Capítulo 17

83 12 9
                                    

Rin se despertó con un fuerte dolor de cabeza, cuando abrió bien los ojos se dio cuenta que no estaba en la habitación de su casa, su vista se fue hacía su acompañante quien estaba completamente desnudo.

Su sorpresa fue grande cuando se dio cuenta que era Sesshomaru y los recuerdos comenzaron a llegar.

— ¿Todo esto me comí? — pensó.

Se sonrojo al recordar la manera tan apasionada en la que tuvieron intimidad, sin embargo ella sabía que esto no pida volver a sudecer.

No era momento para reproches, se vistió rápido y salió de la habitación del hotel no sin antes dejar un par de billetes en la vitrina.

Cuando llego a su casa se baño y se dio cuenta de las marcas que Sesshomaru había dejado en su cuerpo, cuando salió se arregló, tapó con maquillaje su tatuaje y  estaba agradecida de haberlo tapado antes o sino arderia Troya.

No recuerda si utilizaron protección o no, pero no le preocupaba ya que ella estaba utilizando métodos anticonceptivos.

El timbre de su casa sonó y cuando fue abrir se dio cuenta que era Kirinmaru.

— ¿Qué haces aquí, no te das cuenta que prodria ser peligroso? — reclamo.

Kirinmaru sonrió pensando que ella se preocupada por él.

[…]

Sesshomaru estaba en su casa furioso, furioso por que su teniente se atrevió a dejarle dinero como si él fuera un promiscuo, eso lo arreglara hoy.

Cuando llego al comando su padre le dijo que harían una junta en unos minutos, Sesshomaru tenía un pequeño dolor de cabeza y no sabía si era por la resaca o por el enojo.

Cuando ya todos los soldados estaban presentes, pudo verla como si nada, como si lo que paso en la noche no importará.

— El motivó de esta reunión es por que esta mañana llego una carta de Hoshiyomi Vladimirov — dijo Toga.

Cuando Rin escucho el nombre de su tío no pudo evitar sentir un mal presentimiento.

Toga saco la carta del sombre y leyó lo que había en su interior.

"Con breves palabras anunciamos que la familia Vladimirov se separa. Hoshiyomi Vladimirov y Tsukiyomi Vladimirova ya no tenemos nada que ver con la Underboss y el Boss.

Mi esposa y yo seguiremos con el trata de blancas y la otra parte de los Vladimirov seguirán con la droga y la Underboss seguirá con sus explosivos".

Los soldados estaban presentes en la sala de juntas y estaban en silencio.

Rin desde su lugar temblaba de coraje, esos estúpidos le pusieron el camino difícil y confesaron qué ella se dedicaba a la creación de explosivos, miro a Renkotsu y este sonreía con malicia.

— ¿La Underboss? — cuestionó inquieto Inuyasha—, ¿todo este tiempo hemos estado buscando a un hombre y resultó ser una mujer?

Yura y Uh se movieron incómodos en su lugar mientras se miraban.

— Eso es ridículo — hablo Rin —, todos sabemos que una mujer no puede gobernar a un clan si no esta casada — dijo.

Todos tenían la mirada puesta en Rin, pero especialmente Sesshomaru; le parecía extraño su enojo.

— Sabes que eso no importa cuando se es la primogénita del actual gobernante — dijo Renkotsu tranquilamente.

Ahora él tenía todas las miradas de los presentes, soltó un suspiró largo. Ah y Yura se miraban entre sí, Rin sabía que tenía que tranquilizarse o sino todos podrían sospechar.

El ambiente era extraño, Sesshomaru finalizó la reunión y les ordenó que retiraran, todos menos Rin.

Yura y Uh la vieron de reojo y se dieron cuenta que su señora estaba roja y sin embargo se retiraron.

— ¿Que demanda, mi coronel? — preguntó cómo si nada.

— ¿Quién te crees para dejarme dinero como si fuera un promiscuo? — cuestionó.

Rin levanto los hombros y mintió qué eso no debió de haber pasado.

— ¿Sabe que pasara cuando todo el mundo se enteré? — cuestionó —, Sara… mi pobre amiga, creerá que la estoy traicionando.

Mintió, por que en el fondo quiere que se vuelva a repetir.

Sesshomaru la tomo por los hombros y hablo.

— Rin, nadie tiene por qué juzgarnos, sabían que en algún momento yo tendría que rehacer mi vida.

Confesó. Rin se sorprendió y no es que  él le disgustara, pero sabía que en cuanto todo esto terminé, ella tendría que irse.

— Pero… — Sesshomaru puso su dedo sobre sus labios.

—Confía en mi…—

Rin salió de la oficina completamente ida, pensó que él la iba a regañar por alterarse, pero fue todo lo contrario. Cuando se encontró con Yura y Uh les pido una explicación.

—Mi señora, es lo que ayer onyentabamos decirle — dijo Yura.

—Hasta apenas ayer eran simples rumores — miro a Yura — pero…

Se quedo en silencio.

— ¿Pero?

—Pero tus tíos se unieron a la Yakuza — La voz de Renkotsu se hizo presente— esos dos quieren venganza y saben que la tendrán.

Juegos Del Destino. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora