Prólogo.

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Sesshomaru estaba leyendo el informe que su sargento le había entregado mientras mis manos se iban cerrando hasta formarse un puño.

Kagura tenía una sonrisa victoriosa mientras veía como la mandíbula de Sesshomaru se apretaba con fuerza.

—Tan macho que te sientes y se burlaron en tu cara — dijo molesta.

Sesshomaru se negaba a creer que la mujer que amaba fuera miembro de la familia que tanto desea destruir, que fuera ella la asesina de su ex prometida.

— Ella es la sucesora de su clan —.

—¿No se supone que en cada clan mafioso quién debe gobernar es un hombre y no una mujer? —.

—La Bratva siempre va un paso adelante, ¿qué harás?—.

Sesshomaru por primera vez dudo, pero la muerte de Sara tenía que tener justicia, cerró con fuerza sus ojos.

—Manda a cazar a Rin — ordenó.

Kagura sonrió y ordenó a sus soldados que tenían cinco minutos para estar listos e ir a buscar a esa traidora. Salió de la oficina cuando Sesshomaru se lo ordenó.

Sesshomaru apretó su cabello con sus manos, estaba molestó. Se levantó de su asiento y fue al mini bar para servirse whisky de un solo trago se lo bebió.

Se sentía, traicionado, dolido pero sobre todo asqueado, recordó todas las veces que le hizo el amor a esa maldita, mientras ella le decía que lo amaba, ¡CLARO, TODO FUE UNA PUTA MENTIRA! Con fuerza aventó el vaso hacía la puerta.

En ese momento entro Inuyasha diciendo que Kagura ya iba a partir. Sesshomaru iría a ver con sus propios ojos que todo era verdad, que Rin era la persona que había estado buscando en estos años.

— Yo también iré — dijo.

Inuyasha no dijo nada, su hermano estaba muy molesto.

—Ya tenemos la ubicación de Rin — dijo Kagura cuando Sesshomaru llego a su lado.

—Vamos — ordenó.

[…]

Rin no sabía que Sesshomaru ya sabia la verdad y que iba por ella, mejor dicho ya estaba a unos pasos cerca de ella.

En ese momento Rin estaba con parte de su gente, tratando de curar al hombre que la defendió, estaba nerviosa, tenía un presentimiento.

— Papá ya viene en camino, resiste por favor — pido.

Estaba pensando en el paso que daría para dejar las filas de Sesshomaru, ya había cumplido con su misión ahora era el momento de regresar a la verdadera Rin Volkov a las filas mientras ella regresaba a su clan.

En ese momento escuchó pisadas pensó que era su papá y sonrió aliviada, pero su sonrisa se borro cuando vio la silueta de Kagura.

«¿Qué hace esta perra aquí?» se pregunto. De la nada salieron varios soldados y la tomaron por la espalda, hicieron lo mismo con sus hombres.

— ¡¿Qué carajos haces?! — espetó molesta.

Kagura sonrió con burla, iba hablar pero en ese momento Sesshomaru hizo acto de presencia sorprendiendo a Rin que en ese instante comenzó a temblar.

«¿Qué hace él acá?». Toda la valentía que siempre había tenido en ese momento desapareció.

—Rin Volkova — dijo con desprecio —. No Rin Vladimirova, estas detenida por usurpación, traición y por el asesinato de Sara. Cualquier cosa que digas será usado en tu contra.

Rin comprendió que finalmente la verdad había sido descubierta, miro a Kagura con molestia, estaba segura de que esa metiche le había dicho.

Los ojos dorados y castaños se encontraron cuando Sesshomaru la obligó a verlo. Rin ya no podía hacer otra cosa y se burló con malicia, una malicia fingida.

—Después de casi un año descubriste que la mafia estaba en tus filas — se burló —. Das aires de muy macho y se burlaron frente a ti.

Sesshomaru la agarro con fuerza del cuello impidiéndole respirar, esa traidora iba a morir. Pero justo  en ese momento llego el padre de Rin apuntando hacía él.

— ¡Suelta a mi hija! — ordenó.

Los Vladimirov alzaron sus armas hacía el ejército de Sesshomaru, todos  estaban dispuestos a morir por Rin.

— Papá, llevate a mis soldados y dejame aquí— pidió.

Su padre negó, no se iría sin ella.

— Por favor papá— suplicó—. Если вы хотите убивать, как толпа, я покажу вам, как это делается. — dijo en Ruso. "Si quieren matar como lo hace la mafia, yo les enseñaré como se hace".

Su padre sonrió, confiaba en ella y sabía que enseñaría muy bien. Ordenó a sus hombre tomar a los soldados de su hija, vio por última vez a Sesshomaru y desaparecieron.

Rin regreso la mirada a Sesshomaru, ella era buena mintiendo y aunque tuviera el corazón roto no permitirá que él se diera cuenta y lo único que pudo hacer es sonreir con burla provocando qué Sesshomaru se molestara más.

Juegos Del Destino. Where stories live. Discover now