Capítulo 4

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Sesshomaru.

La vi bajar del avión con un sujeto detrás de ella ¿no se supone que vendría sola? Me pregunté, ya que el coronel de la central de Moscú me dijo que solo vendría ella.

Cuando se posó frente a todos pude detallarla mejor, estaba más hermosa que la última vez que la vi, sus pecho estaban más grandes que la última vez, podría decirse que se trataba de otra persona. Kagura no perdió el tiempo en abrazarla, esa acción me molesto ya que estaba incumplido el reglamento.

—¡Kagura regresa a tu puesto! — ordene molesto.

Cuando se separó de ella, la teniente la miraba como si no la conociera y después desvío la mirada hacia las demás personas detallandolas, hasta que el castaños de sus ojos se encontraron con los míos.

Le dio su maleta a la persona que la acompañaba y se acercó hasta estar frente a mi dedicándome un saludo militar.

— ¡Espero serle de utilidad, mi coronel! — me dijo.

«Mi CORONEL. Se escuchó bien al escucharlo salir de sus labios.

Si, sin duda estaba más hermosa que no le podía quitar la mirada de encima y ella también me miraba detalladamente, mordiéndose el labio "disimuladamente".

— Bienvenida Teniente Volkova— dijo Toga —. Estará en la tropa del Capitán Miroku—.

— Si, general Taisho —.

Cada miembro del ejército le dio la bienvenida, note que Kagura no le quitaba la mirada de encima, la estaba estudiando detenidamente.

—Teniente — la llamé —. ¿Quién es él? — pregunté por la persona que estaba detrás de ella.

Los presentes dirigieron la mirada hacia el individuo.

—Es un nuevo soldado, le pedí al coronel de Moscú que me permitiera traer un acompañante ya que regresar después de tanto tiempo aquí era algo penoso para mi — contestó.

No conteste nada, como lo dije no me importaba quien entraba y quien saliera, así que lo deje pasar.

Toga le pidió que fuera a su habitación para que dejara sus cosas y descansará un poco.

—No te preocupes, ahorita consigo una habitación para tu acompañante —.

— Gracias — contesto él.

Toga les pidió que los siguiera, la vi desaparecer en cuanto entro al dormitorio femenino, mientras yo les ordenaba a los demás que siguieran con sus deberes. Todos se fueron menos Kagura.

— Se mira diferente — me dijo —. No es la Rin que conocí, se nota distante… —.

Levante la mano para que guardara silencio, tenía cosas más importantes en que pensar y no en el cambio de actitud de la nueva teniente.

—Regresa a tus labores y en la hora de descanso hablas con ella, por el momento no me jodas —.

Tome mi camino hacia mi oficina dejándola atrás, cuando llegue me encerré y me puse a revisar los documentos de los solados caídos en la última misión. No me pude consentrar ya que mi mente recordaban esos ojos castaños y ese cuerpo soculento.

No sé que me pasaba pero no la sacaba de mi memoria, desde la muerte de Sara no volví a tener una relación seria y me concentre en buscar al Boss y al Underboss para matarlos y vengar su muerte, pero siempre que sentía que los iba a encontrar esos pendejos ya habían abandonado el lugar donde se encontraban.

Recarge la espalda en mi silla mientras cerraba los ojos, imaginándome la forma en que los mataría los haría sufrir por igual a esas dos ratas asquerosas.

[…]

Rin.

Toga me dejo en mi dormitorio, me pidió que descansará un rato para que después de la comida conociera al Capitán y al resto de la tropa en la que estaría. Estaba fastidiada de tener que tratar a la gente con respeto y servirle, estoy acostumbrada a que la gente me sirva.

Me sente en la orilla de la cama recordando lo que paso unos momentos atrás, el que Kagura no me quitara la mirada de encima y controlar mi impulso de no sacar la navaja que tenia en el uniforme y clavarsela en la garganta, también me di cuenta de que Uh trataba de no burlase cuando hice el saludo militar ya pensaría en su castigo y la mirada que me dio Sesshomaru, sentí que me desnudaba con la mirada, tal acto provocó que me mordiera el labio inferior.

Escuche que alguien tocaba la puerta y suspiré, me levante para abrirla y darme cuenta que era mi Boyeviki.

— ¿Qué pasó? — le pregunté mientras le permita el paso y cerrar la puerta.

Él me dijo que solo quería ver si estaba cómoda y le agradecí por su preocupación.

—Hmp. Te vuelves a burlar y te juro que no te aumento el sueldo —. Lo amenacé.

—Discúlpeme mi señora, pero si los señor Vladimirov la vieran haciendo esto también se burlarían — contestó con gracia.

Solto una carcajada contagiandome, también creo que mis padres se burlarían de esto. Que vergüenza.

Nuestra risa se corto cuando escuchamos la puerta sonar.

—Si es la tal Kagura no me voy a detener esta vez y le enterrare mi navaja — le dije a Uh.

Mi Boyeviki asintió con la cabeza, en tanto yo abrí la puerta encontrándome con una pelinegra, no la reconocí.

—Hola, mi nombre es Kagome, soy una de las tenientes de aquí — se presentó —. Mucho gusto en conocerla teniente…—

—Rin Vla… — cerré la boca antes de hacer una pendejada —. Mi nombre es Rin Volkova— dije sonriendo.

De reojo vi a Uh que estaba tenso, de seguro el también pensó que arruinaría esto.

—El general me pido que le dijera que la comida era a la 1:00 pm y que después la esperaba en la oficina del coronel.

Agradecí su recado y cerré la puerta. Me dirigí hacía Uh y le ordene que investigará donde estaba el comedor y la oficina, mi Boyeviki salió para hacer su trabajo.

Me quedé sola en mi habitación y me mire en el espejo dándome cuenta que no me veía mal con el uniforme militar, esa imagen me gustó mucho.

Juegos Del Destino. Where stories live. Discover now