no estaba a su lado, ni siquiera se dio cuenta cuando ella se había ido con Colton. Salió a buscarla para impedir que cometiera esa locura, pero tardó en llegar puesto que no sabía dónde estaba. Cuando logró encontrar la habitación y se acercó a la de ojos grises, fue tarde porque ya se encontraba en el suelo siendo brutalmente golpeada por la otra chica. 

El enojo dominó al detective y le dio un fuerte empujón a la oficial que se encontraba encima de Russell para alejarla, evitando así que siguiera golpeando a la de ojos grises. El rostro ensangrentado de Alyanne enfureció más a Cameron, logrando que le diera una mirada de odio a Krisher. Reece tomó a la chica en sus brazos en modo protector, verla así le hacía querer matar a la oficial por ocasionarle tantas heridas.
 

La joven tenía golpes en su rostro, brazos y abdomen, le dolía el cuerpo, pero no se quejó en ningún momento. 

—¡Son unos salvajes, casi la matan! —gritó con frialdad mirando el estado de la muchacha.

Colton ni siquiera se movió del lugar, solo hizo una llamada y varios hombres entraron arrancando a Alyanne de los brazos de Cameron.

—Ya saben dónde dejarla. —Una vez dicho esto los hombres se la llevaron.

La dejaron en un punto de encuentro en una ciudad que se encontraba a hora y media de las oficinas de la U, exactamente en la puerta de una pequeña tienda donde una de las dependientas la reconoció al instante, puesto que su esposo trabajaba para Keyreck. No perdió tiempo y de inmediato llamó para dar el aviso y la ubicación del lugar. 

Una hora más tarde llegaron al lugar alrededor de 30 camionetas blindadas, de ellas cerca de quince hombres trajeados bajaron y entraron al sitio de ventas, detrás de ellos entró Khall con una mirada indescifrable. Alyanne ya se encontraba inconsciente, Keyreck se acercó a ella cargándola al estilo princesa y habló.

—Bienvenida a casa, reina mía. —Dejó un beso en sus labios y la subió al auto junto a él. Con ella en brazos, ordenó al conductor regresar.

Nota de Autora ✨

¿Acaso es bipolar o qué? Primero le dice "Te encontré, pequeña puta" y ahora "Bienvenida a casa, Reina Mía". ¿Alguien más está confundido con esos cambios de actitud de Keyreck? ¡Bueno, díganme en los comentarios, que creen de esos cambios, los leo! 💜💫✨

Misterio De Ojos GrisesWhere stories live. Discover now