CAPITULO 57

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Lauren POV

- ¿Qué tienes allí? - dijo Camila señalando el bol a mi espalda.

- Semillas - contesté - son almendras...

- ¿Almendras? - preguntó elevando una de sus cejas y suma curiosidad.

- Si, me recordaban a ti cuando no estabas, así que comía almendras mientras pasaba mis días aquí, pintando.

- ¿Si? - hizo una pausa - Y... ¿No quieres almendras ahora? - preguntó mientras me miraba.

- No, no tengo hambre ahora - respondí rápidamente y noté como su rostro cambió en apenas segundos a uno serio - Oh, no hablas de esas almendras...

- ¡Dios! Eres tan lenta a veces - dijo riendo.

- Lo siento, mi mente estaba en otra cosa - respondí y la morena volvió a reír.

- Esta bien. Enséñame la pintura, Lo - exclamó.

- Recuerdas que había una pintura sobre ti en la exposición... - Camila asintió - Bueno, muchas personas quisieron comprarla y sabía que eso sucedería. Pero no quería que alguien mas pudiera verte desnuda... 

- Era solo una espalda, Lauren - comentó.

- ¿Y? No quería pensar en eso... Así que la compre yo.

- Mi amor, si la hiciste tu. Creo que no tenías que comprarla...

- No tenía que hacerlo, pero quería donar el dinero que recaudara ese día. Así que fue una buena compra... Alguien aceptaría la donación y yo sería feliz viéndote desnuda - Camila rió.

- ¿Te follarás a la pintura también? - preguntó cruzándose de brazos.

Así que me acerqué a ella, la tomé de los muslos y la levanté con fuerza; para colocarla contra la pared una vez que encerró sus piernas detrás de mi espalda.

- Te follaré a ti, Camilita... Ahora mismo - dije mirándola intensamente a los ojos - Pero se buena y has silencio - dije y la morena asintió con cara de inocencia. 

Comencé a besarla suavemente, para luego ir intensificando el beso hasta morderla algunas veces. La morena no aflojaba su agarre y yo me negaba a dejarla ir. Volví a tomarla y la cargué hasta el sofá, para dejarla suavemente en él y poder colocarme en cuclillas entre sus piernas. 

Apenas estuve en posición, coloqué mis manos en sus piernas para recorrerlas hasta llegar a sus caderas, tomarla y traerla mas hacia mi. 

- No tienes idea de las cosas que quiero hacerte, menina muito gostosa... - dije mientras dejaba húmedos besos en su abdomen - eres mía - exclamé, para dejar una mordida en el interior de su muslo, próximo a su centro.

- Demuestramelo entonces - dijo provocativamente, haciendo que me incorporara tan solo un poco con la intención de llegar a sus labios - Oh, no... Demuéstramelo allí - exclamó señalándome una simple hoja de papel.

Ella quería jugar. 

Y jugaríamos.

Un suspiro salió de mi boca, que intenté controlar mordiendo mis labios. Totalmente frustrada por esta detención, me coloqué de pie y me acerqué a la mesa donde dejaba todos mis cuadernos y materiales de dibujo. Me coloqué de espaldas a la morena y comencé a dibujar primero su figura y añadiendo detalles de lo que quería hacerle, para luego girarme y mirándola directamente agregué otros pequeños dibujos sobre lo que haría después.  

Ella había jugado conmigo. Así que ahora jugaría yo con ella. 

Me tomé mi tiempo simulando que continuaba dibujando, mientras ella seguía tendida en el sofá, esperando por mi. De rato en rato, levantaba la mirada y notaba que comenzaba ya a impacientarse por la demora. Cuando me cansé de hacerla sufrir por la espera, dejé el lápiz nuevamente sobre la mesa y me acerqué a ella con la hoja de papel aun en mis manos. Me coloqué de pie entre sus piernas y extendí la hoja; y cuando estuvo a punto de tomarla, se la arrebaté de las manos y colocándome sobre ella dejé un intenso beso, que terminó con mi lengua recorriendo sus labios dejándolos completamente húmedos.

Sabor a almendras -Camren-Where stories live. Discover now