Capítulo 8: Huida

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Aunque Russell no deseaba hacerle caso a Cameron no tuvo más opción que seguir su mandato, a Alyanne no le gustaba para nada recibir órdenes y mucho menos de ese detective que ella consideraba una molestia. A pesar de todo, no podía negar que el plan de ocultarse en un escondite a salvo y esperar a que se fueran sonaba bastante bueno, pero no sería para nada efectiva. Keyreck no se daría por vencido hasta encontrarla, ella lo sabía, así que la idea de aguardar a que se fueran quedó totalmente desechada de su mente.

Reece conocía ese lugar como la palma de su mano, era de esperarse que tuviera un refugio secreto y bien escondido que sólo él sabía, ya que cuando era pequeño cada que su padre lo regañaba, se escondía en muchos rincones, pero había uno en especial que daba salida del almacén. Le dijo a Alyanne su ubicación mientras que entre susurros le contaba el plan de escape, ella entró en el subterráneo seguida de cerca por Cameron. Era necesario crear una distracción que les daría un poco más de tiempo de tomar ventaja en su huida, antes de ir tras la de ojos grises el detective dejó un falso camino para que los perros lo siguieran. 

Al salir del subterráneo comenzó la segunda parte del plan que Cameron había ideado, cosa que le omitió a la joven pues no confiaba en ella y temía que huyera. Tras unos arbustos en un lugar cerca de la salida del túnel había un auto, Alyanne no pudo verlo ya que estaba cubierto con una especie de manta, un montón de hojas secas y ramas hacían de aquello un camuflaje perfecto.

Esa era una táctica que Reece esperó no tener que utilizar nunca, hasta ahora que se vio obligado a usarla para escapar de esa situación, no dudó en acercarse al auto para quitar todo aquello que lo escondía, le hizo una señal a Alyanne para que subiera mientras él cerraba la puerta del piloto, sin más opción ella acató la silenciosa orden e imitando a Cameron subió al vehículo, el detective no dudó un solo instante en encender el coche y alejarse rápido de aquel sitio.

Con la ventaja suficiente que tuvieron para escapar y seguro de que estaban lejos del alcance de aquellos hombres, Cameron estaba ideando otro plan, aún no sabía con certeza quién estaba detrás de todo, pero lo único que quedó claro en su cabeza era que la chica a su lado era el objetivo principal y que su deber era protegerla a como diera lugar hasta llegado el día de esperado juicio, tal y como le había ordenado su jefe en su última llamada.

—¿A dónde vas a llevarme ahora? —preguntó la chica rompiendo el silencio que reinaba entre ambos.

 Ella soltó un largo suspiro al no recibir respuesta alguna de parte de su acompañante, sin más remedio giró su cabeza hacia la ventana para observar con calma el camino. Ante esta acción Cameron ni siquiera la miró solo la ignoró por completo ya que su mente estaba centrada en descubrir... ¿Cómo los habían encontrado tan rápido? Solo él conocía ese lugar.

 El detective sospechosamente recordó la visita del abogado y la extraña reacción de Magnell cuando él encerró a Alyanne nuevamente, la idea solo pasó por su cabeza, pero fue eliminada de inmediato. No podría ser posible que hubiera tanta corrupción a su alrededor, no quería pensar en algo tan bajo como eso, aunque conociendo a Taylor, de ese capitán con aires de superioridad sí esperaba cualquier cosa. 

A pesar de todo, no creía que Magnell fuera tan estúpido como para cometer semejante error en la comisaría y mucho menos sabiendo que había cámaras de vigilancia por todos los rincones de la estación, aunque el hecho de que aquel incendio se propagara tan rápido solo le aba más credibilidad a su teoría ya que el fuego arrasó con todo a su paso, incluyendo la evidencia del culpable y de paso cada una de las pruebas del caso Russell.

Su intuición le decía que aquello solo era el comienzo de algo más grande, dejando de lado sus pensamientos se dio cuenta de un detalle importante que había pasado por alto, de su bolsillo sacó su celular y no lo pensó dos veces para romperlo, quitó el chip para rápidamente tirarlo por la ventana logrando que se perdiera por alguna parte del camino que iba quedando atrás, evitando así que nadie pudiera rastrearlos. Se culpó a sí mismo por ese pequeño desliz, debió haber hecho eso desde el inicio.

Misterio De Ojos GrisesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora