Misterio De Ojos Grises

Capítulo 14: ¡No soy de nadie!

Tiempo atrás.

Keyreck Khall siempre fue un hombre frío, sin sentimientos. A sus 26 años ya se había convertido en el mafioso más buscado mundialmente, el más peligroso de todos. Nunca le importó nadie más que él y jamás dudó en quitarle la vida a alguien o se arrepintió de dañar a ningún individuo. Conoció a la joven de mirada grisácea cuándo ella tenía 14 años, él 18. Desde que la vio por primera vez quedó prendado de su belleza y sus ojos grises. Aun con 4 años de diferencia en sus edades eso no le impidió enamorarla y conquistarla hasta que ella cayó ante sus encantos. Tras dos años de noviazgo Alyanne aceptó casarse con él, quedó embarazada de Kaylie dos años después de convertirse en la esposa de Keyreck.

Todo iba bien, hasta que comenzaron las amenazas y los ataques hacia ella, los intentos de hacerla desaparecer de la vida de Khall se volvían más frecuentes cada día que pasaba. Todos los enemigos de Keyreck sabían que llegando a Alyanne llegarían a él. Al ser el número uno era conocido mundialmente por su dominio de la mafia más poderosa, era obvio que todos querían tener su lugar aunque tuvieran que tomarlo a la fuerza, no les importaba derramar la sangre de él o la de su familia. En la guerra por el poder todo se vale, Alyanne y su hija eran el punto débil de Keyreck, lo más sencillo sería usarlo en su contra. Mientras que la de ojos grises y su pequeña nena se mantenían en la ignorancia de esos ataques Khall siempre hallaba la forma de salvarlas de su destino final.

Nuevas amenazas venían en camino, peligros que acechaban a la familia del mafioso, provocando su alejamiento. Largas temporadas de viajes de negocios sirvieron como excusa para investigar quién estaba detrás de todos esos atentados, aunque eso significara estar lejos de ellas para protegerlas, nada era más importante. Keyreck lo sabía y sus enemigos también, sus ausencias se hacían más grandes cada vez. Pero, de un momento a otro todo cambió, con la llegada de Alice a la vida de la familia, los problemas empezaron a aparecer en la pareja, las discusiones dominaban el ambiente. Ella llegó para destruir el matrimonio y la familia que Alyanne había creado junto a Khall.

Ella era unos años mayor que Russell, por lo que tenía experiencia en muchos aspectos referentes a la profesión de Keyreck, poco a poco comenzó a pasar más tiempo con él, metiéndose en sus negocios, en su cama, en su vida y en su familia, dejando a la chica de ojos grises de lado y a Kaylie, su pequeño retrato. Alice llegó a tener más poder e influencia sobre las decisiones de Keyreck que Alyanne, que era su esposa y madre de la única hija del rey de la mafia. Su persuasión era tal que incluso las envío a otro lugar supuestamente por órdenes de Keyreck para protegerlas de un atentado que estaban preparando en su contra, la chica de ojos grises en un primer momento creyó esa farsa y se fue.

Cuándo se dio cuenta de que todo había sido mentira, una falsa excusa para alejarla y destronarla decidió volver, pero cuando lo hizo ya era demasiado tarde, Alice se había quedado con todo lo que le pertenecía, incluídos su hogar y su esposo. Alyanne no pensó que al regresar, su esposo quien tanto la idolatraba y amaba más que a nadie, se hubiera casado con Alice, convirtiéndola de esa forma en la nueva señora Khall. La usurpadora estaba esperando un bebé suyo, un varón que sería el heredero del Imperio Khall y Keyreck estaba feliz con la idea de ser padre nuevamente, estaba cegado.

La mujer comenzó a maltratar a la joven e inocente Alyanne, tanto física como psicológicamente. La situación comenzó a afectar a Kaylie, la niña de casi 2 años de nacida estaba en medio de todo, creciendo bajo violencia, malos tratos, groserías y ese no era un ambiente adecuado para ella. Cada vez que Keyreck se ausentaba, Alice desquitaba su furia con la niña a espaldas de Alyanne, quien no se había percatado de nada hasta que comenzó a notar moretones en la blanca piel de su pequeña, quien hasta ahora no había dicho su primera palabra.