Capítulo 2

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Rin estaba sobre el sillón de su habitación leyendo un libro sobre militares cuando escuchó las puertas abrirse, de reojo vio que eran dos de sus voyevikis quienes traían a una joven forcejeando y exigiendo que la soltaran. Cuando estuvieron frente a ella se arrodillaron, demostrando el respeto que le tenían.

—Mi señora, frente a usted está la teniente Rin Volkova —. Dijo Ah.

Rin sonrió mientras miraba a la teniente; no era tan hermosa como ella, a simple vista se daba cuenta que eran de la misma estatura. Ordenó que le quitaran la venda de sus ojos, cuando vio el color se dio cuenta que eran de un tono más claro que los suyos, tendría que ponerse pupilentes, pensar en ello y pintarse el cabello le desagrado bastante.

—¡¿Dónde estoy y quién eres tú?! — preguntó la teniente, tenía miedo pero ella había sido entrenada para no mostrar sus emociones.

—Hablale con más respeto a la Underboss de la Mafia Roja—. Ordenó Uh.

La teniente se paralizó con lo que escucho, —es una maldita broma— pensó mientras recorría el cuerpo de Rin mostrando una sonrisa.

—Es broma ¿verdad? — empezó — es imposible que ella sea la Underboss de la Bratva. Si quieren dinero dígame y se los doy, pero sueltenme—.

Rin sonrió al escucharla, sabía que en la rama judicial y alguno que otro clan pensaban que el Underboss era un hombre, pero ellos no saben que la Bratva siempre va un paso adelante.

—¡Sueltenme, que tengo que llegar al comando en los próximos días! — exigió.

— Tranquila, que la teniente si llegara a su destino—por fin hablo Rin —.

La teniente soltó un suspiró, estaba nerviosa y tenía miedo, su miedo a Rin le gustaba, le encantaba cuando sus presas temblaban y soltó una carcajada llamando la atención de la teniente que la miraba sin entender nada — esta maldita esta loca — pensó.

—Pero para tu desgracia, no serás tú quien llegue — confesó sin borrar su sonrisa —. Ya sabes que el Underboss de la Bratva es una mujer y no me puedo dar el lujo de soltarte —.

Rin quería jugar con ella un rato.

— ¡Maldita loca, suéltame! ¡Maldita asesina, ¿tanto te gusta matar?

Rin volvió a reír negando con la cabeza.

—Me llamas asesina a mí, cuando tu gente también ha matado a muchas personas — dijo con burla.

La teniente ya no estaba asustada, quería irse de ese maldito lugar y lo haría pero ella sabía que saldría muerta.

—¡NOSOTROS HACEMOS JUSTICIA, QUEREMOS UN MUNDO LLENO DE PAZ, UN MUNDO DONDE NO HAYA CRIMINALES COMO TODOS USTEDES!—

Ah, Uh la escuchaban y Rin jugaba con las unas de sus dedos sin prestarle atención.

— ¡Que bonito discurso! — Fingió estar conmovida—. Querida yo también hago justicia desde la maldad— dijo mientras se acercaba más a ella —. Me traicionan los mató, así son las cosas en este mundo.

Rin recorrió a la teniente: — Ты красивый — susurro —. También tengo mi lado bueno y no morirás.

––Ты красивый: Eres hermosa —.

Le dijo, Rin Volkova la miraba sin comprenderla, empezaba a dudar de que en realidad fuera la Underboss de la Bratva.

—No morirás, pero ocuparé tu lugar un año en el comando donde trabajas — confesó —. Te necesito viva para que me enseñes hacer como tú, la gente de allá no está pendeja y sabrán que estoy usurpando tu lugar —.

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