Capítulo 13: ¿Infierno o paraíso?

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Después de que Keyreck cargara a Alyanne como si fuera una princesa, subió con ella a uno de los autos, cuyo destino inmediato a el aeropuerto personal de los Khall, allí los esperaba un Jet privado. En el camino, el mafioso había dado la orden de subir al avión a un equipo especial de doctores para que atendieran a su esposa. 

Tiempo después las camionetas se estacionaron directamente en la pista de aterrizaje, el jet estaba listo para despegar y el equipo médico ya esperaba en el interior la llegada de su paciente para determinar la gravedad de las heridas de Alyanne. En cuestión de minutos, el mafioso bajó del auto para inmediatamente subir y dejar a su mujer en la cama de la habitación.

Después de haberla depositado con cuidado y sin lastimarla más de lo que estaba, Keyreck advirtió a los doctores que no tocaran de más o los mataría.  Con la cara con la que les habló, todos entraron en pánico, por lo que temiendo por sus vidas empezaron a hacer su trabajo. Curaron las heridas de la chica, revisando si tenía alguna fractura o contusión por los golpes ocasionados, mientras que Khall esperaba impaciente los resultados, moviéndose de un lado a otro con preocupado. 

Su esposa se veía demasiado frágil, se encontraba llena de golpes, pero aun así no dejaba de verse hermosa ante sus ojos. El jet despegó, pasaron varias horas hasta el aterrizaje y durante ese tiempo no lo habían dejado verla con la excusa de que debían curarla y chequearla. Cuando la logró ver, tenía los golpes con vendas, estaba cambiada de ropa. Las horribles marcas de ataduras en sus brazos y piernas la hacían ver vulnerable, dormida se veía débil. 

Una vez aterrizaron en la pista privada de la mansión Khall, la tomó en sus brazos tal cual princesa llevándola a su habitación. La dejó suavemente sobre la cama, depositando un beso en su frente y salió a hablar con los doctores para que estos le explicaran que tan grave era la situación de su niña de ojos grises.

—Quiero saber exactamente, ¿qué tan grave está y cuánto tiempo estará dormida? También, ¿cómo fue que terminó con tantas marcas en su cuerpo? —ordenó con voz fría y demandante.

Los doctores con terror y tartamudeando, respiraron profundo para calmarse, uno de ellos dio un paso al frente y habló.

—Su esposa fue víctima de tortura señor, eso lo demostraron las marcas que vimos en su cuerpo, incluso en los exámenes que le hicimos nos indican que metieron droga en su organismo para mantenerla bajo control, ella presenta signos de resistencia y defensa —explicó el hombre increíblemente sin tartamudear.

Keyreck se enojó al oír eso, pero con expresión relajada cerró sus ojos para no hacer explotar su furia.

—¡Andry, ven aquí ahora! —dictaminó el mafioso con insistencia.

El chico, Andry Brihell, quien era su mano derecha en todos sus negocios; y amigo de su entera confianza, llegó en dos segundos a su lado. Con cara de aburrimiento lo miró fingiendo un bostezo y respondió a su llamado.

—¿Qué sucede ahora?, ¿A quién quieres matar? —preguntó con burla e ironía el muchacho.

Eso a Keyreck no le hizo ninguna gracia, por lo que lo tomó del cuello y declaró con expresión fría.

—¡Déjate de idioteces Brihell! Esto es un asunto serio, quiero y necesito saber quién le hizo daño a mi mujer. Que lo traigas ante mí para hacerlo pagar como merece —dijo soltándolo bruscamente.

Andry lo miró tratando de contener la risa por la cara de enojo que tenía su amigo y jefe.

—Me pregunto, ¿qué te hace pensar que ella no te delató y está de chismosa con la policía y el FBI?, ¿cómo sabes que no dijo ya todo lo que sabía sobre ti y tus negocios? —alzó una ceja mirando a Keyreck.

Khall se quedó pensativo durante unos segundos, pero después negó de inmediato quitando esas ideas de su cabeza.

—Alyanne no haría algo así, si lo hiciera sabe que no podría ver a Kaylie nunca más, cualquier cosa que haga, si significa perderla, no lo hará, por eso sé, que ella no ha dicho nada —dijo muy seguro de sus palabras.

Brihell suspiró pesadamente, sabía que su amigo estaba tan enamorado de la de ojos grises que, si en algún momento ella lo traicionaba, él estaba completamente seguro de que Keyreck sería capaz de perdonarla. Eso no era bueno porque podría traerles problemas a todos a futuro si Alyanne decidía contar todo lo que había visto y oído estando cerca de Khall. 

Andry lo veía como algo peligroso, sin embargo, su amigo estaba relajado ya que siempre la mantuvo alejada de todo lo relacionado con sus negocios. Keyreck nunca quiso que su esposa se viera involucrada con nada que la pusiera en riesgo, mucho menos que supiera algo que pudieran usar para obligarla a traicionarlo, por eso hizo que se mantuviera limpia y sin verse envuelta en disputas con la ley. 

—Mejor cállate y averigua lo que te ordené, por si no lo recuerdas, ella apenas sabe de una o dos casas de seguridad, de nada más. Siempre he sido cuidadoso con respecto a eso, para protegerla a ella y a Kaylie, pero sobre todo para protegerme a mí y todos los que tienen que ver conmigo. No soy idiota Andry, si lo fuera, hoy no estaría donde estoy —dijo el mafioso con notable molestia.

Realmente le enojaba, que su amigo lo subestimara de esa forma y lo creyera idiota. Suspiró con pesadez, e ignorándolo, se dirigió a ver a Alyanne, quien al parecer estaba recién despertando. La chica se veía confundida y desorientada, pero todo tuvo sentido al ver a Keyreck a su lado, lo que le extrañó fue que él luciera... ¿Preocupado por ella? Eso parecía, dado que estaba acariciando su cabello mientras miraba sus ojos.

«¿Qué estaba pasando?» Se preguntó a sí misma. ¿Por qué ese cambio de actitud tan repentino?

—Al fin abres los ojos, reina mía. —Khall sonrió, con ternura, al verla. Alyanne con miedo, retrocedió, quitando su mano de su cabello.

—¡No me toques! —dijo asustada dejando confundido a Keyreck.

Él, al mirar el miedo en los ojos de su chica, se alejó con lentitud, tratando de entender, ¿qué había sucedido, para que ella reaccionara de esa forma a su cercanía? 

—¿Por qué me rechazas, Reina Mía? —Un fuerte nudo se formó en su garganta al preguntarle la razón, ella guardó silencio en respuesta.

Keyreck sin querer presionarla, se levantó de su lado; y salió de la habitación, sin decir nada. Nuevamente, llamó a Andry.

—Estoy seguro de que le hicieron algo Andry. Ni siquiera quiere hablarme; y cuándo acaricié su cabello, me alejó de ella. Me miró con tanto miedo que temí acercarme otra vez. Necesito saber qué le pasó y tú vas a ayudarme a descubrirlo —dijo el mafioso con seriedad a su amigo. 

Llegaría al fondo de todo y quien hubiera tocado a su reina, lo pagaría con sangre.


Nota de Autora ✨

Me pregunto... ¿Realmente le hicieron algo a Alyanne? ¿Por qué ese rechazo? ¡Leo sus comentarios con las teorías! 💜💫✨

Misterio De Ojos GrisesWhere stories live. Discover now